www.adeguello.net / revista trimestral de crítica de crímenes / número 21- octubre 2007

Candidato al premio Moriarty


¿Dónde está Maddie?

Esther.
Esta es la primera vez que el candidato al premio Moriarty es un desconocido. La historia de la desaparición de Madeleine ha tenido tal repercusión en todo el mundo, gracias a la campaña publicitaria de los padres y sus asesores, que los responsables del rapto y/o homicidio seguramente se convertirán en las personas más infames del planeta, si algún día se les descubre. De momento, la policía portuguesa ha nombrado oficialmente sospechosos a los padres de la niña y a un británico que reside en la zona.
Madeleine Beth McCann (Maddie) nació el 12 de mayo de 2003 en Leicester (Reino Unido). Sus padres, Gerald Patrick McCann (Gerry) y Kate Marie Healy, son dos médicos británicos de 39 años de Rothley (Leicestershire). Él es cardiólogo y ella, médico de familia.
Madeleine McCann tenía tres años cuando desapareció el 3 de mayo de 2007 en Luz, una localidad costera del Algarve (Portugal). Un pueblo turístico, con una pequeña playa rodeada de acantilados, lleno de bares británicos y turistas británicos. Medio pueblo está ocupado por el Ocean Club, unos apartamentos turísticos, de propiedad británica, que cuentan con piscinas, restaurante, canchas de tenis, parques privados,... Allí, los padres habían alquilado un apartamento para pasar una semana de vacaciones, del 28 de abril al 5 de mayo.
Hay múltiples versiones en los medios de comunicación de lo que sucedió el 3 de mayo y como la policía portuguesa no da informaciones a la prensa sobre las investigaciones en curso, de momento, no se sabe quien está en lo cierto. En principio, los medios británicos suelen reflejar las tesis más favorables para los padres de Madeleine y los portugueses, las más perjudiciales. Lo que sí dice la policía portuguesa es que no se sabe lo que pasó con la niña a partir de las 18.30 horas, lo que indica su desconfianza hacia la historia de los padres y uno de los amigos, que afirmaron haberla visto con vida más adelante.


Según los testimonios de los trabajadores del restaurante Paraíso, recogidos en el Correio da Manha, el 3 de mayo, a las 17.30 horas, los hijos del matrimonio McCann, Madeleine, Sean y Amelie, comieron algo en este restaurante cercano a la playa. Los trabajadores explicaron que los McCann estaban con otras dos parejas de británicos y sus cuatro hijos y que los niños tomaron el menú infantil, mientras los padres bebían cerveza. Los propietarios del local dicen que entregaron a la policía las grabaciones de las cámaras de seguridad en las que, según ellos, figura el grupo de británicos. Al parecer, en una de las imágenes se ve claramente a Madeleine con su padre, en el congelador de los helados.
A las 18.15 horas, se cree que salieron del restaurante y se dirigieron a Ocean Club. (Algunos medios de comunicación publicaron que los padres no habían contado que habían estado fuera hasta las 18.15 horas y que fueron descubiertos por esta grabación).
Por el contrario, para The Guardian, el 3 de mayo, a las 18 horas, los McCann recogieron a sus hijos de la guardería del Ocean Club.


La cena
En cuanto a lo que pasó en la cena en la que se dio a conocer la desaparición de la niña también hay múltiples descripciones.


