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/ revista trimestral de crítica de crímenes / número 24- julio 2008
Por qué
salió mal
Periodista
describe sus crímenes en la prensa
Esther.
Nadie sospechaba de él, pero reveló detalles de los crímenes
que sólo conocían los investigadores. El asesinato de una
limpiadora de mediana edad en Kicevo (Macedonia) se convirtió en
un crimen misterioso en la pluma del periodista Vlado Taneski que consiguió
hacerse sitio en las portadas del Nova Makedonija y el Utrinski Vesnik,
los periódicos con los que colaboraba. Escribió que se trataba
de la tercera víctima de un asesino en serie del que ni la policía
había oído hablar. Taneski, de 56 años, contó
que los cuerpos aparecieron atados con un cable telefónico que
había sido utilizado para estrangular a las víctimas. Un
tipo de cable específico que él describió como la
marca del asesino. "La gente de Kicevo tiene miedo desde que otro
cuerpo descuartizado ha sido encontrado en la ciudad. El cadáver
se parece mucho a otro descubierto hace un año a 20 kilómetros
de Kicevo y existe la posibilidad de que esos asesinatos monstruosos sean
la obra de un asesino en serie. Las dos mujeres fueron torturadas y asesinadas
de la misma forma, lo que hace descartar la posibilidad de que pudieran
haber sido cometidos por dos personas diferentes. (...) El móvil
del monstruo de Kicevo no está claro. (...) El último cuerpo
fue encontrado en un vertedero. Había sido atado con un trozo de
cable de teléfono que indudablemente había sido utilizado
previamente para estrangular a la víctima", publicó
el 19 de mayo de 2008 en el Nova Makedonija.
La detención
Le detuvieron en junio acusado de violar, torturar y matar a dos mujeres
en Kicevo, un pequeño pueblo de Macedonia, mientras seguían
investigando su posible implicación en la muerte de una tercera
mujer y la desaparición de una mujer de 78 años en 2003.
Las tres fallecidas eran Zivana Temelkoska, asesinada en mayo de 2008,
Ljubica Licoska, asesinada en febrero de 2007, y Mitra Simjanoska, asesinada
en 2005. Las tres eran limpiadoras de 56 a 65 años que residían
en el mismo barrio de Kicevo. Tras la aparición de los cuerpos,
Taneski se presentó en casa de los familiares como periodista que
investigaba los crímenes.
La policía cree que abusaba sexualmente de las mujeres, las estrangulaba,
despedazaba los cadáveres y guardaba los trozos en bolsas de plástico.
Parece ser que las víctimas se parecían a la madre del periodista,
que falleció recientemente y se llevaba mal con el hijo especialmente
desde que el padre se suicidó en 1990.
Tres días después de su detención, Taneski se mató
sumergiendo la cabeza en un cubo de agua en la cárcel de Tetovo.
Excusatio
non petita, accusatio manifiesta
Esther. La
famosa locución latina llevó a la cárcel a dos profesionales
del delito, una abogada y un guardaespaldas proveedor de porteros de discoteca,
y de rebote casi se lleva por delante a mismísima presidenta del
Tribunal Constitucional de España y a una famosa presentadora de
televisión. La abogada y el guardaespaldas protagonistas hicieron
eso, dar una explicación que nadie les pidió al asesinato
del ex marido de la letrada. Ella, única enemiga conocida del fallecido,
se fue a un programa de televisión a contar que su ex marido jugaba
a juegos de rol (una actividad que tiene mala prensa en España
desde que en 1994 unos jóvenes
mataron a un trabajador en el marco de uno de estos juegos), y él
fue a declarar voluntariamente en comisaría que el muerto jugaba
a juegos de rol. Hasta entonces, nadie había relacionado al guardaespaldas
con el crimen y la excusatio non petita puso a los investigadores sobre
la pista. Consiguieron una autorización judicial para pinchar los
teléfonos del guardaespaldas y poco a poco la historia empezó
a salir a la luz. Finalmente, las indiscreciones telefónicas se
los llevaron por delante y pusieron en entredicho a la presidenta del
Constitucional y la presentadora. Si es que por algo Bernardo Provenzano,
el Capo di Tutti Capi, no usaba nunca ningún tipo de teléfono.
ade2006mayo2.htm
El asesinato
del informático
El 14 de marzo de 2007, Miguel Ángel Salgado Pimentel, un informático
de 37 años, fue asesinado a tiros en el garaje de su casa de Ciempozuelos
(Madrid). Su cadáver presentaba tres impactos de bala del calibre
9 mm. Los investigadores descartaron que se tratara de un robo, porque
no se llevaron ni el coche ni el dinero de la víctima, y sabían
que tampoco era un crimen al azar porque el asesino había esperado
su llegada en la puerta del garaje.
