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bimensual de crítica de crímenes / número 5- septiembre
2004
Crítica
de crímenes
"Unas voces me decían que comiera carne humana"
Juanma.
Marc Sappingon mató a tres personas en 2001 y se comió frita
la pierna de una de ellas. En julio ha hecho una declaración en
vídeo, de una hora de duración, en la que asegura que oía
voces dentro de su cabeza que le decían que moriría si no
comía carne humana. La cinta ha sido vista durante el juicio que
decidirá sobre su caso.
Las voces las oía después de fumar PCP, una droga alucinógena.
Cuando no fumaba, no oía voces, pero cuando las oía debían
de ser muy convincentes, ya que bajo su influencia Marc mató a
tres conocidos, de 25, 22 y 16 años, con la intención de
comer su carne y salvar la propia vida, aunque a los dos primeros no pudo
comerles nada porque se asustó y huyó por miedo a ser detenido.
Primer crimen
La primera víctima fue un amigo de 25 años que tuvo la ocurrencia
de pasar a visitar a Marc cuando éste se encontraba en pleno delirio.
Marc lo apuñaló con un cuchillo de cocina y se disponía
a beber su sangre cuando se le ocurrió que los vecinos podían
haberle visto. Muy razonablemente, lo que hizo fue cargar con el cadáver,
meterlo en el coche en el que llegó la víctima y llevárselo
a Kansas City (EEUU), donde abandonó el vehículo en un aparcamiento.
Es lo que hacen todos los que sospechan que los vecinos les están
viendo. Después volvió a su casa en taxi. Con tanta tarea
de hábil ocultamiento, no tuvo tiempo de comer ni beber.
Animado por tan buenos resultados, Marc volvió a fumar PCP y oyó
de nuevo las voces. Siempre tan natural, fue a visitar a un amigo que
vivía con su mujer, su madre y un hermano, a ver si pillaba algún
bocado. Le dijeron que el amigo estaba dormido y se marchó, pero
aprovechó para robar un cuchillo de la cocina, porque había
olvidado llevar el suyo.
Para pasar el rato, siguió fumando y oyendo voces. Esta vez las
voces le dieron un plazo concreto: "Si no comes carne humana, morirás
en seis o siete horas".
Como se ve, el tiempo apremiaba. Marc puso la alarma de su reloj para
saber el tiempo que le iba quedando y se fue a acechar la casa del amigo.
De madrugada, salió el hermano, de 22 años, y Marc lo apuñaló
por la espalda con el cuchillo robado en la cocina. La víctima
se subió a su coche e intentó huir, pero estaba muy malherida
y chocó contra un poste. Marc pensó que el accidente atraería
gente y decidió huir, pero esta vez tuvo una idea: le arrancó
al muerto parte de la camisa ensangrentada, con intención de ir
chupando sangre y ganar tiempo.
A eso de las 7 de la mañana, Marc engatusó a un chaval de
16 años y le invitó a su casa a fumar Marihuana. Se lo llevó
al sótano y allí le pegó un tiro. Por fin pudo beber
sangre a placer, lamiéndola del suelo. Le dieron ganas de vomitar,
pero aún tenía que comer si quería salvar la vida.
Intentó comerse una pierna cruda, pero tuvo problemas de dureza
y subió a la cocina a freirla. Una vez frita, se comió casi
toda la pierna.
Mientras pasaba todo esto, la madre de Marc estaba en la casa, durmiendo
y sin enterarse de nada. Cuando la madre se levantó y se marchó
a trabajar, Marc cogió un hacha, bajó al sótano y
troceó meticulosamente el cadáver para tener carne en la
nevera y no verse obligado a matar más. Como pueden comprobar,
la experiencia le iba volviendo más metódico.
Dos días después fue detenido cuando paseaba tranquilamente
por la calle, convencido de que todo estaba solucionado. Ahora está
siendo juzgado y el jurado ha podido ver y oír su declaración
en vídeo (¿Por qué demonios no declara en persona?
¿Hay problemas con la camisa de fuerza?).
Las mujeres de los ogros
Juanma.
De algo ha servido la condena a treinta años impuesta a Michelle
Martin, la ex mujer del torturador belga Marc
Dutroux: otra esposa cómplice de torturas y asesinatos similares
ha denunciado a su marido, el francés Michel Fourniret, que hasta
el momento ha confesado haber asesinado a nueve mujeres.