Versión del Correio da Manha
A las 20.00 horas, los padres de Madeleine se reunieron con un grupo de amigos en un bar de tapas del complejo turístico, separado por la piscina del apartamento que ocupaban los McCann. Eran el doctor Matthew y Rachael Oldfield, el doctor Russell O'Brien y Jane Tanner y los doctores David y Fiona Payne (en algunos medios de comunicación se incluye también en el grupo a la madre de Fiona, Dianne Webster). Las cuatro parejas solían cenar todas las noches en este local (sin los niños) y se quedaban bebiendo hasta medianoche. Tomaron Daikiris de fresa de aperitivo, según explicaron los camareros del bar, y a las 21.00 horas empezaron a cenar. En ese momento, faltaba en la mesa uno de los hombres del grupo, al que le sirvieron la comida unos minutos más tarde. La descripción de los trabajadores del hombre que faltaba coincide con los rasgos de Russel O'Brien, que dijo que había estado cuidando de su hija enferma.
Al parecer, el grupo explicó que iban a revisar cada quince minutos las habitaciones de los niños, pero los camareros del local no recuerdan que los comensales se ausentaran con esa frecuencia de la mesa. Tampoco está claro el número de botellas de vino que consumieron en el tiempo que duró la cena, en algunos medios portugueses se dice que fueron catorce (ocho de tinto y seis de blanco), pero los camareros explicaron en el Correo da Manha que sólo fueron seis o siete.
A las 22.00 horas, Kate McCann gritó desde el rellano de entrada a los apartamentos que alguien se había llevado a la niña. (Los camareros no recuerdan cuánto tiempo se ausentó). Al parecer, Kate avisó al canal de televisión británico Sky News de la desaparición y rechazó la proposición de Pamela Fenn, una británica de 70 años que ocupaba el apartamento de la planta superior, de llamar a la policía. Finalmente, fue un camarero del bar el que avisó a la policía portuguesa a las 22.40 horas.
A las 23.00 horas, apareció una pareja de agentes de la Guardia Nacional Republicana que avisaron a la policía judicial. Durante este tiempo, el padre, los amigos, trabajadores del club y huéspedes se dedicaron a buscar a la niña. A las 2.00 horas de la madrugada, los agentes de la policía judicial inspeccionaron el apartamento de los McCann. Hasta entonces, los mellizos seguían durmiendo.


Versión de la BBC
El matrimonio McCann se reunió con sus amigos en el bar de tapas a las 20.40 horas. A las 21.05 horas Gerry McCann, según su testimonio, subió al apartamento y comprobó que los niños estaban bien. Poco después, a las 21.30 horas, el doctor Oldfield dice que volvió a comprobar el estado de los menores. Finalmente, a las 22.00 horas, Kate McCann entró en el apartamento y se encontró con que su hija había desaparecido y que la ventana y la contraventana del dormitorio estaban abiertas. Kate afirmó que la policía había sido avisada diez minutos después de que descubriera la desaparición, según recoge la BBC.


Versión de The Guardian
A las 18 horas, los McCann recogieron a sus hijos de la guardería del Ocean Club y a las 19.30 horas los acostaron. Llegaron al restaurante a las 20.30 horas. Quince minutos después, a las 20.45 horas, aparecieron Russell O'Brien, Matthew y Rachael Oldfield. Y a las 21.00 horas llegaron David y Fiona Payne. Entonces, Gerry McCann fue al apartamento a ver como estaban sus hijos. Tardó cinco minutos y en el camino de vuelta al restaurante se encontró con un productor de televisión británico, al que conoció en las canchas de tenis, y se quedó hablando con él unos veinte minutos.
A las 21.10 horas llegó al resturante Jane Tanner. Dijo que se había encontrado por el camino con Gerry y el productor y explicó que había estado cuidando de uno de sus hijos que estaba enfermo.
A las 21.25 horas, cuando Gerry McCann regresó al restaurante, Matthew Oldfield y Russell O'Brien se fueron. Mattew fue a ver a sus hijos y al apartamento de los McCann y Russell, a su apartamento, donde dijo encontrarse con su hija vomitando.
Matthew Oldfield regresó al restaurante a las 21.35 horas y Russell O'Brien, a las 21.55 horas. A las 22.00 horas, Kate McCann fue a su apartamento y descubrió que su hija había desaparecido.
(Según esta versión, el Tapas Bar debió ser aquella noche una especie de camarote de los Hermanos Marx).


