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/ revista trimestral de crítica de crímenes / número 21- octubre 2007
Candidato
al premio Moriarty
¿Dónde
está Maddie?
Esther.
Esta es la primera vez que el candidato al premio Moriarty es un desconocido.
La historia de la desaparición de Madeleine ha tenido tal repercusión
en todo el mundo, gracias a la campaña publicitaria de los padres
y sus asesores, que los responsables del rapto y/o homicidio seguramente
se convertirán en las personas más infames del planeta,
si algún día se les descubre. De momento, la policía
portuguesa ha nombrado oficialmente sospechosos a los padres de la niña
y a un británico que reside en la zona.
Madeleine Beth McCann (Maddie) nació el 12 de mayo de 2003 en Leicester
(Reino Unido). Sus padres, Gerald Patrick McCann (Gerry) y Kate Marie
Healy, son dos médicos británicos de 39 años de Rothley
(Leicestershire). Él es cardiólogo y ella, médico
de familia.
Madeleine McCann tenía tres años cuando desapareció
el 3 de mayo de 2007 en Luz, una localidad costera del Algarve (Portugal).
Un pueblo turístico, con una pequeña playa rodeada de acantilados,
lleno de bares británicos y turistas británicos. Medio pueblo
está ocupado por el Ocean Club, unos apartamentos turísticos,
de propiedad británica, que cuentan con piscinas, restaurante,
canchas de tenis, parques privados,... Allí, los padres habían
alquilado un apartamento para pasar una semana de vacaciones, del 28 de
abril al 5 de mayo.
Hay múltiples versiones en los medios de comunicación de
lo que sucedió el 3 de mayo y como la policía portuguesa
no da informaciones a la prensa sobre las investigaciones en curso, de
momento, no se sabe quien está en lo cierto. En principio, los
medios británicos suelen reflejar las tesis más favorables
para los padres de Madeleine y los portugueses, las más perjudiciales.
Lo que sí dice la policía portuguesa es que no se sabe lo
que pasó con la niña a partir de las 18.30 horas, lo que
indica su desconfianza hacia la historia de los padres y uno de los amigos,
que afirmaron haberla visto con vida más adelante.
Según los testimonios
de los trabajadores del restaurante Paraíso, recogidos en el Correio
da Manha, el 3 de mayo, a las 17.30 horas, los hijos del matrimonio McCann,
Madeleine, Sean y Amelie, comieron algo en este restaurante cercano a
la playa. Los trabajadores explicaron que los McCann estaban con otras
dos parejas de británicos y sus cuatro hijos y que los niños
tomaron el menú infantil, mientras los padres bebían cerveza.
Los propietarios del local dicen que entregaron a la policía las
grabaciones de las cámaras de seguridad en las que, según
ellos, figura el grupo de británicos. Al parecer, en una de las
imágenes se ve claramente a Madeleine con su padre, en el congelador
de los helados.
A las 18.15 horas, se cree que salieron del restaurante y se dirigieron
a Ocean Club. (Algunos medios de comunicación publicaron que los
padres no habían contado que habían estado fuera hasta las
18.15 horas y que fueron descubiertos por esta grabación).
Por el contrario, para The Guardian, el 3 de mayo, a las 18 horas, los
McCann recogieron a sus hijos de la guardería del Ocean Club.
La
cena
En cuanto a lo que pasó en la cena en la que se dio a conocer la
desaparición de la niña también hay múltiples
descripciones.
Versión
del Correio da Manha
A las 20.00 horas, los padres de Madeleine se reunieron con un grupo de
amigos en un bar de tapas del complejo turístico, separado por
la piscina del apartamento que ocupaban los McCann. Eran el doctor Matthew
y Rachael Oldfield, el doctor Russell O'Brien y Jane Tanner y los doctores
David y Fiona Payne (en algunos medios de comunicación se incluye
también en el grupo a la madre de Fiona, Dianne Webster). Las cuatro
parejas solían cenar todas las noches en este local (sin los niños)
y se quedaban bebiendo hasta medianoche. Tomaron Daikiris de fresa de
aperitivo, según explicaron los camareros del bar, y a las 21.00
horas empezaron a cenar. En ese momento, faltaba en la mesa uno de los
hombres del grupo, al que le sirvieron la comida unos minutos más
tarde. La descripción de los trabajadores del hombre que faltaba
coincide con los rasgos de Russel O'Brien, que dijo que había estado
cuidando de su hija enferma.