Monique Olivier, de 55 años, decidió denunciar los crímenes
de su marido, escarmentada por la pena que le ha caído a la ex
mujer de Dutroux. Y tenía mucho que denunciar.
La historia, además de aterradora, es rocambolesca. Hay incluso
un tesoro, supuestamente amasado por un grupo terrorista, del que Fourniret
se apoderó tras asesinar a la mujer de un ex compañero de
cárcel, que era su "propietario". Tras hacerse con el
botín, Fourniret invirtió parte del mismo en la compra de
una finca en las Ardenas, a 12 kilómetros de la frontera entre
Francia y Bélgica. Con esta base de operaciones tan conveniente,
inició a finales de los ochenta una carrera criminal, como asesino
en serie, que pone los pelos de punta.
Monique, su mujer, le atribuye una docena de asesinatos, y él ha
confesado nueve hasta ahora, pero la policía va a reinvestigar
hasta 30 muertes y desapariciones sin resolver, por si tuviera relación
con algunas de ellas.
La caza Era
un hombre metódico. Según sus propias declaraciones, "necesitaba
cazar vírgenes dos veces al año". Antes de salir "de
caza" (la expresión que él usa), cavaba las tumbas
para las futuras víctimas. Secuestraba jovencitas con la ayuda
de su mujer, que actuaba como gancho para ganarse la confianza de las
niñas y lograr que subieran al coche. Se las llevaba a la finca,
las violaba, las estrangulaba y después las enterraba en las fosas
ya preparadas, de unos tres metros de profundidad.
Si resulta difícil comprender la conducta de estos secuestradores,
torturadores, violadores y asesinos, más incomprensible todavía
resulta la actitud de sus mujeres, que por lo visto no participan de los
placeres de la tortura pero están dispuestas a transigir e incluso
colaborar en los desahogos de sus maridos. ¿Cómo reacciona
una mujer normal cuando su marido le dice "Tengo en el sótano
dos niñas para torturarlas. Prepárales comida"?
Recordemos que Michelle Martin dejó morir de hambre a dos niñas
de ocho años que Dutroux no podía atender por estar preso.
Y se quedó callada, tan tranquila. Si alguna vez tuvo ocasión
de comportarse decentemente sin miedo a las represalias de su marido,
fue ésa, cuando el marido no podía hacerle ningún
daño, ya que estaba en la cárcel. Eso fue lo que hizo la
mujer de Fourniret, aprovechando que éste estaba detenido en Bélgica
por intentar secuestrar a una chica de 14 años.
Cronología
1966. Condena
por exhibicionismo.
1973. Nueva condena por exhibicionismo.
1984. Es condenado
a siete años de prisión por violar a una chica de 13 años.
En la cárcel conoce a Jean Pierre H., un delincuente que controla
un botín en oro acumulado por el grupo terrorista Acción
Directa, que actuó en Francia en los años setenta y ochenta.
1987. Sale de
la cárcel gracias a varias reducciones de condena. Va a buscar
a la mujer de Jean Pierre, la asesina y se apodera del tesoro, con el
que compra una finca con castillo.
1989. Comienza
la serie de secuestros y asesinatos, ayudado por Monique, que actuaba
como gancho en los secuestros.
Junio de 2003.
Es detenido en Bélgica por intentar secuestrar a una chica de 14
años.
Junio de 2004.
Al conocerse la sentencia del caso Dutroux, su mujer ve las orejas al
lobo y aprovecha para denunciar sus crímenes.
Sacerdote ordena asesinatos con mensajes divinos
Esther.
Helgo Fossmo, un sacerdote luterano sueco, de 32 años, ha sido
condenado a cadena perpetua en julio por convencer a una de sus amantes,
la niñera de la casa, para que asesinara a su mujer. El método
de persuasión utilizado por Helgo consistía en enviar mensajes
divinos al móvil de la niñera, Sara Svensson, de 27. Helgo
se hacía pasar por Dios y le ordenaba que matara a su mujer, Alexandra
de 23, y al marido de otra amante, Daniel Linde.
Tras numerosos
mensajes, Sara decidió acatar las órdenes divinas. Se cargó
a Alexandra de un disparo y dejó a Daniel malherido. La niñera
ha ingresado en un centro psiquiátrico, tras ser considerada como
una enferma mental.
Helgo ya había sido juzgado en 1999 por el asesinato de su primera
mujer, que apareció ahogada en la bañera. En esa ocasión
fue declarado inocente.