La búsqueda
La noche del 3 de mayo, medio centenar de personas se dedicaron a buscar a la niña hasta el amanecer y al día siguiente se sumaron a la búsqueda centenares de voluntarios. Pero Madeleine no aparecía y días después los padres empezaron a hacer llamamientos en los medios de comunicación para encontrarla.
El 15 de mayo, la Policía Judicial portuguesa declaró oficialmente a Robert Murat sospechoso de la desaparición de la menor. Murat es un británico de 33 años que reside cerca de los apartamentos del Ocean Club. Cuando se dio a conocer la noticia de la desaparición, Murat ofreció sus servicios como traductor a la policía portuguesa y la familia. Parece ser que a algunos periodistas británicos les pareció sospechoso su comportamiento y avisaron a la policía.
Los padres pusieron en marcha una campaña de búsqueda que ha alcanzado una increíble repercusión mundial, sólo comparable a la del secuestro del hijo de Lindbergh. Los familiares acuden al Parlamento Británico y hablan con los medios del Reino Unido. Los padres viajan a Gran Bretaña, España, Marruecos, Alemania, Holanda, Estados Unidos y el Vaticano. La imagen del Papa bendiciendo una foto de Madeleine da la vuelta al mundo. Venden pulseras, pósters y camisetas, sueltan globitos en la calle, se entrevistan con ministros y embajadores, David Beckham les graba un vídeo, la autora de Harry Potter y otros millonarios ofrecen recompensas, entregan a los medios fotos y vídeos de la menor con cuentagotas, conceden entrevistas en exclusiva con las preguntas pactadas y recaudan más de un millón de libras con su página web. Las imágenes de los padres de Madeleine (la madre con un gato de peluche) se convierten en habituales de los programas informativos. La iglesia de Praia da Luz, a la que los padres suelen ir a rezar, y el Ocean Club se convierten en centros de atención de los turistas que visitan el Algarve.
Pero la imagen de víctimas de una tragedia horrible empieza a cambiar el 6 de junio cuando una periodista alemana se atreve a preguntarles, por primera vez, por la irresponsabilidad de dejar a los niños solos y por la posibilidad de que se les considerara sospechosos de la desaparición de su hija.
Y, finalmente, todo da un vuelco a finales de julio, con la llegada de dos perros británicos al Algarve: Keela, entrenada para detectar cantidades minúsculas de sangre, y Eddie, entrenado para detectar cadáveres. Al parecer, detectaron que en la habitación de Madeleine había rastros de sangre y que había habido un cadáver. También, que el gato de peluche y la ropa de la madre habían estado en contacto con un cadáver. Ante lo que Kate respondió que había estado en contacto con varios muertos en Inglaterra antes de viajar al Portugal.
Después, algunos medios publicaron que se había encontrado sangre de Madeleine en el maletero del coche que los padres alquilaron 25 días después de su desaparición y otros, que lo que se encontró eran otro tipo de rastros biológicos de la menor. Y también se dijo que los perros detectaron la presencia de un cadáver en las inmediaciones de la iglesia de Praia da Luz (a la que habían ido a rezar tantas veces que el cura acabó dejándoles la llave). Aunque no hay confirmación oficial de estos hallazgos y puede tratarse de meras especulaciones de los medios de comunicación o de filtraciones policiales para ver la reacción de los sospechosos.
Finalmente, el 6 de septiembre, la policía portuguesa confirmó que ya tenía los resultados de una parte de las muestras analizadas en Birmingham y al día siguiente, el 7 de septiembre, declaró oficialmente a los padres de Madeleine sospechosos de homicidio negligente y ocultación del cadáver. Se convirtieron así en "argüidos"; es decir, en sospechosos de haber cometido un delito. En Portugal, un testigo puede solicitar que se le considere "argüido" si cree que los interrogatorios le incriminan. Los sospechosos tienen el derecho a no contestar, a mentir y a estar asistidos por un abogado durante los interrogatorios. Por otro lado, un juez puede imponerles restricciones (de viajes,...) sin que se les llegue a acusar formalmente.
El 9 de septiembre, el matrimonio McCann regresó al Reino Unido.
El Correio da Manhá publicó el 10 de septiembre que la Policía Judical estaba convencida de que Madeleine murió por una agresión o un accidente a consecuencia de haber sido sedada para dormir. Por su parte, el abuelo materno de Madeleine, Brian Healy, explicó en The Sun que Kate le daba a veces a la niña un medicamento que produce somnolencia, para ayudarla a dormir.
Madeleine se ha convertido en una niña muerta para los medios portugueses y en una desaparecida, a la que unos cretinos zulúes no encuentran, para los periódicos sensacionalistas británicos. En Portugal señalan básicamente supuestas contradicciones del matrimonio y todo lo que no concuerda. Se preguntan por qué la madre no quiso que se avisara a la policía inmediatamente, por qué la madre no lloraba, por qué alquilaron el coche un día antes de su programado viaje al Vaticano, adónde fueron para hacer 3.000 kilómetros con el coche,...
Mientras tanto, en el Reino Unido la pareja ha escogido como abogado al que defendió a Pinochet (de la petición de extradición de la Audiencia Nacional española al gobierno británico) y en Portugal, a Rogério Alves, presidente del Colegio de Abogados.