La familia del informático y su nueva pareja sospecharon desde
el principio de su ex mujer, la abogada Dolores Martín Pozo, de
37 años, con la que desde febrero de 2002 mantenía una encarnizada
batalla legal por la custodia de su hija, y con el tiempo los investigadores
se dieron cuenta de que, aparentemente, ésta era el único
enemigo del fallecido. De hecho, el hombre había llegado a denunciar
que su ex mujer le había amenazado de muerte y que unos desconocidos
habían intentado provocarle un accidente en la carretera.
El 15 de marzo se notificaba oficialmente que se le había concedido
la custodia de la niña a un padre que había muerto la víspera.
Al día siguiente, el 16 de marzo, la abogada acudía a un
programa de Telemadrid en el que fue entrevistada por la periodista Nieves
Herrero, a la que le contó que su ex marido era aficionado a los
juegos de rol.
Posteriormente, uno de los clientes de la letrada, el guardaespaldas Eloy
Sánchez Barba, acudió motu proprio a comisaria para declarar
que el fallecido jugaba a juegos de rol y había tenido problemas
con una compañera de trabajo. La policía descubrió
que la abogada figuraba como apoderada de una empresa de seguridad de
Sánchez Barba que ofrece servicios de guardaespaldas y la contratación
de porteros de discoteca y locales nocturnos. La declaración voluntaria
fue lo que puso a los investigadores sobre la pista. Los agentes pidieron
autorización judicial para pinchar los teléfonos de los
sospechosos y los registros de llamadas de los repetidores de telefonía
móvil de Ciempozuelos.
El 20 de mayo de 2008, detuvieron a la letrada, al guardaespaldas y un
amigo de éste, acusados de complicidad en el asesinato del informático
y al presunto autor del crimen.
La llamada
del Constitucional
El 17 de abril de 2007 la presidenta del Tribunal Constitucional,
María Emilia Casas, llamó por teléfono a Dolores
Martín que, al parecer, es hija de un fontanero que trabajaba en
el edificio en el que residían sus padres. El marido había
fallecido un mes antes, pero la presidenta del Alto Tribunal no lo sabía.
La llamada fue grabada por la policía. La presidenta del Constitucional
llama para interesarse por el estado del procedimiento sobre la custodia
de la niña. Entre otras cosas le dice: "Siempre podrá
provocar usted, su abogado lo sabe, alguna nueva actuación judicial
que le permita llegar al Tribunal Constitucional en amparo, no",
en un fragmento de la conversación recogida íntegramente
en el diario El País. Tras enterarse por su interlocutora de que
el marido había sido asesinado y que sospechan de ella, la actitud
de Casas parece ser más cauta, pero a pesar de todo se despide
diciendo: "Si alguna vez va en amparo, pues ya me vuelve a llamar".
(Los recursos de amparo los resuelve el Tribunal Constitucional del que
María Emilia Casas es presidenta. Se refieren a la violación
de derechos y libertades. Por ejemplo, se puede presentar un recurso de
amparo por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva,
porque la actuación de un juez ha producido indefensión.)
La llamada en cuestión hizo que la jueza encargada de la investigación
del asesinato de Miguel Ángel Salgado remitiera la grabación
al Tribunal Supremo para que resolvieran si se trataba o no de asesoramiento
ilegal. El Partido Popular y muchos medios de comunicación solicitaban
su dimisión, pero finalmente el Supremo decidió archivar
el caso.
La llamada
del corazón
Por otro lado, en el teléfono del guardaespaldas se registró
otra llamada inesperada. La interlocutora era Ana Obregón, una
conocida presentadora de televisión de mediana edad, protagonista
habitual de las revistas del corazón por la peculiaridad de sus
noviazgos. Según parece, pretendía contratar a unos delincuentes
a través de Eloy Sánchez Barba para que le dieran una paliza
a Jaime Cantizano, otro presentador de televisión que había
hablado del hijo de Ana Obregón en el programa de cotilleos sobre
famosos en el que trabaja.
Por lo visto, la presentadora pretendía que el guardaespaldas contratara
a una banda de delincuentes conocida como "Los Miami" que actualmente
está en decadencia.