Parece que ahora Helgo quería evitarse una nueva imputación
criminal y decidió convencer a la niñera trastornada. Pero,
¿cómo pensaba explicar en un juicio lo de los mensajes divinos
que se demostró provenían de su propio teléfono móvil?,
¿pensaba acaso convencer al juez de que Dios se comunicaba con
los mortales por medio de su teléfono?... demasiado retorcido para
tanta ineptitud.
Cómo no contratar asesinos en Moscú
Juanma.
Milovan Ristic no tiene buen ojo para elegir asesinos a sueldo. Contrató
a uno para que matara a su mujer y a su suegra, y a un segundo asesino
para que matara al primero y así borrar su pista. Pero los dos
asesinos le delataron a la policía sin cumplir sus encargos.
Milovan es un yugoslavo que emigró a Rusia a mediados de los noventa.
Allí se casó con una rusa llamada Oksana y obtuvo la ciudadanía
rusa. Pero no parece que estuviera muy enamorado de su esposa. Más
bien andaba detrás de la farmacia que ésta poseía
en Moscú y del piso donde ambos vivían.
Tras engatusar a la mujer para que le firmara una cesión de poderes,
Milovan se registró como propietario del piso y la farmacia. A
continuación, se dispuso a librarse del peso muerto, incluyendo
a la suegra en la liquidación "para que no hiciera preguntas
molestas".
Recurrió a un conocido y le ofreció 50.000 dólares
por decapitar a la madre y la hija. Para cobrar, el aspirante a asesino
debía presentarle una fotografía de las cabezas cortadas.
Pero el contratado fue derecho a la policía y contó todo
el plan.
Trampa policial
La policía decidió tenderle una trampa. Entró en
contacto con la esposa, que al principio se negó a creer la historia,
y se las llevó a ella y a su madre a un escondite, donde las maquillaron
para que pareciera que les habían pegado sendos tiros en la cabeza.
"Crear dos falsas cabezas cortadas que parecieran de verdad era imposible",
dijo el portavoz de la policía. El asesino tendría que improvisar
un poco. Le llevó a Milovan una fotografía de los falsos
cadáveres y le dijo que no había tenido valor para cortarles
la cabeza. A Milovan le bastó con que estuvieran muertas y le pagó
los 50.000 dólares al asesino.
Al día siguiente, la policía preguntó a Milovan por
su mujer y su suegra, y él dijo que se habían ido de vacaciones.
Entonces lo detuvieron por organizar asesinatos y Milovan acabó
confesando.
Pero aquí no se acaba la historia. Otro hombre se presentó
en una comisaría y denunció que Milovan le había
contratado para asesinar al primer asesino, que casualmente era amigo
suyo. Le había ofrecido 25.000 dólares por el trabajo, con
el que el pérfido yugoslavo creía que se perdería
su pista.
Por lo menos, esto ha valido para saber lo que cuesta en Moscú
contratar un asesinato que no se cometerá: a 25.000 dólares
por cabeza. Los que se llegan a consumar deben de salir algo más
caros.
Lo más triste del asunto es que la mujer, la farmacéutica
Oksana, asegura que sigue amando a su marido (que además de canalla
es un incompetente) y todavía le cuesta creer lo que éste
había maquinado.
Doctor
Semen sin licencia por conducta inmoral
Esther.
Estaba sentada
en el sillón dental con la boca abierta, cuando el dentista le
dijo: "Y ahora, tráguese esto". Entonces, le puso una
jeringuilla en los labios y dejó caer un líquido viscoso
y blanquecino. A Lisa Carpenter, una nortemericana de 33 años,
le pareció que la sustancia ingerida era semen y en cuanto salió
de la clínica fue a contárselo a su marido, que le quitó
la absurda idea de la cabeza, según su versión.
Al parecer, sí
era semen. El semen del doctor John Hall que, según todos los indicios,
está obsesionado con la idea de mujeres tragándose sus espermatozoides.
Por culpa de esta fijación, el Colegio de Dentistas ha revocado su
licencia en agosto, alegando conducta inmoral y acoso sexual de pacientes.
La policía comenzó a investigar el caso en noviembre de 2003,
a raíz de las denuncias de dos empleadas de su clínica en
Cornelius (Carolina del Norte). A las trabajadoras les resultaba extraño
que Hall obligara a las pacientes a ingerir el contenido de unas jeringuillas
que guardaba en el cajón de su mesa. Las dos mujeres le entregaron
a la policía cinco de las jeringuillas del dentista. Los agentes,
por su parte, confiscaron otras cinco, que también contenían
líquido blanquecino, en un registro posterior efectuado en la consulta.