Las hipótesis, viva o muerta
La niña, los testigos, los sospechosos, los dueños de los apartamentos, los perros que huelen cadáveres: son todos británicos, hasta los análisis de los restos biológicos se hacen en un laboratorio de Birmingham, pero el marrón le ha caído a la policía portuguesa que tiene tanto secretismo que alimenta a las conjeturas.
Básicamente, Madeleine McCann puede estar viva o muerta. Si está viva, seguramente la tendrá alguien secuestrada en algún sitio. Alguien que no ha pedido un rescate y que probablemente no pasea con ella por la calle porque su foto ha dado la vuelta al mundo y sería muy arriesgado. En este caso, y de ser ciertos los testimonios de la madre y los amigos, recogidos en la BBC y The Guardian, alguien entró en el apartamento de los McCann el 3 de mayo entre las 21.30 y las 22.00 horas y se la llevó. Lo normal habría sido que la niña gritara o llorara al despertarse en brazos de un desconocido. Así que, el secuestrador tendría que ser un conocido o un desconocido que le da algo para que no se despierte (por ejemplo, cloroformo). El secuestrador podía saber que los padres estaban cenando en el bar o, tal vez, era simplemente un ladrón que se encontró con que los niños estaban solos. De existir este hipotético secuestrador, lo más probable es que tenga a la niña escondida en un zulo construido en su casa, según las últimas tendencias delictivas de los pederastas. (Dutroux, Michel Fourniret, El secuestro violación,...)
En este caso, los perros se habrían equivocado. Los padres son unos mártires que recorrieron cientos de kilómetros desesperados, sin rumbo. Y las contradicciones son las normales. (Cuando dos testigos dan dos versiones idénticas suele ser porque mienten y se han preparado lo que tienen que decir; la realidad suele salir de versiones ligeramente contradictorias de distintos testigos que la perciben de distinta manera).
Aunque parezca un poco complicada la opción del secuestro sin rastro, en media hora, hay casos reales todavía más audaces. El 1 de marzo de 1932, un carpintero alemán que vivía en el Bronx cruzó el jardín de la casa de Charles Lindbergh con una escalera, entró por la ventana del dormitorio de su hijo y se llevó al bebé de la cuna, mientras los padres charlaban en la planta inferior de la vivienda y la casa estaba llena de criados. Era el hijo de un héroe, el primer hombre que sobrevoló el Atlántico en solitario, y una millonaria, y su secuestro y asesinato se convirtió en el Crimen del Siglo. Al principio, los investigadores pensaron que el secuestrador tenía que estar compinchado con alguien de la casa, y una criada que no soportó los interrogatorios acabó suicidándose. Otro osado más actual es el Violador del Albergue, Francisco Arce Montes, que durante dos décadas se dedicó a colarse por la noche en albergues de Gran Bretaña, Holanda, Francia y España, para violar a niñas que estaban de excursión y solían compartir habitación con otras menores. Así que, también podía haber un pederasta en el Algarve que se dio cuenta de que los matrimonios bajaban todas las noches al bar sin los niños e incluso conocía la asiduidad con la que acudían a los apartamentos mientras cenaban.