Al parecer, el grupo explicó que iban a revisar cada quince minutos
las habitaciones de los niños, pero los camareros del local no
recuerdan que los comensales se ausentaran con esa frecuencia de la mesa.
Tampoco está claro el número de botellas de vino que consumieron
en el tiempo que duró la cena, en algunos medios portugueses se
dice que fueron catorce (ocho de tinto y seis de blanco), pero los camareros
explicaron en el Correo da Manha que sólo fueron seis o siete.
A las 22.00 horas, Kate McCann gritó desde el rellano de entrada
a los apartamentos que alguien se había llevado a la niña.
(Los camareros no recuerdan cuánto tiempo se ausentó). Al
parecer, Kate avisó al canal de televisión británico
Sky News de la desaparición y rechazó la proposición
de Pamela Fenn, una británica de 70 años que ocupaba el
apartamento de la planta superior, de llamar a la policía. Finalmente,
fue un camarero del bar el que avisó a la policía portuguesa
a las 22.40 horas.
A las 23.00 horas, apareció una pareja de agentes de la Guardia
Nacional Republicana que avisaron a la policía judicial. Durante
este tiempo, el padre, los amigos, trabajadores del club y huéspedes
se dedicaron a buscar a la niña. A las 2.00 horas de la madrugada,
los agentes de la policía judicial inspeccionaron el apartamento
de los McCann. Hasta entonces, los mellizos seguían durmiendo.
Versión
de la BBC
El matrimonio McCann se reunió con sus amigos en el bar de tapas
a las 20.40 horas. A las 21.05 horas Gerry McCann, según su testimonio,
subió al apartamento y comprobó que los niños estaban
bien. Poco después, a las 21.30 horas, el doctor Oldfield dice
que volvió a comprobar el estado de los menores. Finalmente, a
las 22.00 horas, Kate McCann entró en el apartamento y se encontró
con que su hija había desaparecido y que la ventana y la contraventana
del dormitorio estaban abiertas. Kate afirmó que la policía
había sido avisada diez minutos después de que descubriera
la desaparición, según recoge la BBC.
Versión
de The Guardian
A las 18 horas, los McCann recogieron a sus hijos de la guardería
del Ocean Club y a las 19.30 horas los acostaron. Llegaron al restaurante
a las 20.30 horas. Quince minutos después, a las 20.45 horas, aparecieron
Russell O'Brien, Matthew y Rachael Oldfield. Y a las 21.00 horas llegaron
David y Fiona Payne. Entonces, Gerry McCann fue al apartamento a ver como
estaban sus hijos. Tardó cinco minutos y en el camino de vuelta
al restaurante se encontró con un productor de televisión
británico, al que conoció en las canchas de tenis, y se
quedó hablando con él unos veinte minutos.
A las 21.10 horas llegó al resturante Jane Tanner. Dijo que se
había encontrado por el camino con Gerry y el productor y explicó
que había estado cuidando de uno de sus hijos que estaba enfermo.
A las 21.25 horas, cuando Gerry McCann regresó al restaurante,
Matthew Oldfield y Russell O'Brien se fueron. Mattew fue a ver a sus hijos
y al apartamento de los McCann y Russell, a su apartamento, donde dijo
encontrarse con su hija vomitando.
Matthew Oldfield regresó al restaurante a las 21.35 horas y Russell
O'Brien, a las 21.55 horas. A las 22.00 horas, Kate McCann fue a su apartamento
y descubrió que su hija había desaparecido.
(Según esta versión, el Tapas Bar debió ser aquella
noche una especie de camarote de los Hermanos Marx).
La
búsqueda
La noche del 3 de mayo, medio centenar de personas se dedicaron a buscar
a la niña hasta el amanecer y al día siguiente se sumaron
a la búsqueda centenares de voluntarios. Pero Madeleine no aparecía
y días después los padres empezaron a hacer llamamientos
en los medios de comunicación para encontrarla.