Roba
a su jefe y lo pone de referencia laboral
Andrea.
Sharon Platt, una mujer de 47 años residente hasta hace poco en
Williston (Dakota del Norte, EE.UU.), está acusada de robar 5.000
dólares USA a Murphy Motors, la empresa donde trabajaba. Abandonó
dicha localidad en busca de nuevos aires y se trasladó a Pittsburgh
(Pennsylvania), donde Sharon se vio en la necesidad de buscar un nuevo
trabajo (con tanta inflación 5.000 dólares no dan para mucho),
pero al enviar una solicitud de empleo no se le ocurrió nada mejor
que poner a Murphy Motors como referencia laboral. Sea por mala memoria
o por estupidez, el error ya estaba hecho y cuando en mayo llamaron a
la empresa estafada para comprobar los datos de la mujer, los encargados
de Murphy Motors alertaron a la policía que procedieron a arrestarla
en la dirección indicada en el currículo.
Ladrones poco oportunos
coinciden con la policía
Juanma.
La casa era una fiesta. Marihuana hidropónica a discreción,
policías registrando en busca de las plantas y dos ladrones que
entraron por la ventana a medianoche y encontraron lo que menos esperaban.
Todo esto ocurrió en mayo en Melton (Australia), una población
a 45 kilómetros de Melbourne. La policía sospechaba que
en la casa se cultivaba marihuana y varios agentes se presentaron en la
casa con una orden de registro. Detuvieron a un joven de veintitantos
años que vivía allí y empezaron a buscar. En eso
estaban cuando por una ventana entraron dos nuevos personajes no invitados:
una pareja de ladrones dispuesta a hacer un trabajito nocturno, que se
llevó la sorpresa de su vida. Al ver la casa llena de policías,
todavía tuvieron reflejos para huir, pero fueron detenidos dos
días después, lo que parece indicar que la policía
los conocía, o bien dejaron abundantes indicios de su identidad.
No se sabe si los cacos, también veinteañeros, buscaban
dinero o droga. Lo que está claro es que no poseen el don de la
oportunidad. Pueden consolarse pensando que sólo se les podrá
acusar de allanamiento de morada. Eso sí, con testigos más
que de sobra.
La
avaricia rompe el saco, incluso en Fort Worth
Juanma.
Charles Ray Fuller, de 21 años, le robó presuntamente un
cheque a la madre de su novia, lo extendió a su nombre y trató
de cobrarlo en un Chase Bank de Forth Worth, Texas, en abril.
Al cajero del banco, el cheque no le pareció normal. Posiblemente
influido por la proximidad de las ingentes reservas nacionales de oro,
a Fuller se le fue un poco la mano al rellenar la cantidad que pretendía
cobrar: nada menos que 360.000.000.000 dólares (sí, trescientos
sesenta mil millones de dólares, han leído bien).
Los empleados del banco decidieron llamar a la propietaria del cheque.
La mujer dijo que Fuller era el novio de su hija y que no tenía
permiso para llevarse el cheque y cobrarlo. En vista de lo cual, el banco
llamó a la policía y ésta detuvo al ambicioso por
"sospecha de fraude". Para colmo, el presunto defraudador llevaba
en los bolsillos una pistola con su cargador y dos onzas (unos 50 gramos)
de marihuana. Es posible que esto último también tenga algo
que ver con su desmesura en la utilización de ceros.
Pero Charlie Ray mantuvo el tipo, asegurando a la policía que la
madre de su novia le había ofrecido el dinero para que pudiera
fundar un sello discográfico. Parece que el asunto indie se está
poniendo caro. Por suerte, las fianzas salen un poco más baratas.
A Fuller le bastó con depositar 3.750 dólares para salir
en libertad provisional.
Atracador
pregunta a la prensa cómo llegar al banco
Andrea.
Con la cantidad de servicios de localización disponibles -desde
un simple mapa pasando por Google maps, GPS, y otros- parece un poco anticuado
tener que preguntar a los transeúntes cómo llegar a un sitio.
Si ya encima quieres saber cómo llegar hasta un banco que pretendes
asaltar nadie te quita la imagen de falta de profesionalidad.