La otra opción, a la que apunta el olfato de los perros ingleses, es que la niña esté muerta. Si está muerta, la pudo matar un desconocido o un conocido. La pudo matar ese hipotético ladrón que entró en el apartamento de los McCann o un violador pederasta que quería evitar que le identificara,... En cuanto a la desaparición del cadáver, el oeste del Algarve es una zona llena de posibilidades con kilómetros de enormes acantilados y el Parque Natural do Sudoeste Alentejano e Costa Vicentina.
Pero también pudo haberla matado un conocido: los padres, como sospecha la policía portuguesa, o sólo la madre o alguno de los amigos del matrimonio. Si la niña se cayó por una escalera, se electrocutó o se cortó con un cuchillo no tiene ningún sentido que los padres escondieran el cadáver. Y si la mataron porque querían matarla podían haber escogido otras opciones más sencillas que no habrían puesto de manifiesto la irresponsabilidad de dejar solos en casa a tres niños menores de cuatro años.
De todas formas, si Madeleine murió y los responsables de la muerte son los padres, los hechos pudieron suceder de muchas maneras. De momento, la opción que parece más factible, entre todas las recogidas en los medios de comunicación, es que la niña muriera porque le dieron sedantes para dormir porque en este caso tendrían una razón extra para esconder el cadáver, ya que si se descubriese que medican a los niños para que duerman, mientras ellos están en el bar, con sustancias contraindicadas para menores a las que tienen acceso por su condición de médicos, no sólo se pueden enfrentar a ir a la cárcel, sino que además podrían perder la custodia de sus otros hijos y ser inhabilitados para ejercer la medicina.


En cuanto a la desaparición del cadáver, si fueron los padres quienes lo ocultaron, hay también muchas opciones posibles: tirarlo al mar, enterrarlo, esconderlo en una casa abandonada, guardarlo un tiempo en el apartamento,... Si, como dicen algunos periódicos, el cadáver de Madeleine estuvo en el maletero del coche que los padres alquilaron 25 días después de su desaparición, el cuerpo de la niña tendría que haber estado escondido en algún otro sitio durante ese tiempo. Los cuerpos en descomposición huelen muy mal y se llenan de bichos, así que para poder guardarlo en el apartamento durante ese tiempo tendrían que haber hecho algo (congelarlo, momificarlo,...). Y para meter a una niña en un congelador normal de una nevera de un apartamento turístico hay que descuartizarla, y para descuartizar o momificar a alguien hace falta espacio, herramientas y sustancias, que la gente normal no lleva cuando va de vacaciones y que, por lo tanto, tendrían que haber comprado en el Algarve, corriendo el riesgo de que el dependiente hable con la policía. Además, esta opción tampoco cuadra porque los padres viajaron a Fátima una semana antes de que alquilaran el coche y habría sido una temeridad irse de viaje dejando un cadáver en una maleta o en un congelador.
La principal duda que plantea la posibilidad de que el cadáver de la niña pasara por el maletero del vehículo es: ¿Por qué tardaron 25 días en alquilar un coche que necesitaban para deshacerse de un cadáver? Una posible respuesta es que el cuerpo estuviera en un buen escondite del que por alguna razón había que moverlo pasado ese tiempo. (Por ejemplo, enterrado en un solar al que empezaron a llegar obreros y maquinaria 25 días después).
Por otro lado, es posible que por el coche nunca hubiera pasado ningún cadáver. En este caso, si Madeleine murió y los padres ocultaron el cuerpo, la madre pudo, simplemente, tirarlo al mar. La madre pudo entrar en el apartamento y encontrarse con que la niña había muerto. Ofuscada por el alcohol, pudo pensar que los podían meter en la cárcel en Portugal, que se podían quedar sin trabajo y sin sus otros hijos, que tendrían que enfrentarse a los medios de comunicación y a sus familiares como los médicos irresponsables que drogan a sus hijos para irse al bar,... Ante esto, tal vez, pensó que ya no se podía hacer nada por ella y que lo mejor para todos era deshacerse del cuerpo y hacer ver que la había matado o secuestrado un pederasta. Entonces, pudo coger el cadáver en brazos, bajar a la playa (que está a cinco minutos andando de los apartamentos) y tirar el cuerpo al Océano Atlántico desde la explanada de rocas que está al lado de la iglesia, por ejemplo. (Lo normal es que un cadáver arrojado al lado de una playa aparezca pronto, pero no siempre. En septiembre, por ejemplo, desapareció un surfista en una de las playas de la zona delante de sus amigos). En este caso, podría ser que el padre no supiera nada de lo que pasó.
De todas formas, de momento, no se ha dado a conocer la existencia de ninguna prueba fehaciente de que la niña haya muerto y lo único que hay es el olfato de unos perros ingleses que se pueden equivocar. Por cierto, ¿los perros ingleses son capaces de detectar un cadáver que sólo lleva muerto media hora?