El fluido resultó ser el semen del Dr. Hall, y una jeringuilla casi
vacía contenía su semen y saliva de Lisa Carpenter, la paciente
con el sentido del gusto más desarrollado.
Seis pacientes, entre ellas una niña de 14 años, le acusan
de haberles hecho tragar semen. La más veterana, una mujer de 40
años, lo reconoció por el olor, pero el médico le dijo
que estaba loca y como tenía la boca anestesiada desechó la
idea. Además, otra paciente le acusa de echarse encima de ella, mientras
estaba tumbada en el sillón dental, y de moverse de forma sexual.
El abogado del Dr. Hall, por su parte, alega que el dentista guardaba
su semen en jeringuillas porque está tomando una medicina contra
la caída del cabello que tiene efectos secundarios sobre la calidad
de los espermatozoides. (La verdad es que este argumento no hay quien
se lo trague).
Simula un
secuestro para no compartir gastos
Esther. Las
cárceles están llenas de personas que en un momento dado tuvieron
una idea genial para tener más dinero. La ecuatoriana Marianela Rosario
B.Z. forma ahora parte de este colectivo. Sus familiares denunciaron en
julio que había sido secuestrada y tres días después
la joven apareció maniatada en un descampado de Rincón de
la Victoria (Málaga). La policía había detenido horas
antes a su amante y, cuando la encontraron, también la detuvieron
a ella, aunque insistía en la historia del secuestro.
Tras la denuncia de los familiares, los agentes se dedicaron a investigar
sobre la vida de Marianela, que parece la protagonista mala de un culebrón.
Según parece, la joven llegó a España en 1998 y se
casó con un español con el que tuvo un hijo. Después,
se separó y se puso a trabajar en un club de Marbella en el que conoció
a su nueva pareja, Francisco C.P. Se fueron a vivir juntos, y Francisco
pagaba todos los gastos. Pero, tras enterarse de que Marianela iba a cobrar
una indemnización de 6.000 euros por un accidente de tráfico,
le pidió que pagara parte de los gastos. Al parecer, Marianela urdió
entonces el plan perfecto para no tener que soltar ni un céntimo:
convenció a Andrés Gerardo R.S., un colombiano de 21 años
que era su amante desde hacía tiempo, para fingir un secuestro y
no tener que compartir gastos con su pareja. Más absurdo imposible.
Así pues, Marianela pasó su cautiverio en casa de su amante,
hasta el día en que le tocó ir al descampado. Ese mismo día,
la policía detuvo a Andrés Gerardo, tras concertar una cita
con los familiares de la joven en la que iba a darles datos sobre su paradero.
Había dejado a la chica atada en el campo y quería asegurarse
de que la encontraran enseguida. Los amantes acabaron confesando y han sido
detenidos por simulación de delito.
Sacerdote
fallece en Chile por encargo satánico
Andrea.
De piedra se quedaron los feligreses que asistían en julio
a la misa de cinco de la tarde, en la catedral de Santiago de Chile, cuando
el sacerdote Faustino Gazziero fue atacado por un chico de 25 años,
vestido de negro, que lo degolló antes de que pudiera repartir las
hostias. Como el atacante, Rodrigo Orias, es muy metódico, no olvidó
mojar sus manos con la sangre del muerto y exclamar "¡por Satanás!",
para después intentar suicidarse sin éxito.
Al parecer, Orias había dejado Coihaique, la ciudad de provincias
en la que vivía, y a su familia, con la que casi no se hablaba, para
ir a la capital a cumplir con los designios de Satán. Aunque él
afirma que todo fue idea suya, la jueza encargada del caso seguía
dos pistas. La primera es que el asesino, adoptado al nacer, fuera en realidad
hijo del cura, cosa que el ADN ha desmentido. Esta hipótesis surgió
porque el sacerdote italiano residió un tiempo en la misma ciudad
donde vivía Orias. La otra es que el asesino siguiera órdenes
de sus superiores en la secta satánica a la que supuestamente pertenecía.
Otro elemento es que en Coihaique se habían investigado una serie
de suicidios de jóvenes de la zona, cosa que hasta ahora no se ha
podido relacionar con las sectas satánicas, pero que parece probar
que allí la gente se aburre mucho.
De momento, y aunque el apellido Orias significa "demonio de los
astrólogos y adivinos" según la última edición
del Diccionario Demoníaco, no se ha comprobado que tenga la marca
666 en ninguna parte de su cuerpo.
