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Despistan a las víctimas con chicas despampanantes
Se cita con pederastas y les extorsiona Esther. Quedan con pederastas por internet y después les roban y extorsionan, según la policía. Dicen que desde principios de 2006 Maria Catini, una italiana de 21 años y un metro y medio de altura, se hace pasar por una niña de 15 años para contactar con pederastas, con los que establece una cita por teléfono en Carrollton (Ohio, Estados Unidos). Allí, según la policía, el marido, Michael Barnett, de 22 años, fotografía a los pedófilos y les reclama sus objetos de valor a cambio de no desvelar su condición. Para ser más convincentes, se cree que les ayudan una docena de cómplices con bates de beisbol. Las fotos las utilizan después para chantajearles a través de internet, según los investigadores. En septiembre les han acusado de tres delitos de extorsión, dos intentos y tres robos. Les pueden caer hasta 7 años de cárcel. Se les ocurrió la idea con un programa de televisión. No se sabe cómo les han descubierto porque las víctimas no han dicho nada y siguen sin querer colaborar. El sistema tiene la ventaja de que los ciudadanos tienen más simpatía por los delincuentes que por las víctimas. Detienen a hacker por chantaje virtual Andrea. Un hacker de 21 años, y residente en Santurtzi (Vizcaya), ha sido detenido acusado de chantajear a una menor de 15 años de edad. Todo empezó cuando logró entrar a la cuenta de correo electrónico de la joven y leer sus mensajes. Al poco tiempo, se enteró de secretos sucios, y amenazó a la joven con difundirlos por la red si ella no accedía a sus peticiones sexuales, según la policía. Después de muchas presiones, se cree que la menor accedió a sus peticiones y se masturbó en directo frente a una webcam, para dejar contento al chantajista. Al parecer, el detenido grabó el acto y se negó a las reiteradas peticiones de la joven, que quería que eliminara las imágenes del disco duro. Con esa poderosa arma, el acusado siguió supuestamente con su chantaje, diciendo que si no accedía a que tuviesen relaciones sexuales, esta vez en vivo, subiría la escena de la masturbación a Internet. Con lo que no contaba es con que la chica prefiriera denunciarlo a la policía. La Unidad de Delitos Informáticos encargada del caso planificó una forma de pillar "in fraganti" al hacker. Seguramente el presunto chantajista se presentó muy contento al lugar que había acordado con la joven, para poder así concretar la transacción sexual, a cambio de las imágenes indiscretas, pero se encontró con la compañía de la policía, además de la menor víctima de su supuesto chantaje. Blanqueo de dinero en portales de juego
Sentencias por ordenador Esther. En un juzgado de Zibo, en la provincia china de Shandong, llevan dos años probando un programa informático para imponer condenas a los delincuentes. El ordenador no decide, sino que ayuda a que el juez tome su decisión y lo que se intenta evitar es que éstas sean arbitrarias. |
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número 17- octubre 2006
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