Los avistamientos
Durante este tiempo hay testigos que han asegurado haber visto a Madeleine en Malta, Bélgica, Marruecos y Argentina. Cuando desaparecieron las niñas de Alcasser en España también había un montón de ciudadanos que decían haberlas visto por toda España y que llamaban al programa de televisión que las buscaba. Había tanta gente que las veía tomando cafés y paseando por plazas, que cuando llamaban varias personas de un mismo sitio, parecía que era verdad que habían estado allí. Pero, al final, lo que aparecieron fueron sus cadáveres y se comprobó que las niñas habían muerto la noche de su desaparición y que, por lo tanto, no habían podido estar tomando café en ningún sitio.
De igual manera, todos los avistamientos anunciados de Madeleine pueden ser falsos. De entrada, están aplicando el mismo criterio: cuando un par de testigos coinciden en decir que la han visto en una misma localidad, se dice que ha podido estar allí. Aparentemente, la posibilidad de que haya personas que realmente ven a una niña desaparecida, por cuya localización se paga, además, más de tres millones de euros, y la dejan marchar, sin siquiera seguirla para ver donde la llevan, parece algo difícil de creer. No se sabe si las personas que mienten al asegurar que han visto a un desaparecido son simplemente tontas o si lo que quieren es hacerse famosas o si se trata de personas con buena voluntad a las que el deseo de encontrar al desaparecido les produce alucinaciones (como el oasis en el desierto). En este caso, aunque hay muchas niñas rubias con pelo liso, Madeleine es muy fácil de identificar porque tiene una mancha marrón en el ojo derecho.


La repercusión informativa
La historia se ha convertido en una telenovela de misterio por capítulos que se retransmite en todos los países a la vez, y ahora todo el mundo especula y quiere saber como acaba, todo el mundo quiere conocer al criminal. (En realidad, después de los capítulos estrella de los perros que huelen que en un sitio hubo un cadáver y las acusaciones de la policía portuguesa al matrimonio McCann, lo que quiere saber la gente es si fueron los padres o no).
En la RTP (Radio e Televisao de Portugal), algunos periodistas analizaron a finales de septiembre el porqué de la repercusión del caso. Contaron que empezaron retransmitiendo sus llamamientos por ayudarles a encontrar a la niña y que el público se sintió identificado con los padres porque parecían gente normal. Eran unos médicos ingleses de vacaciones en el Algarve, por lo que parecía que ese horror de la desaparición de su hija le podía pasar a cualquiera. Después, los padres se dedicaron a crear una noticia cada dos o tres días (un día tiraban globos de colores, otro vendían pulseras, distribuían fotos y vídeos de la niña con cuentagotas, se entrevistaban con autoridades...), con lo que consiguieron seguir llamando la atención sobre el caso, hasta el punto en el que todos los telespectadores conocían la historia y demandaban más información, querían saber cómo acababa. Y como muchas veces no había más información porque la policía portuguesa seguía sin decir nada, los periodistas explicaron en la RTP que, al final, tuvieron que crearla ellos, y la historia acabó convirtiéndose en un culebrón diario con especulaciones y testimonios de forenses, expertos en pedofilia, en corrientes marinas,...
Los propios periodistas se preguntaban cómo se pudo llegar al extremo de que el telediario de la televisión nacional portuguesa se adelantara para retransmitir el regreso del matrimonio McCann al Reino Unido. Al fin y al cabo, es sólo la historia de una niña que desaparece, como la de decenas de niños que desaparecen cada día en el planeta (aunque no todos son hijos de médicos británicos).
Es posible que el caso se acabe estudiando en las facultades como ejemplo de campaña publicitaria. De momento, Gerry McCann ya ha participado en una conferencia en Escocia sobre los medios de comunicación.