Esta falta de previsión es obra de un joven no identificado de
19 años que en abril fue acusado de robo con agravantes en Cleveland
(Ohio, EE.UU.). Además de la imprudencia en sí, la mala
suerte quiso que las personas elegidas para pedir indicaciones fueran
nada menos que una periodista y un fotógrafo que trabajaban en
ese momento en un reportaje. Además, la persona que preguntó
ni siquiera fue el acusado, sino el conductor del vehículo al que
tenía amenazado con un arma y quien, al preguntar cómo llegar
al banco, pudo indicar mediante señas su situación a los
profesionales de la prensa que llamaron a la policía y siguieron
al vehículo hasta que fue detenido.
El
delincuente más tonto de Leeds
Juanma.
La policía de Leeds (Inglaterra) está encantada con la inestimable
cooperación de Andrew Kellett, de 23 años, presunto adicto
a la conducta antisocial y a YouTube. El tal Kellett colgó en la
Red más de ochenta vídeos en los que aparecían él
y otras personas quebrantando la ley de muchas maneras diferentes: tomando
drogas, haciendo carreras ilegales de coches a más de 220 km/h,
robando gasolina y negándose a pagar un taxi, entre otras. Le detuvieron
en mayo.
Aunque algunas autoridades se han referido a Kellett como "el delincuente
más tonto de la ciudad", lo cierto es que no caben en sí
de gozo, y así lo ha declarado un miembro de la junta de seguridad
de Leeds: "En los tres últimos años hemos logrado que
la delincuencia en Leeds disminuya un 32 por ciento. Si hubiera más
delincuentes tan cooperativos como él, la ciudad sería aun
más segura".
Andrés Pajares
asalta un despacho de abogados
Esther. Iba
de incógnito con una gorra y un bigote postizo, según los
testigos, pero todos los que se cruzaron con él le reconocieron
porque era Andrés Pajares, un conocidísimo actor español
de 68 años, famoso desde los años setenta. Al parecer, entró
en abril en el despacho de abogados de Madrid en el que llevan su contabilidad
con una pistola simulada y un aerosol defensivo. Según las supuestas
víctimas, el actor roció a los empleados del despacho con
el spray y encañonó a su asesor fiscal. Los trabajadores
del despacho dicen que consiguieron reducirle y avisar a la policía.
Se desconoce qué es lo que quería conseguir Pajares con
su supuesto asalto.
Huye
en su camioneta de helados
Andrea.
Wesley Jumper y Shawn Stewart están acusados de robar el equivalente
a 500 dólares en champú y jabón de una droguería.
Pero no los pillaron por lo bien que olían o lo mucho que les brillaba
el pelo, sino porque huyeron del lugar del robo en una camioneta de helados
de la marca Good Humor. Alertados por los dependientes en abril, la policía
de Charles County (EE.UU.) no tuvo problema en identificar y perseguir
a la camioneta de helados hasta la carretera donde la persecución
terminó en un choque que afectó a otros vehículos
y en el que cinco personas resultaron con lesiones menores. Muchos pensaran
que es muy tonto robar un camión de helados para huir de un robo,
pero la cosa es aún peor ya que la camioneta era propiedad del
mismo Wesley Jumper.
Y
otro traficante que llama a la policía
Juanma.
El primer caso nos sorprendió. Ahora, a base de repeticiones, empezamos
a sospechar que los traficantes de drogas, sobre todo si son jóvenes,
confían plenamente en el servicio policial y esperan que les ayude
a resolver los tropiezos de su arriesgado negocio.
El último caso se dio en abril en Seaford (Oregón), donde
Christopher Canonico, de 23 años, llamó a la policía
para denunciar que había sido víctima de un robo en el parque.
La eficaz policía de Seaford no tardó en detener a un hombre
y dos mujeres, de 27, 25 y 20 años, y tomarles declaración.
A continuación, procedió a detener también a Canonico,
al que se le había olvidado mencionar algunos detalles del robo.
Por ejemplo, que había quedado con las dos chicas para venderles
heroína. Que las llevó en su coche al parque y que fue mientras
estaban haciendo la transacción cuando Adam Lang, el hombre de
27 años, que estaba compinchado con las mujeres, se acercó
al coche y apuntó a Canonico con una pistola.
Los tres compinches huyeron con la droga, el teléfono móvil
y la cartera de Canonico, que contenía 340 dólares. Inmediatamente,
Canonico llamó a la policía.
Ahora, Canonico está acusado de posesión y venta de sustancias
ilegales, y Lang de posesión de heroína (robada), atraco
a mano armada y posesión ilegal de armas. Las dos chicas sólo
están acusadas de robo. No llegaron a "poseer" la heroína.
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