El 15 de mayo, la Policía Judicial portuguesa declaró oficialmente
a Robert Murat sospechoso de la desaparición de la menor. Murat
es un británico de 33 años que reside cerca de los apartamentos
del Ocean Club. Cuando se dio a conocer la noticia de la desaparición,
Murat ofreció sus servicios como traductor a la policía
portuguesa y la familia. Parece ser que a algunos periodistas británicos
les pareció sospechoso su comportamiento y avisaron a la policía.
Los padres pusieron en marcha una campaña de búsqueda que
ha alcanzado una increíble repercusión mundial, sólo
comparable a la del secuestro del hijo de Lindbergh. Los familiares acuden
al Parlamento Británico y hablan con los medios del Reino Unido.
Los padres viajan a Gran Bretaña, España, Marruecos, Alemania,
Holanda, Estados Unidos y el Vaticano. La imagen del Papa bendiciendo
una foto de Madeleine da la vuelta al mundo. Venden pulseras, pósters
y camisetas, sueltan globitos en la calle, se entrevistan con ministros
y embajadores, David Beckham les graba un vídeo, la autora de Harry
Potter y otros millonarios ofrecen recompensas, entregan a los medios
fotos y vídeos de la menor con cuentagotas, conceden entrevistas
en exclusiva con las preguntas pactadas y recaudan más de un millón
de libras con su página web. Las imágenes de los padres
de Madeleine (la madre con un gato de peluche) se convierten en habituales
de los programas informativos. La iglesia de Praia da Luz, a la que los
padres suelen ir a rezar, y el Ocean Club se convierten en centros de
atención de los turistas que visitan el Algarve.
Pero la imagen de víctimas de una tragedia horrible empieza a cambiar
el 6 de junio cuando una periodista alemana se atreve a preguntarles,
por primera vez, por la irresponsabilidad de dejar a los niños
solos y por la posibilidad de que se les considerara sospechosos de la
desaparición de su hija.
Y, finalmente, todo da un vuelco a finales de julio, con la llegada de
dos perros británicos al Algarve: Keela, entrenada para detectar
cantidades minúsculas de sangre, y Eddie, entrenado para detectar
cadáveres. Al parecer, detectaron que en la habitación de
Madeleine había rastros de sangre y que había habido un
cadáver. También, que el gato de peluche y la ropa de la
madre habían estado en contacto con un cadáver. Ante lo
que Kate respondió que había estado en contacto con varios
muertos en Inglaterra antes de viajar al Portugal.
Después, algunos medios publicaron que se había encontrado
sangre de Madeleine en el maletero del coche que los padres alquilaron
25 días después de su desaparición y otros, que lo
que se encontró eran otro tipo de rastros biológicos de
la menor. Y también se dijo que los perros detectaron la presencia
de un cadáver en las inmediaciones de la iglesia de Praia da Luz
(a la que habían ido a rezar tantas veces que el cura acabó
dejándoles la llave). Aunque no hay confirmación oficial
de estos hallazgos y puede tratarse de meras especulaciones de los medios
de comunicación o de filtraciones policiales para ver la reacción
de los sospechosos.
Finalmente, el 6 de septiembre, la policía portuguesa confirmó
que ya tenía los resultados de una parte de las muestras analizadas
en Birmingham y al día siguiente, el 7 de septiembre, declaró
oficialmente a los padres de Madeleine sospechosos de homicidio negligente
y ocultación del cadáver. Se convirtieron así en
"argüidos"; es decir, en sospechosos de haber cometido
un delito. En Portugal, un testigo puede solicitar que se le considere
"argüido" si cree que los interrogatorios le incriminan.
Los sospechosos tienen el derecho a no contestar, a mentir y a estar asistidos
por un abogado durante los interrogatorios. Por otro lado, un juez puede
imponerles restricciones (de viajes,...) sin que se les llegue a acusar
formalmente.
El 9 de septiembre, el matrimonio McCann regresó al Reino Unido.
