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/ revista trimestral de crítica de crímenes / número 18- enero 2007
Estafa,
timo y falsificación
Encarcelan
a resucitador por estafa
Esther.
Un juzgado
de Moscú (Rusia) ha denegado en noviembre la petición de
libertad condicional del visionario Grigori Grabovoi, que está
acusado de estafa. En abril le detuvieron por timar a once personas que
le pagaron para que resucitara a parientes fallecidos o curara a enfermos
terminales. El fiscal dice que Grabovoi creó una especie de secta
piramidal. Al parecer, los acólitos se encargaban de reclutar gente
para asistir a unos seminarios y cursos que impartía el acusado.
Los asistentes debían pagar unos 60 euros por ir a una charla colectiva
y unos 1.150, por cursos personalizados, según la acusación.
Los que captaban a nuevos ingenuos se llevaban un diez por ciento de su
inscripción a los cursos. Al parecer, el acusado también
vendía folletos con sus enseñanzas y vídeos a unos
60 euros el ejemplar. Apoyado por los miembros del DRUGG (el partido de
Divulgadores Voluntarios de la Doctrina de Grigori Grabovoi), el gurú,
que dice ser Jesucristo II, habla de cosas como la transformación
de la esfera del tiempo en una estructura cúbica.
Entre sus supuestas víctimas están las madres de los niños
asesinados en la escuela de Beslán, a las que les prometió
la resurrección de sus vástagos por la módica suma
de 1.000 euros por niño. Al parecer, Grabovoi ha creado un sistema
de reencarnaciones muy ventajoso (para el resucitador) en el que sólo
hay tres opciones: el muerto resucita en otro lugar del planeta, en otro
cuerpo distinto o, simplemente, no resucita porque no le da la gana, por
lo que tampoco en este caso hay que devolverle el dinero al pariente.
Así que, las posibilidades de afrontar reclamaciones por una resurrección
incumplida se reducen al mínimo. Cuando le preguntan por qué
no hizo nada por salvar la vida de los niños que fallecieron tras
el secuestro de la escuela, parece ser que contesta que estaba demasiado
ocupado salvando a la tierra de dos satélites con armamento nuclear
que iban a caer sobre el planeta. Algunos seguidores han llegado a firmar
ante notario que el visionario había resucitado a sus parientes,
que se encuentran en una misión especial en otro lugar del globo,
según ellos.
Grabovoi es un vendedor de ilusiones, cuyas enseñanzas son una
mezcla de doctrinas cristianas, numerología y magia negra. Sus
detractores dicen que utiliza técnicas de control mental, empleadas
normalmente por los Servicios Secretos. Según Pravda, cuando le
detuvieron ofreció sus poderes paranormales a uno de los policías
que le custodiaban, para convertirlo en ministro de Defensa, y le comentó
a los investigadores que puede ser libre como un pájaro cuando
quiera gracias a su habilidad para la teletransportación.
En su web www.grigori-grabovoi.ru figura que nació el 14 de noviembre
de 1963 en Bogara, Kazakhstan, y que obtuvo la licenciatura en Matemáticas
y Mecánica en 1986 por la Universidad de Tashkent. Explica, entre
otras cosas, que es capaz de convertir cualquier tipo de información
en formas geométricas, que tiene facultades adivinatorias y que
ha curado a cientos de personas con su mera presencia.
Falso
fotógrafo publicitario embauca a Cartier
Andrea. Algunos
criminales pueden usar su simpatía y encanto para ganar dinero
sin tener que trabajar ni atacar físicamente a nadie. Ese es el
caso de Wayne Fyffe, un británico de 35 años, a quien condenaron
en octubre a seis años de cárcel por diversas estafas, todas
ellas cometidas con mucha amabilidad. Una de ellas consistió en
convencer a la empresa de diamantes De Beers y a la joyería Cartier
de que le prestaran algunas joyas, con el argumento de que se usarían
en un reportaje fotográfico para una revista de Estados Unidos.
Fyffe fue arrestado en Londres después de la detención de
su novia y madre de su hijo, Holly Maynard, quien había viajado
a Estados Unidos a vender la novela de Ian Fleming "Casino Royale"
(la primera edición, firmada), que Fyffe había adquirido
con un cheque falso por 12.000 libras esterlinas.
En otros timos consiguió zapatos de diseño valorados en
8.000 libras, guitarras caras y obras de arte. Sus víctimas aseguran
que era un hombre encantador y que sus historias eran muy verosímiles.
Cargan
deudas de la empresa a empleados sin contrato
Esther.
La Guardia Civil detuvo en noviembre a 23 personas en Santa Cruz de Tenerife
(España) por estafar más de cuatro millones de euros a la
Seguridad Social en los últimos diez años. Los detenidos
utilizaban una empresa para blanquear el dinero que generaban otras 17
empresas de hostelería: catorce restaurantes, puticlubs y una empresa
de catering sin licencia, que podía haber utilizado alimentos caducados,
según la Guardia Civil.
Al parecer, muchos trabajadores de la empresa no estaban dados de alta
en la Seguridad Social y no tenían contrato ni permiso de trabajo.
Cuando alguno necesitaba los papeles para pedir un crédito a un
banco, la oficina de Recursos Humanos de la empresa se encargaba de falsificarle
las nóminas y le cobraba por ello, según los investigadores.
Además, se cree que a veces no pagaban a los trabajadores o les
descontaban de su sueldo los días que habían estado de baja
o las vacaciones.
La trama se descubrió a raíz de la denuncia de un trabajador
que encontró su nombre en el Boletín Oficial de Tenerife
como deudor de 500.000 euros a la Seguridad Social, una deuda que el trabajador
decía desconocer. Parece ser que ponían como administradores
únicos de las empresas a trabajadores sin su conocimiento, por
lo que las deudas contraidas figuran a nombre de éstos.
Los detenidos están acusados de asociación ilícita,
blanqueo de capitales, un delito continuado de defraudación a la
Seguridad Social, falsificación documental, delitos contra los
derechos de los trabajadores y encubrimiento. Son doce españoles,
cuatro argentinos, tres marroquíes, un rumano, un pakistaní,
un polaco y un húngaro.
"Quiero
ser artista"
Esther.
La policía de Costa Rica ha detenido en octubre a dos nicaragüenses
acusados de estafar más de 150.000 euros a varios jóvenes
que querían ser modelo. Según las investigaciones, los detenidos
explicaban a las víctimas que tenían muchas posibilidades
en el mundo de la moda y les pedían dinero para las fotos y los
vídeos que debían hacerles, con la promesa de que lo podrían
devolver con el primer desfile. Los desfiles nunca llegaron, y algunas
víctimas siguen pagando los créditos que tuvieron que pedir
para entregarles las cantidades.
Por otro lado, en noviembre, la policía española ha detenido
a un joven por hacerse pasar por distintos profesionales de la televisión,
el cine y la moda para ofrecer falsos trabajos a mujeres jóvenes,
a través de anuncios en páginas web. Parece ser que a una
de las chicas le dijo que tenía que dejarse examinar totalmente
desnuda por un preparador físico para ver sus cualidades como modelo.
Se cree que el hombre ha podido contactar con miles de mujeres en los
últimos tres años. Según los investigadores, antes
se dedicaba a hacerse pasar por productor de cine para convencer a las
víctimas de que ensayaran escenas de cama con él. Le detuvieron
por ese motivo en 2003.
Los castings- estafa (Adegüello,
enero 2004)
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