Francia encarcela
al clan pederasta de Outreau
Esther. Thierry
Delay y su esposa Myriam han sido condenados en julio a 20 y 15 años
de cárcel, respectivamente, como organizadores de una red de pederastas
en Outreau (Francia). Thierry ha sido considerado culpable de violar a nueve
niños, abusar sexualmente de seis, prostituir a sus cuatro hijos
y de corrupción de otros doce menores. Su esposa ha sido condenada
por violar a siete niños, abusar sexualmente de diez, por prostituir
a sus hijos y por corrupción de 11 niños.
Su vecino David Delplanque y su pareja, Aurelie Grenon, han sido condenados
a seis y cuatro años de cárcel, respectivamente, por violar
a los hijos del matrimonio Delay. Otros dos hombres han sido condenados
a penas de cárcel por violación de niños y hay cuatro
personas más condenadas por abusos sexuales a menores. Los otros
siete acusados han sido declarados inocentes.
Las investigaciones se iniciaron en diciembre de 2000. Los trabajadores
de los servicios sociales pusieron en alerta a la policía sobre la
posibilidad de que el matrimonio Delay estuviera abusando de sus hijos.
A raíz de las declaraciones de los menores y de los organizadores
del clan, la policía francesa detuvo a 18 personas, 6 mujeres y 12
hombres, de entre 24 y 67 años. Entre los acusados había un
alguacil y su mujer, un sacerdote, un taxista y un panadero y su mujer.
Todos ellos eran vecinos del matrimonio Delay. Según los testimonios
de los niños y de los principales implicados, el clan pederasta había
abusado sexualmente de 18 menores, de 3 a 12 años, entre 1995 y 2000.
Acusados inocentes
En mayo, con el inicio del juicio, Miriam y Aurelie se retractaron de sus
declaraciones anteriores, exonerando de culpa a los restantes implicados.
Su nueva versión conmocionó a la opinión pública
y ha llegado a plantear un debate sobre la necesidad de reformar el sistema
judicial galo. Algunos de los acusados estaban en prisión a la espera
de juicio, uno de ellos se había suicidado y los que quedaban en
libertad se habían convertido en los parias de Francia. La mayoría
se habían quedado sin trabajo y habían perdido la custodia
de sus hijos. Sólo los Delay y los Delplanque reconocieron su implicación
en los hechos y las restantes acusaciones se basaban en sus declaraciones
y en los testimonios de los menores. Mientras los psicólogos consideraban
que las declaraciones de los niños eran fiables, los médicos
no encontraban evidencias de que se hubieran producido abusos sexuales.
A los pocos días, Myriam volvió a cambiar su versión
y mantuvo las acusaciones sobre los demás integrantes del clan pederasta.
Sus cambios de declaración han sembrado serias dudas sobre la posibilidad
de que se haya condenado a inocentes, basándose fundamentalmente
en testimonios falsos.
Ángel
del Infierno se caga de miedo en la cárcel
Juanma.
El canadiense Yves Trudeau, apodado "Apache", de 58 años,
es todo un angelito. De hecho, fue uno de los fundadores del capítulo
de Laval de los Hell's Angels, en la zona de Montreal. Después se
dedicó a asesinar por encargo de los Ángeles, que también
actuaban como subcontrata de otras organizaciones. Destacó en esta
tarea: durante los años 70 y primeros 80, mató a sangre fría
a 43 personas: a tiros, estrangulando, con bombas... Un especialista que
se tomaba su trabajo con entusiasmo.
Pero en 1986,
el capítulo de Laval se había vuelto tan destructivo e incontrolable
que otras bandas de motoristas decidieron hacer un escarmiento. Citaron
a los de Laval y les tendieron una emboscada. Cinco fueron ametrallados
en un primer encuentro y otro fue asesinado más tarde. Los seis cadáveres
fueron arrojados al río San Lorenzo, atados a bloques de hormigón.
Trudeau tuvo suerte. Se perdió la cita porque estaba en un centro
de desintoxicación. Al enterarse de que sus ex compañeros
iban a por él, tuvo una idea brillante: declararía contra
los Hell's Angels y a cambio obtendría beneficios judiciales. Y tanto
que los obtuvo: se le acusó sólo de 43 homicidios, lo cual
quiere decir que había matado a las 43 personas "sin intención".