El Correio da Manhá publicó el 10 de septiembre que la Policía
Judical estaba convencida de que Madeleine murió por una agresión
o un accidente a consecuencia de haber sido sedada para dormir. Por su
parte, el abuelo materno de Madeleine, Brian Healy, explicó en
The Sun que Kate le daba a veces a la niña un medicamento que produce
somnolencia, para ayudarla a dormir.
Madeleine se ha convertido en una niña muerta para los medios portugueses
y en una desaparecida, a la que unos cretinos zulúes no encuentran,
para los periódicos sensacionalistas británicos. En Portugal
señalan básicamente supuestas contradicciones del matrimonio
y todo lo que no concuerda. Se preguntan por qué la madre no quiso
que se avisara a la policía inmediatamente, por qué la madre
no lloraba, por qué alquilaron el coche un día antes de
su programado viaje al Vaticano, adónde fueron para hacer 3.000
kilómetros con el coche,...
Mientras tanto, en el Reino Unido la pareja ha escogido como abogado al
que defendió a Pinochet (de la petición de extradición
de la Audiencia Nacional española al gobierno británico)
y en Portugal, a Rogério Alves, presidente del Colegio de Abogados.
Las hipótesis,
viva o muerta
La niña, los testigos, los sospechosos, los dueños de los
apartamentos, los perros que huelen cadáveres: son todos británicos,
hasta los análisis de los restos biológicos se hacen en
un laboratorio de Birmingham, pero el marrón le ha caído
a la policía portuguesa que tiene tanto secretismo que alimenta
a las conjeturas.
Básicamente, Madeleine McCann puede estar viva o muerta. Si está
viva, seguramente la tendrá alguien secuestrada en algún
sitio. Alguien que no ha pedido un rescate y que probablemente no pasea
con ella por la calle porque su foto ha dado la vuelta al mundo y sería
muy arriesgado. En este caso, y de ser ciertos los testimonios de la madre
y los amigos, recogidos en la BBC y The Guardian, alguien entró
en el apartamento de los McCann el 3 de mayo entre las 21.30 y las 22.00
horas y se la llevó. Lo normal habría sido que la niña
gritara o llorara al despertarse en brazos de un desconocido. Así
que, el secuestrador tendría que ser un conocido o un desconocido
que le da algo para que no se despierte (por ejemplo, cloroformo). El
secuestrador podía saber que los padres estaban cenando en el bar
o, tal vez, era simplemente un ladrón que se encontró con
que los niños estaban solos. De existir este hipotético
secuestrador, lo más probable es que tenga a la niña escondida
en un zulo construido en su casa, según las últimas tendencias
delictivas de los pederastas. (Dutroux,
Michel Fourniret, El
secuestro violación,...)
En este caso, los perros se habrían equivocado. Los padres son
unos mártires que recorrieron cientos de kilómetros desesperados,
sin rumbo. Y las contradicciones son las normales. (Cuando dos testigos
dan dos versiones idénticas suele ser porque mienten y se han preparado
lo que tienen que decir; la realidad suele salir de versiones ligeramente
contradictorias de distintos testigos que la perciben de distinta manera).
Aunque parezca un poco complicada la opción del secuestro sin rastro,
en media hora, hay casos reales todavía más audaces. El
1 de marzo de 1932, un carpintero alemán que vivía en el
Bronx cruzó el jardín de la casa de Charles Lindbergh con
una escalera, entró por la ventana del dormitorio de su hijo y
se llevó al bebé de la cuna, mientras los padres charlaban
en la planta inferior de la vivienda y la casa estaba llena de criados.
Era el hijo de un héroe, el primer hombre que sobrevoló
el Atlántico en solitario, y una millonaria, y su secuestro y asesinato
se convirtió en el Crimen del Siglo. Al principio, los investigadores
pensaron que el secuestrador tenía que estar compinchado con alguien
de la casa, y una criada que no soportó los interrogatorios acabó
suicidándose. Otro osado más actual es el Violador del Albergue,
Francisco Arce Montes,
que durante dos décadas se dedicó a colarse por la noche
en albergues de Gran Bretaña, Holanda, Francia y España,
para violar a niñas que estaban de excursión y solían
compartir habitación con otras menores. Así que, también
podía haber un pederasta en el Algarve que se dio cuenta de que
los matrimonios bajaban todas las noches al bar sin los niños e
incluso conocía la asiduidad con la que acudían a los apartamentos
mientras cenaban.