Cronología de la desaparición
22 horas, 3 de mayo.- La madre de Madeleine dice que alguien se ha llevado a su hija.
5 de mayo.- Los padres piden ayuda en los medios de comunicación para encontrar a su hija. Una tía de Madeleine critica a la policía portuguesa.
12 de mayo.- Los padres vuelven a pedir ayuda en los medios con motivo del cuarto cumpleaños de la niña.
15 de mayo.- Declaran oficialmente a Robert Murat como sospechoso de la desaparición de la menor.
17 de mayo.- Familiares de Madeleine acuden al Parlamento Británico para pedir ayuda a los diputados. Ponen en marcha la web: www.findmadeleine.com.
20 de mayo.- La página web dedicada a la búsqueda de la menor ha tenido más de 75 millones de entradas. Circula un e mail por internet, de origen desconocido, en el que se pide un minuto de silencio por la desaparición de la menor el 21 de mayo al mediodía.
22 de mayo.- Los padres de Madeleine van a rezar a Fátima.
24 de mayo.- El embajador británico visita al matrimonio McCann. Sky News ha instalado un equipo de televisión en la zona. Ponen a la venta pulseras verdes y amarillas para recordar a la menor.
25 de mayo.- Los padres distribuyen la última fotografía que tomaron de la niña. Dicen que no consideran la hipótesis de volver a Gran Bretaña sin Madeleine. La policía portuguesa pide información sobre un hombre caucasiano, de unos 35-45 años y 1,75 metros que, según Jane Tanner, una de las amigas de los McCann, llevaba algo en brazos la noche de la desaparición, que podía ser un niño u otra cosa.
28 de mayo.- Alquilan un coche.
29 de mayo.- La pareja va a ver al Papa porque dicen que necesitan orientación espiritual. Explican que la visita les servirá para volver con energías renovadas y más unidos. Salen sobre las 17.00 horas del aeropuerto de Faro en un avión privado que les ha dejado un millonario británico, acompañados por seis periodistas y el portavoz de la familia.
30 de mayo.- El Papa bendice una foto de la niña en la Plaza de San Pedro.
1 de junio.- Se entrevistan en Madrid con el ministro de Interior español.
4 de junio.- Los padres piden que el nuevo libro de Harry Potter lleve un marcador de páginas con la foto de la menor.
6 de junio.- El matrimonio McCann concede una rueda de prensa en Berlín. Por primera vez un periodista se atreve a preguntarles por la irresponsabilidad de dejar a los niños solos y por la posibilidad de que se les considere sospechosos de la desaparición de su hija. Las preguntas las hizo Sabina Mueller, una periodista de una emisora de radio alemana. Kate McCann contestó que eran padres responsables y que nunca nadie los consideró sospechosos, y mucho menos la policía portuguesa, según el canal de televisión portugués SIC.
8 de junio.- The Times critica a los inspectores de la policía judicial portuguesa porque dicen que tienen dos horas para comer y que beben alcohol con el almuerzo. El inspector Olegário Sousa, portavoz de la policía judicial en el caso Madeleine, responde que las personas que trabajan necesitan comer, dormir y descansar.
10 de junio.- Los McCann viajan a Marruecos.
18 de junio.- Kate dice que está valorando la posibilidad de dejar la medicina para dedicarse a la lucha contra la pedofilia y el tráfico de menores.
21 de junio.- Varias personas dicen haber visto a la menor en Malta.
3 de julio.- Los padres dan una entrevista a diversos medios de comunicación para que no se olvide el caso.
17 de julio.- Sale a la venta el último libro de Harry Potter con un póster de Madeleine.
22 de julio.- Gerry McCann viaja a Estados Unidos.
