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/ revista trimestral de crítica de crímenes / número 19- abril 2007
Nuevas
tendencias
El
atracador de diseño hace furor en Estados Unidos
Juanma.
Mientras otros tipos de delito tradicional han ido decreciendo en la última
década, en favor de los relacionados con la informática
y la alta tecnología, un viejo favorito está experimentando
un sorprendente revival en Estados Unidos: el atraco a bancos a la vieja
usanza. Sólo que ahora los atracadores interpretan personajes,
como los luchadores de catch. Si en España la estrella es El Solitario,
allí es la hora del Bandido Paparazzi, de Panama Jack y del Bandido
Harry Caray. Este último atraca bancos disfrazado de Harry Caray,
un famoso comentarista deportivo americano. Imaginen al Atracador Butanito
y se harán una idea. A Panama Jack lo llaman así por su
sombrero panamá, y el Bandido Paparazzi, como era de esperar, hace
fotos a los cajeros de los bancos que atraca.
No son los únicos. Otro bandido (apodado "¿Me oyes
ahora?" por el FBI) ha robado 11 bancos de Seattle sin dejar de hablar
en tono irritado por su teléfono móvil. Y no se pierdan
al Bandido Payaso, que atracaba con disfraz completo, incluídas
la peluca y la nariz rojas. Este último llevaba a tal extremo su
identificación con el personaje que fue capturado mientras escapaba
de un atraco en bicicleta y con el disfraz puesto, lo que llamó
la atención de un policía fuera de servicio. Menos mal que
no iba en monociclo. Y la tendencia no sólo afecta a delincuentes
jóvenes: la Abuela Bandida, de 79 años, intentó atracar
un banco de Chicago con una pistola de juguete y una gorra de visera donde
ponía "Princesa". No le salió bien.
Lo de asignar nombres pintorescos es una táctica del FBI para generar
interés en prensa y televisión, y facilitar así que
el público identifique a los criminales buscados. Pero, como hemos
visto, muchos de éstos se lo ponen fácil al Departamento
de Apodos. La táctica da resultado, como demuestra el caso del
Bandido Gruñón, así llamado porque los empleados
de los bancos aseguraban que siempre estaba de muy mal humor. La publicidad
que la prensa dio a su caso molestó al sensible atracador. Cuando
la policía, que sospechaba de él, fue a detenerle, su indignación
le hizo confesar en el acto: "Sí, yo robé ese banco,
¡pero no soy gruñón!".
Vende
productos para auto eliminarse
Andrea. Un
joven de 23 años, de Wuppetal (Alemania), ha sido condenado en
enero a tres años y nueve meses de cárcel por vender sustancias
para la auto- eliminación. El condenado ofrecía sus servicios
de "experto" en medicamentos para pasar al más allá
en foros de Internet, en los que se presentaba con los seudónimos
de "Bhudda" o "Paul de Vitt".
Gracias al éxito de sus productos, dos personas han muerto y siete
han caído en estado coma, al ingerir el cóctel de medicamentos.
El juez ha considerado que este "comerciante con la muerte"
demostró especial crueldad, pues a pesar de conocer el resultado
de la ingestión de sus productos en varios de sus clientes, no
dejó de venderlos. El negocio estaba claro para el condenado, pues
tanta polémica sobre la legalización o no de la eutanasia
revela que hay demanda para este tipo de "productos". Aunque
en Alemania no hay una legislación que prohíba expresamente
la comercialización de medicamentos para el suicidio, este primer
caso ha originado un debate sobre su necesidad.
Cobra
una indemnización millonaria por llevar condones con harina
Esther. Tres
preservativos llenos de harina en una maleta le han servido a la estudiante
Janet Lee para conseguir 180.000 dólares USA. Eso sí, tuvo
que estar tres semanas en la cárcel, mientras un laboratorio comprobaba
que no se trataba de cocaína. Janet, de 21 años, se ha inventado
un ingenioso sistema para conseguir una cuantiosa indemnización.
Pero, seguramente, se lo ha inventado sin querer porque sus amigas dicen
que utilizaban los preservativos con harina como pelotas antiestrés.