La otra opción,
a la que apunta el olfato de los perros ingleses, es que la niña
esté muerta. Si está muerta, la pudo matar un desconocido
o un conocido. La pudo matar ese hipotético ladrón que entró
en el apartamento de los McCann o un violador pederasta que quería
evitar que le identificara,... En cuanto a la desaparición del
cadáver, el oeste del Algarve es una zona llena de posibilidades
con kilómetros de enormes acantilados y el Parque Natural do Sudoeste
Alentejano e Costa Vicentina.
Pero también pudo haberla matado un conocido: los padres, como
sospecha la policía portuguesa, o sólo la madre o alguno
de los amigos del matrimonio. Si la niña se cayó por una
escalera, se electrocutó o se cortó con un cuchillo no tiene
ningún sentido que los padres escondieran el cadáver. Y
si la mataron porque querían matarla podían haber escogido
otras opciones más sencillas que no habrían puesto de manifiesto
la irresponsabilidad de dejar solos en casa a tres niños menores
de cuatro años.
De todas formas, si Madeleine murió y los responsables de la muerte
son los padres, los hechos pudieron suceder de muchas maneras. De momento,
la opción que parece más factible, entre todas las recogidas
en los medios de comunicación, es que la niña muriera porque
le dieron sedantes para dormir porque en este caso tendrían una
razón extra para esconder el cadáver, ya que si se descubriese
que medican a los niños para que duerman, mientras ellos están
en el bar, con sustancias contraindicadas para menores a las que tienen
acceso por su condición de médicos, no sólo se pueden
enfrentar a ir a la cárcel, sino que además podrían
perder la custodia de sus otros hijos y ser inhabilitados para ejercer
la medicina.
En cuanto a la desaparición
del cadáver, si fueron los padres quienes lo ocultaron, hay también
muchas opciones posibles: tirarlo al mar, enterrarlo, esconderlo en una
casa abandonada, guardarlo un tiempo en el apartamento,... Si, como dicen
algunos periódicos, el cadáver de Madeleine estuvo en el
maletero del coche que los padres alquilaron 25 días después
de su desaparición, el cuerpo de la niña tendría
que haber estado escondido en algún otro sitio durante ese tiempo.
Los cuerpos en descomposición huelen muy mal y se llenan de bichos,
así que para poder guardarlo en el apartamento durante ese tiempo
tendrían que haber hecho algo (congelarlo, momificarlo,...). Y
para meter a una niña en un congelador normal de una nevera de
un apartamento turístico hay que descuartizarla, y para descuartizar
o momificar a alguien hace falta espacio, herramientas y sustancias, que
la gente normal no lleva cuando va de vacaciones y que, por lo tanto,
tendrían que haber comprado en el Algarve, corriendo el riesgo
de que el dependiente hable con la policía. Además, esta
opción tampoco cuadra porque los padres viajaron a Fátima
una semana antes de que alquilaran el coche y habría sido una temeridad
irse de viaje dejando un cadáver en una maleta o en un congelador.
La principal duda que plantea la posibilidad de que el cadáver
de la niña pasara por el maletero del vehículo es: ¿Por
qué tardaron 25 días en alquilar un coche que necesitaban
para deshacerse de un cadáver? Una posible respuesta es que el
cuerpo estuviera en un buen escondite del que por alguna razón
había que moverlo pasado ese tiempo. (Por ejemplo, enterrado en
un solar al que empezaron a llegar obreros y maquinaria 25 días
después).
Por otro lado, es posible que por el coche nunca hubiera pasado ningún
cadáver. En este caso, si Madeleine murió y los padres ocultaron
el cuerpo, la madre pudo, simplemente, tirarlo al mar. La madre pudo entrar
en el apartamento y encontrarse con que la niña había muerto.
