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/ revista trimestral de crítica de crímenes / número 20- julio 2007
Estafa,
timo y falsificación
Escarabajos
que detectan el cáncer
Andrea.
La policía de San Francisco (EE.UU.) ha advertido a la población
de una estafa que utiliza un escarabajo como forma de detección
y cura del cáncer a cambio de dinero. La última víctima
fue una mujer mayor que paseaba en abril por Chinatown, y que fue interceptada
por una mujer asiática que le preguntó si sabía dónde
había una peluquería. Mientras las dos mujeres hablaban,
se acercó otro hombre, y en ese momento la mujer asiática
sacó un escarabajo vivo y un bote de cristal con agua, metió
al animal en el bote y lo agitó hasta que el agua se oscureció.
Entonces, le dijo a la víctima que eso indicaba que tenía
cáncer. Después, agitó otra vez el bote y el agua
se volvió clara otra vez. Según la estafadora, eso era señal
de que su cáncer era curable y le pidió 100.000 dólares
USA en concepto de agradecimiento por anticipado a cambio de curarla.
La víctima aceptó y fue con sus estafadores en coche a un
primer banco en el que no pudo sacar la cantidad exigida y después
a otro en el que tuvo mejor suerte y pudo darles 2000 dólares a
sus curadores.
Carterista
internacional se pasa al "Timo de la Herencia"
Esther.
La mujer se acercaba a personas mayores en la península y les explicaba
que venía desde Gran Canaria para repartir la herencia de su padre
en obras benéficas. Pero tenía prisa y no podía permanecer
más tiempo fuera de la isla, así que buscaba por la calle
a personas solventes que se encargaran del reparto de la herencia a cambio
de una compensación económica. Cuando la víctima
enseñaba dinero para demostrar su solvencia, la mujer y su cómplice
se lo quitaban y se iban. Se le conoce como el timo de la "Herencia"
o de la "Caridad".
La policía española detuvo en junio a un profesional de
la materia, José María B.F., de 73 años, y a María
Pilar G.N., de 34, en Santander. Según los investigadores, José
María fue carterista internacional en la década de los años
sesenta, y le llegó a detener en dos ocasiones la Interpol. Se
cree que en los años ochenta empezó a dedicarse a los timos.
Cuando le detuvieron estaba reclamado por once juzgados de diferentes
ciudades de España y su compinche, por tres.
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