La detuvieron en el aeropuerto de Philadelphia (EE.UU.) en diciembre de
2003, cuando se dirigía a Los Angeles para pasar las vacaciones
de Navidad con su familia. Explicó a los agentes que se trataba
de harina, pero estos dijeron que un test inicial había revelado
que era cocaína. Era un kilo, así que se enfrentaba a 20
años de cárcel y le impusieron una fianza de 500.000 dólares
USA.
En enero de 2007 le concedieron la indemnización.
Ladrones
de pelo femenino
Esther.
Una joven de 22 años y larga cabellera se topó con unos
ladrones en un autobús de Río de Janeiro (Brasil) que la
dejaron sin pelo, sin teléfono móvil y sin bolso. Se sentaron
detrás de la chica y le cortaron la melena con unas tijeras. No
se lo había cortado en cuatro años, era negro, liso y le
llegaba a la cintura. Dicen que seguramente lo venderán para hacer
extensiones.
Otro que robaba pelo es el australiano Rodney Lyle Petersen, de 30 años,
aunque lo de éste parece más una cuestión fetichista
que no económica. En marzo le condenaron a dos años y ocho
meses de cárcel por robar los pelos que encontraba en los equipajes
femeninos extraviados en el aeropuerto de Melbourne. Petersen trabajaba
en Qantas y se dedicaba a registrar las maletas perdidas de mujeres, para
llevarse los pelos humanos que encontraba en la ropa y los peines. Los
guardaba en bolsas de plástico que etiquetaba con los detalles
personales de la pasajera.
Los
hijos retardados vienen con miles de dólares bajo el brazo
Andrea.
Rosie Costello, una mujer de 46 años de Houston (Texas), ha admitido
en febrero, durante el juicio que se lleva en su contra, que enseñó
a sus dos hijos a fingir retardo mental para poder recibir más
dinero de los servicios de asistencia social. La enseñanza empezó
a mediados de la década de los ochenta cuando los niños
tenían 4 y 8 años. Y, al parecer, sus retoños aprendieron
bien la lección pues, gracias a su actuación, su madre pudo
cobrar unos 280.000 dólares USA en ayudas sociales; la mayor parte
de esta cifra procedía de la seguridad social, mientras que otros
servicios estatales de asistencia pagaron 53.000 a la desdichada madre.
La técnica, que Costello quizá ha pensado en patentar, consistía
en tocarse mucho la cara, andar encorvado y mostrarse poco comunicativo
en las reuniones con los funcionaros de los servicios sociales. Con el
paso del tiempo, nada menos que cuando el hijo menor llegó a la
veintena, el personal de los servicios sociales empezó a sospechar
y, buscando información, encontraron un video de Pete Costello
en el que intentaba librarse de una multa de tráfico en un tribunal
de Vancouver sin mostrar ningún problema de comunicación.
Ahora el aventajado aprendiz de actuación para fines prácticos
arriesga una pena de seis meses a un año de cárcel y la
obligación de devolver al estado 59.000 dólares. Por su
parte, la madre ha hecho un trato con la fiscalía del cual se desconocen
los detalles, pero se ha comprometido a devolver el dinero estafado. La
policía todavía no ha podido encontrar a la otra hija, Marie.
Adolescentes
rusas contratan a asesinos para eliminar a parientes
Esther.
La moda rusa de contratar asesinos a sueldo para deshacerse de alguien
ha llegado a los adolescentes. Siguiendo tendencias, una quinceañera
rebelde de Barnaul (Siberia), harta de que sus padres no la dejaran salir,
contrató a tres compañeros de colegio por poco más
de 400 euros para resolver el problema. Entraron en el domicilio familiar
la tarde del 24 de enero y apuñalaron a la madre, que murió
en el acto. El padre corrió mejor suerte porque ese día
se quedó más tiempo de lo habitual en el trabajo.
En 2006, otra adolescente de Rostov del Don, Inna Smirnova, de 17 años,
contrató a otro asesino para librarse de su padrastro, porque le
robaba la atención de su madre.
Como no contratar asesinos en Moscú
(Adegüello, septiembre 2004).
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