Le cayó cadena perpetua, pero a los siete años obtuvo la libertad
condicional, como pago por sus informes. Bajo nombre supuesto, trabajó
en centros sociales y continuó con sus labores de confidente. En
2000 se quedó sin trabajo y pasó a vivir de la beneficencia.
Nueva condena por
pederasta
Pero ahora ha sido condenado de nuevo, en julio, esta vez por abusar sexualmente
de un chaval de 13 años, al que previamente emborrachaba. La condena
es de cuatro años, pero como su libertad era condicional, ahora tendrá
que cumplir la cadena perpetua que se le impuso por los asesinatos (perdón,
por los homicidios).
El juez que le ha condenado esta vez dijo al dictar sentencia: "Ha
matado usted más gente que todo el ejército canadiense en
la Guerra del Golfo".
Pero no parece que su cadena perpetua vaya a durar mucho. A su edad, ya
no es tan duro como antes, y en la cárcel no va a ser bien recibido,
dada su doble condición de chivato y abusador de niños. Se
le mantendrá aislado 23 horas al día, pero eso no le tranquiliza.
En el juicio se puso llorica y aseguró que si no le hacían
regresar a la prisión no volvería a hacer nada malo en el
resto de su vida y que sólo quería cuidar de su anciana madre
de 84 años.
Sólo nos queda una inquietud: en Canadá, un país
que pasa por tener un sistema social de los más avanzados, un país
que tiene más prestigio mundial que ningún otro, ¿la
policía y los jueces tienen tanta necesidad de confidentes que
no vacilan en poner en libertad a un asesino múltiple de semejante
calibre? ¿Hay que esperar que la justicia se haga en la cárcel
y por eso han revelado ahora su nombre auténtico y su historial?
Pues vaya avances, oiga.
Madre agresiva
defiende el honor de su hija
Esther.
Hay madres que protegen a su prole con uñas y dientes, pero lo de
Leah Leishman es exagerado. El hombre que quiera mantener una relación
sentimental con su hija tendrá que pensárselo mucho, porque
hay muchas suegras insoportables pero, afortunadamente, como esta australiana
casi ninguna.
En junio Leah secuestró y torturó al amigo de su hijo de 13
años, durante dos horas, porque sospechaba que tenía deseos
libidinosos con su hija de 11 años y que, posiblemente, quería
acostarse con la menor o, tal vez, violarla. La madre fue a buscar al niño
al colegio y se lo llevó a un lugar apartado del jardín de
su vivienda de Melbourne, donde le dio puñetazos, le pegó
con un bate de béisbol, le pintó la palabra "mentiroso"
en la cara con un rotulador y trató de hacerle la circuncisión
con una cuchilla de afeitar y de quemarle con un mechero. El niño
fue liberado por el marido de la agresora.
Leah se ha declarado culpable en agosto de los delitos de robo de niños,
detención ilegal, daños intencionados y amenazas.
Da la impresión de que no va ser fácil para la hija de Leah
encontrar novio en el futuro. Es posible que Leah, que vive en el barrio
de Frankston, se haya quedado un poco trastornada, tras la situación
de pánico que se vivió en el vecindario a principios de
los noventa con los crímenes de Paul Charles Denyer, El
Asesino de Frankston.
Mata a sus
abuelos y olvida lista con los pasos del crimen
Esther.
"Matar, llaves, dinero, joyas". Una nueva lista se convierte en
prueba de la premeditación de una metódica criminal. La lista
estaba escrita en el brazo de Holly Harvey, de 15 años, que se olvidó
de ducharse después de matar presuntamente a sus abuelos en Atlanta.
Al parecer, los progenitores le habían prohibido consumir drogas
y ver a su amante lesbiana, Sandy Ketchum, de 16.
El 2 de agosto por la noche Sandy y Holly acuchillaron a sus abuelos, Carl
y Sarah Collier, en el dormitorio. Carl consiguió huir de la habitación,
pero la nieta había cortado el teléfono y le persiguió
con un cuchillo hasta rematarlo en la cocina. Ambos cuerpos presentaban
más de 15 puñaladas. Al margen de su lista, Holly también
dejó un poema con la inapropiada frase "todo lo que quiero hacer
es matar".
Las chicas huyeron en el vehículo de los abuelos, y la policía
las detuvo esa misma noche en casa de unos amigos. Las siguieron gracias
a las llamadas telefónicas que realizaron durante la huida, en las
que comunicaban a sus amigos que se encontraban en la carretera 16 con dirección
a la costa de Georgia.
