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/ revista trimestral de crítica de crímenes / número 17- octubre 2006
Candidato
al premio Moriarty
Detienen
a la Asesina de Ancianas de Barcelona
Andrea. Un juez ha decretado prisión
sin fianza para Remedios Sánchez Sánchez, una gallega de
48 años, nacida en San Cristovo de Dormeá (Boimorto, A Coruña),
conocida como la presunta Asesina de Ancianas de Barcelona. Está
acusada de cuatro delitos de asesinato, cinco intentos, ocho robos con
violencia y un intento, cometidos entre el 24 de mayo y el 1 de julio
de 2006. Se cree que la detenida, que trabajaba de cocinera en un bar,
se acercaba a mujeres mayores en plazas, iglesias y mercados. Después
de un tiempo, se ganaba su confianza para que la dejasen entrar en sus
casas, momento en que las asesinaba y se llevaba su dinero y otros objetos,
según los investigadores. Dicen que golpeaba y estrangulaba a sus
víctimas. Aunque la policía cree que su único móvil
era el dinero, el hecho de que se hayan encontrado objetos sin valor pertenecientes
a las víctimas en su domicilio, no encaja del todo con esa teoría.
Remedios, quien era conocida por su afición o más bien adicción
al juego, tenía incluso prohibida la entrada a varios casinos de
la ciudad, a petición propia. Al parecer, fue su incapacidad de
dejar este vicio lo que la llevó a separarse de su primer marido
y a dejar a sus dos hijos con él. En todo caso, aunque no podía
entrar a los casinos, había trasladado su afición a los
bingos y a las maquinas tragaperras de los bares. La presunta asesina
en serie no ha querido decir ni una palabra al juez, ni siquiera su nombre,
e incluso se ha negado a participar en una rueda de reconocimiento para
que las víctimas pudiesen identificarla. De todas formas, tampoco
serviría de mucho porque su cara ya ha salido en todos los medios
de comunicación.
Fiel a su afición, Remedios -que fue reconocida por dos de sus
víctimas y por conocidos de las fallecidas, gracias a su acento
gallego y una cicatriz que tiene en la mano- fue detenida el 4 julio,
mientras se gastaba el dinero en un salón recreativo.
La gallega parece una imitadora de la Mataviejitas mexicana y hasta tienen
un cierto parecido físico y la misma edad. A Juana
Barraza, la Mataviejitas, la detuvieron en enero de 2006 acusada de
48 asesinatos de mujeres de la tercera edad en México D.F. Por
lo general, se vestía de enfermera para ganarse la confianza de
sus víctimas, a las que asesinaba y después robaba, según
la policía. Así que, es posible que a la gallega se le haya
ocurrido la idea de matar a ancianas para conseguir efectivo tras enterarse
de la historia de la mexicana.
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