Ofuscada por el alcohol, pudo pensar que los podían meter en la
cárcel en Portugal, que se podían quedar sin trabajo y sin
sus otros hijos, que tendrían que enfrentarse a los medios de comunicación
y a sus familiares como los médicos irresponsables que drogan a
sus hijos para irse al bar,... Ante esto, tal vez, pensó que ya
no se podía hacer nada por ella y que lo mejor para todos era deshacerse
del cuerpo y hacer ver que la había matado o secuestrado un pederasta.
Entonces, pudo coger el cadáver en brazos, bajar a la playa (que
está a cinco minutos andando de los apartamentos) y tirar el cuerpo
al Océano Atlántico desde la explanada de rocas que está
al lado de la iglesia, por ejemplo. (Lo normal es que un cadáver
arrojado al lado de una playa aparezca pronto, pero no siempre. En septiembre,
por ejemplo, desapareció un surfista en una de las playas de la
zona delante de sus amigos). En este caso, podría ser que el padre
no supiera nada de lo que pasó.
De todas formas, de momento, no se ha dado a conocer la existencia de
ninguna prueba fehaciente de que la niña haya muerto y lo único
que hay es el olfato de unos perros ingleses que se pueden equivocar.
Por cierto, ¿los perros ingleses son capaces de detectar un cadáver
que sólo lleva muerto media hora?
Los avistamientos
Durante este tiempo hay testigos que han asegurado haber visto a Madeleine
en Malta, Bélgica, Marruecos y Argentina. Cuando desaparecieron
las niñas de Alcasser en España también había
un montón de ciudadanos que decían haberlas visto por toda
España y que llamaban al programa de televisión que las
buscaba. Había tanta gente que las veía tomando cafés
y paseando por plazas, que cuando llamaban varias personas de un mismo
sitio, parecía que era verdad que habían estado allí.
Pero, al final, lo que aparecieron fueron sus cadáveres y se comprobó
que las niñas habían muerto la noche de su desaparición
y que, por lo tanto, no habían podido estar tomando café
en ningún sitio.
De igual manera, todos los avistamientos anunciados de Madeleine pueden
ser falsos. De entrada, están aplicando el mismo criterio: cuando
un par de testigos coinciden en decir que la han visto en una misma localidad,
se dice que ha podido estar allí. Aparentemente, la posibilidad
de que haya personas que realmente ven a una niña desaparecida,
por cuya localización se paga, además, más de tres
millones de euros, y la dejan marchar, sin siquiera seguirla para ver
donde la llevan, parece algo difícil de creer. No se sabe si las
personas que mienten al asegurar que han visto a un desaparecido son simplemente
tontas o si lo que quieren es hacerse famosas o si se trata de personas
con buena voluntad a las que el deseo de encontrar al desaparecido les
produce alucinaciones (como el oasis en el desierto). En este caso, aunque
hay muchas niñas rubias con pelo liso, Madeleine es muy fácil
de identificar porque tiene una mancha marrón en el ojo derecho.
La repercusión
informativa
La historia se ha convertido en una telenovela de misterio por capítulos
que se retransmite en todos los países a la vez, y ahora todo el
mundo especula y quiere saber como acaba, todo el mundo quiere conocer
al criminal. (En realidad, después de los capítulos estrella
de los perros que huelen que en un sitio hubo un cadáver y las
acusaciones de la policía portuguesa al matrimonio McCann, lo que
quiere saber la gente es si fueron los padres o no).
En la RTP (Radio e Televisao de Portugal), algunos periodistas analizaron
a finales de septiembre el porqué de la repercusión del
caso. Contaron que empezaron retransmitiendo sus llamamientos por ayudarles
a encontrar a la niña y que el público se sintió
identificado con los padres porque parecían gente normal. Eran
unos médicos ingleses de vacaciones en el Algarve, por lo que parecía
que ese horror de la desaparición de su hija le podía pasar
a cualquiera. Después, los padres se dedicaron a crear una noticia
cada dos o tres días (un día tiraban globos de colores,
otro vendían pulseras, distribuían fotos y vídeos
de la niña con cuentagotas, se entrevistaban con autoridades...),
con lo que consiguieron seguir llamando la atención sobre el caso,
hasta el punto en el que todos los telespectadores conocían la
historia y demandaban más información, querían saber
cómo acababa. Y como muchas veces no había más información
porque la policía portuguesa seguía sin decir nada, los
periodistas explicaron en la RTP que, al final, tuvieron que crearla ellos,
y la historia acabó convirtiéndose en un culebrón
diario con especulaciones y testimonios de forenses, expertos en pedofilia,
en corrientes marinas,...