La policía ha calificado a Holly como fría, cruel, engreída
y manipuladora. Según el teniente Bruce Jordan, Holly es la persona
más insensible y fría que ha entrevistado. La nieta se rió
en la cara de cada uno de los 25 agentes que fueron a detenerla.
Las "listas"
de los criminales
Dejar una lista
con los pasos a seguir para la comisión de un delito puede ser un
serio contratiempo a la hora de declararse inocente ante un tribunal. La
"lista de la compra" de John George Haigh (El Doctor Ácido),
elaborada un día antes de cargarse a Olive Durand-Deacon, una rolliza
mujer de 69 años, sigue siendo la más famosa. "Gran tonel
de aceite, bomba de mano, guantes de goma, delantal y 200 litros de ácido
sulfúrico", eran los objetos incluidos en su lista que necesitaba
para disolver a Olive, que se convirtió en un charco de lodo gris.
Algunos huesos, tres cálculos biliares y la dentadura postiza soportaron
la acción del ácido.
Pero la más explícita sigue siendo la lista de Ernest Walker
que decía: "1. Llamar a la agencia y pedir un recadero, 2.
Esperarlo en la puerta de la calle, 3. Invitar al chico a pasar, 4. Llevarlo
abajo, 5. Ofrecerle asiento, 6. Darle un golpe en la cabeza, 7. Meterle
en la caja fuerte, 8. Dejarlo atado, 9. A las 10.30, tortura". Los
británicos siempre han tenido fama de metódicos.
Argentina
busca a forense que mató a su ex mujer
Esther.
El ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires ofrece una recompensa
de 30.000 dólares USA por cualquier información que permita
la captura de José Nicolás Chaín, un ex médico
forense de la policía bonaerense que ha sido condenado a cadena perpetua
por mandar matar a su ex mujer.
La víctima,
Ana María Domínguez, estuvo casada con Chaín hasta
1997. Desde que se separó tuvo que soportar numerosas agresiones
y amenazas por parte de su ex marido, que contaba con la ayuda de Carlos
Martínez Sayavedra (se cree que entre los dos le cambiaron la cerradura
de la casa, le tiraron ácido al coche de su nueva pareja...)
Tras un juicio por la manutención de su hija, que ganó la
fallecida en 2000, parece ser que Chaín decidió cargársela
y le pagó 1.000 pesos argentinos (280 euros) a su compinche, para
que entrara en su casa de Luján y la asfixiara con la almohada.
El tribunal Oral de Mercedes (Buenos Aires) condenó a Chaín
y a Sayavedra a cadena perpetua. Pero el médico no acudió
a oír el veredicto, estaba en libertad gracias a una resolución
del tribunal de Apelaciones de Mercedes y, como parece que se le habían
puesto las cosas feas, decidió desaparecer. Sayavedra, por su parte,
acudía al juicio desde la prisión.
El abogado de la acusación particular ha manifestado que piensa iniciar
un juicio político contra el tribunal de Apelaciones porque uno de
los jueces fue socio del abogado de Chaín.
Parece mentira que a un ex forense de la policía no se le haya
ocurrido una forma más discreta de liquidar a sus enemigos.
Campamento
de verano, escuela de delincuentes
Juanma.
La policía rusa desmanteló en julio un campamento de verano
en la isla de Sajalín, en el mar de Ojotsk, al este de Siberia, donde
un grupo de ex presidiarios había montado una escuela para jóvenes
delincuentes.
Los directores de este curioso campamento enseñaban a los chavales
las artes y técnicas del robo y el atraco, además de los principios
básicos de la profesión. La policía descubrió
material impreso con indicaciones sobre las diversas maneras de cometer
delitos, información sobre la jerarquía del mundo del crimen
y consejos para el caso de ser detenido por la policía.
Al parecer, el
campamento era gratuito. Disponía de cafetería y un generador
diesel. Los treinta acampados eran adolescentes que habían tenido
problemas con la ley, incluyendo algunos que habían estado encerrados
por robo y otros delitos.
Una llamada telefónica anónima informó a la policía
de que docenas de jóvenes estaban viviendo en un campamento clandestino
en un bosque cerca del río Kamenka. No se sabe si era el único
campamento de este tipo o si existen otros similares. Se especula con la
posibilidad de que los organizadores pretendieran formar una o varias bandas
juveniles altamente profesionales y quedarse con parte de los ingresos de
los aplicados chavales.