3 de agosto.- Testigos dicen haber visto a Madeleine en Bélgica.
4 de agosto.- Perros ingleses (dos english springer spaniel) detectan la presencia de un cadáver en el apartamento de los McCann y de posibles rastros de sangre. Eddie ha sido entrenado para identificar el olor de cadáveres.
6 de agosto.- Los perros encontraron también restos de sangre en una pared del apartamento, según el Jornal de Notícias.
7 de agosto.- En un laboratorio de Birmingham analizan posibles restos de sangre recogidos en el apartamento.
8 de agosto.- Las investigaciones se centran en el círculo familiar por escuchas telefónicas y correos electrónicos interceptados, publica el Diário de Notícias que, además, afirma que hay contradicciones en las declaraciones de los testigos. Por su parte, SIC televisión recoge que la policía valora la posibilidad de que el cuerpo de Madeleine fuera arrojado al mar.
10 de agosto.- La Asociación Sindical de Trabajadores de Investigación Criminal estudia la posibilidad de demandar a periódicos británicos, como los sensacionalistas The Sun o el Daily Mail, por sus críticas a la Policía Judicial portuguesa.
11 de agosto.- Olegário Sousa explica en la BBC que la niña podía estar muerta.
12 de agosto.- Más del 70 por ciento de los británicos consideran que fue un error de los padres dejar a la niña sola, según una encuesta publicada por el Sunday Times.
18 de agosto.- Gerry participa en una conferencia en Escocia sobre la industria de los medios de comunicación.
22 de agosto.- Se da a conocer que antes de la desaparición de Madeleine varios turistas habían denunciado que les habían desaparecido diversos objetos de valor de los apartamentos durante su ausencia, sin que se hubieran forzado las puertas.
30 de agosto.- Scotland Yard llega al Algarve.
31 de agosto.- Los McCann demandan al periódico portugués Tal & Qual por publicar que la policía sospecha que ellos mataron a su hija.
6 de septiembre.- La policía confirma que ya tiene los resultados de una parte de los análisis de Birmingham.
7 de septiembre.- La policía portuguesa declara oficialmente a los padres de Madeleine como sospechosos de homicidio negligente y ocultación del cadáver.
9 de septiembre.- El matrimonio McCann regresa al Reino Unido.
10 de septiembre.- Contratan a Michael Caplan, un abogado carísimo que defendió a Pinochet.
13 de septiembre.- Brian Adams retira la música que había cedido a la web.
15 de septiembre.- La familia prepara una campaña para lavar su imagen en la que gastarán entre 70.000 y 100.000 euros, según SIC televisión.
18 de septiembre.- Clarence Mitchell deja su cargo de director de la unidad de seguimiento de medios del gobierno laborista para dedicarse a dirigir la campaña de los McCann.
21 de septiembre.- Contratan al presidente del Colegio de Abogados en Portugal.
26 de septiembre.- Unos turistas españoles dicen haber visto a Madeleine en Marruecos y entregan a las autoridades una foto desenfocada de una niña rubia con pelo liso que resulta ser una niña marroquí.
2 de octubre.- El gobierno portugués cesa al coordinador de la investigación, Gonçalo Amaral, por comentar en el Diario de Notícias que la policía inglesa sólo investiga pistas e informaciones preparadas por los McCann, lo que ellos quieren y les conviene. (Amaral comentaba una noticia de la prensa británica sobre un e- mail recibido por el Príncipe Carlos en el que se acusaba a una ex empleada del Ocean Club de la desaparición de la menor)
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