Los propios periodistas se preguntaban cómo se pudo llegar al extremo
de que el telediario de la televisión nacional portuguesa se adelantara
para retransmitir el regreso del matrimonio McCann al Reino Unido. Al
fin y al cabo, es sólo la historia de una niña que desaparece,
como la de decenas de niños que desaparecen cada día en
el planeta (aunque no todos son hijos de médicos británicos).
Es posible que el caso se acabe estudiando en las facultades como ejemplo
de campaña publicitaria. De momento, Gerry McCann ya ha participado
en una conferencia en Escocia sobre los medios de comunicación.
Cronología
de la desaparición
22 horas, 3 de mayo.-
La madre de Madeleine dice que alguien se ha llevado a su hija.
5 de mayo.- Los padres piden ayuda en los medios de comunicación
para encontrar a su hija. Una tía de Madeleine critica a la policía
portuguesa.
12 de mayo.- Los padres vuelven a pedir ayuda en los medios con
motivo del cuarto cumpleaños de la niña.
15 de mayo.- Declaran oficialmente a Robert Murat como sospechoso
de la desaparición de la menor.
17 de mayo.- Familiares de Madeleine acuden al Parlamento Británico
para pedir ayuda a los diputados. Ponen en marcha la web: www.findmadeleine.com.
20 de mayo.- La página web dedicada a la búsqueda
de la menor ha tenido más de 75 millones de entradas. Circula un
e mail por internet, de origen desconocido, en el que se pide un minuto
de silencio por la desaparición de la menor el 21 de mayo al mediodía.
22 de mayo.- Los padres de Madeleine van a rezar a Fátima.
24 de mayo.- El embajador británico visita al matrimonio
McCann. Sky News ha instalado un equipo de televisión en la zona.
Ponen a la venta pulseras verdes y amarillas para recordar a la menor.
25 de mayo.- Los padres distribuyen la última fotografía
que tomaron de la niña. Dicen que no consideran la hipótesis
de volver a Gran Bretaña sin Madeleine. La policía portuguesa
pide información sobre un hombre caucasiano, de unos 35-45 años
y 1,75 metros que, según Jane Tanner, una de las amigas de los
McCann, llevaba algo en brazos la noche de la desaparición, que
podía ser un niño u otra cosa.
28 de mayo.- Alquilan un coche.
29 de mayo.- La pareja va a ver al Papa porque dicen que necesitan
orientación espiritual. Explican que la visita les servirá
para volver con energías renovadas y más unidos. Salen sobre
las 17.00 horas del aeropuerto de Faro en un avión privado que
les ha dejado un millonario británico, acompañados por seis
periodistas y el portavoz de la familia.
30 de mayo.- El Papa bendice una foto de la niña en la Plaza
de San Pedro.
1 de junio.- Se entrevistan en Madrid con el ministro de Interior
español.
4 de junio.- Los padres piden que el nuevo libro de Harry Potter
lleve un marcador de páginas con la foto de la menor.
6 de junio.- El matrimonio McCann concede una rueda de prensa en
Berlín. Por primera vez un periodista se atreve a preguntarles
por la irresponsabilidad de dejar a los niños solos y por la posibilidad
de que se les considere sospechosos de la desaparición de su hija.
Las preguntas las hizo Sabina Mueller, una periodista de una emisora de
radio alemana. Kate McCann contestó que eran padres responsables
y que nunca nadie los consideró sospechosos, y mucho menos la policía
portuguesa, según el canal de televisión portugués
SIC.
8 de junio.- The Times critica a los inspectores de la policía
judicial portuguesa porque dicen que tienen dos horas para comer y que
beben alcohol con el almuerzo. El inspector Olegário Sousa, portavoz
de la policía judicial en el caso Madeleine, responde que las personas
que trabajan necesitan comer, dormir y descansar.
10 de junio.- Los McCann viajan a Marruecos.