El portavoz de la policía no sabe aún cuál será
exactamente la acusación contra los monitores, aunque supone que
será algo parecido a corrupción de menores. No obstante,
según la ley rusa, se tendría que demostrar que estaban
incitando a los chicos a cometer actos antisociales, y no simplemente
informándoles de las cosas de la vida.
El FBI localiza
a escritora prófuga por su libro
Esther.
Su primera novela, "Amor Prohibido", se convirtió rápidamente
en un Best Seller del año 2002 con 250.000 ejemplares vendidos en
quince países. Es una historia sobre dos amigas que viven en Jordania.
Una de ellas se enamora de un católico y su familia la mata. Anunciaban
que era una historia real que había sucedido cuando Norma Khouri,
la escritora, era adolescente y residía en ese país. Los problemas
surgieron cuando la autora empezó a conceder entrevistas y a narrar
sus terribles experiencias vividas en Jordania y la liberación que
experimentó cuando se fue. Porque al final se descubrió que
Norma sólo vivió en Jordania hasta que cumplió tres
años. Entonces, se trasladó a Chicago con su familia, donde
residió libremente hasta los treinta.
Y poco a poco fueron saliendo a la luz todas las supuestas mentiras de Norma.
En una entrevista en el New York Times dijo que le gustaría mandar
un ejemplar a su familia, pero que no podía porque en Jordania revisaban
el correo y el libro sería confiscado. (El libro se vende libremente
en las tiendas jordanas). Norma también explicó en una televisión
de Australia, país en el que reside actualmente, que el libro está
basado en dos crímenes que sucedieron allí, pero la policía
australiana dice desconocer la existencia de ningún crimen similar
al descrito en la novela.
El caso es que Norma ha armado tanto escándalo que ha conseguido
que el FBI la localizara y ahora siguen sus pasos. En 1999 su madre la
denunció por registrar fraudulentamente la casa familiar a su nombre
y avalar un crédito con la vivienda. Al parecer, Norma nunca devolvió
el dinero del crédito, pero el banco no pudo embargar la casa porque
no era legalmente la propietaria. Además, un año antes,
en 1998, la escritora había sido detenida por pegar a su suegra
y de amenazarla de muerte.
Asesinato
reabre la polémica sobre los videojuegos
Esther.
Warren Leblanc, de 17 años, mató supuestamente a su amigo
Stefan Pakeerah, de 14, a martillazos y cuchilladas en un parque de Leicester
(Gran Bretaña). La
familia de Stefan ha iniciado una campaña en julio para la prohibición
del videojuego "Manhunt" (La caza del hombre) alegando que el
presunto asesino era aficionado a este juego y que la muerte de su hijo
fue una fiel representación del comportamiento de los protagonistas
de "Manhunt". El juego consiste básicamente en matar personas
y en conseguir más puntos cuanto más repulsiva sea la muerte.
A raíz de la campaña, numerosos centros comerciales han retirado
el videojuego de sus estanterías, pero, a su vez, han aumentado las
ventas.
Este crimen ha reabierto de nuevo la vieja polémica sobre la prohibición
de juegos y películas violentas que, según algunos, incitan
a los jóvenes a delinquir. El abogado norteamericano Jack Thompson,
famoso por perseguir a lo que él considera como medios de comunicación
inmorales, ha mostrado su intención de intervenir en el caso.
Pero en agosto la policía de Leicestershire se ha encargado de desbaratarles
la campaña a la familia de Stefan, al afirmar que el móvil
de crimen fue el robo y que el único que jugaba a Manhunt era la
víctima porque sólo encontraron el juego en su ordenador.
La familia, por su parte, dice que el juego estaba en el ordenador de su
hijo porque se lo había prestado el presunto asesino, días
antes de su muerte. La verdad es que da la impresión de que la hipótesis
del robo se la han sacado de la manga para librarse de una nueva y tediosa
campaña pro censura.
En su defensa, los fabricantes de Manhunt dicen que las personas violentas
se suelen entretener con juegos de esta índole, pero esta agresividad
suele ser previa al juego y, por lo tanto, no estaría desencadenada
exclusivamente por éste.
En realidad, muchos asesinos en serie han jugado de pequeños a destripar
animales para verlos por dentro y no por ello se prohiben los juegos de
anatomía. Y en cuanto a los medios de comunicación, la propia
Biblia empieza con el asesinato de Caín y nadie se ha planteado su
prohibición, a pesar de que algún fratricida se la haya leído.
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