18 de junio.- Kate dice que está valorando la posibilidad
de dejar la medicina para dedicarse a la lucha contra la pedofilia y el
tráfico de menores.
21 de junio.- Varias personas dicen haber visto a la menor en Malta.
3 de julio.- Los padres dan una entrevista a diversos medios de
comunicación para que no se olvide el caso.
17 de julio.- Sale a la venta el último libro de Harry Potter
con un póster de Madeleine.
22 de julio.- Gerry McCann viaja a Estados Unidos.
3 de agosto.- Testigos dicen haber visto a Madeleine en Bélgica.
4 de agosto.- Perros ingleses (dos english springer spaniel) detectan
la presencia de un cadáver en el apartamento de los McCann y de
posibles rastros de sangre. Eddie ha sido entrenado para identificar el
olor de cadáveres.
6 de agosto.- Los perros encontraron también restos de sangre
en una pared del apartamento, según el Jornal de Notícias.
7 de agosto.- En un laboratorio de Birmingham analizan posibles
restos de sangre recogidos en el apartamento.
8 de agosto.- Las investigaciones se centran en el círculo
familiar por escuchas telefónicas y correos electrónicos
interceptados, publica el Diário de Notícias que, además,
afirma que hay contradicciones en las declaraciones de los testigos. Por
su parte, SIC televisión recoge que la policía valora la
posibilidad de que el cuerpo de Madeleine fuera arrojado al mar.
10 de agosto.- La Asociación Sindical de Trabajadores de
Investigación Criminal estudia la posibilidad de demandar a periódicos
británicos, como los sensacionalistas The Sun o el Daily Mail,
por sus críticas a la Policía Judicial portuguesa.
11 de agosto.- Olegário Sousa explica en la BBC que la niña
podía estar muerta.
12 de agosto.- Más del 70 por ciento de los británicos
consideran que fue un error de los padres dejar a la niña sola,
según una encuesta publicada por el Sunday Times.
18 de agosto.- Gerry participa en una conferencia en Escocia sobre
la industria de los medios de comunicación.
22 de agosto.- Se da a conocer que antes de la desaparición
de Madeleine varios turistas habían denunciado que les habían
desaparecido diversos objetos de valor de los apartamentos durante su
ausencia, sin que se hubieran forzado las puertas.
30 de agosto.- Scotland Yard llega al Algarve.
31 de agosto.- Los McCann demandan al periódico portugués
Tal & Qual por publicar que la policía sospecha que ellos mataron
a su hija.
6 de septiembre.- La policía confirma que ya tiene los resultados
de una parte de los análisis de Birmingham.
7 de septiembre.- La policía portuguesa declara oficialmente
a los padres de Madeleine como sospechosos de homicidio negligente y ocultación
del cadáver.
9 de septiembre.- El matrimonio McCann regresa al Reino Unido.
10 de septiembre.- Contratan a Michael Caplan, un abogado carísimo
que defendió a Pinochet.
13 de septiembre.- Brian Adams retira la música que había
cedido a la web.
15 de septiembre.- La familia prepara una campaña para lavar
su imagen en la que gastarán entre 70.000 y 100.000 euros, según
SIC televisión.
18 de septiembre.- Clarence Mitchell deja su cargo de director
de la unidad de seguimiento de medios del gobierno laborista para dedicarse
a dirigir la campaña de los McCann.
21 de septiembre.- Contratan al presidente del Colegio de Abogados
en Portugal.
26 de septiembre.- Unos turistas españoles dicen haber visto
a Madeleine en Marruecos y entregan a las autoridades una foto desenfocada
de una niña rubia con pelo liso que resulta ser una niña
marroquí.
2 de octubre.- El gobierno portugués cesa al coordinador
de la investigación, Gonçalo Amaral, por comentar en el
Diario de Notícias que la policía inglesa sólo investiga
pistas e informaciones preparadas por los McCann, lo que ellos quieren
y les conviene. (Amaral comentaba una noticia de la prensa británica
sobre un e- mail recibido por el Príncipe Carlos en el que se acusaba
a una ex empleada del Ocean Club de la desaparición de la menor).
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