www.adeguello.net / revista bimensual de crítica de crímenes / número 5- septiembre 2004

Crítica de crímenes


"Unas voces me decían que comiera carne humana"

Juanma. Marc Sappingon mató a tres personas en 2001 y se comió frita la pierna de una de ellas. En julio ha hecho una declaración en vídeo, de una hora de duración, en la que asegura que oía voces dentro de su cabeza que le decían que moriría si no comía carne humana. La cinta ha sido vista durante el juicio que decidirá sobre su caso.
Las voces las oía después de fumar PCP, una droga alucinógena. Cuando no fumaba, no oía voces, pero cuando las oía debían de ser muy convincentes, ya que bajo su influencia Marc mató a tres conocidos, de 25, 22 y 16 años, con la intención de comer su carne y salvar la propia vida, aunque a los dos primeros no pudo comerles nada porque se asustó y huyó por miedo a ser detenido.

Primer crimen
La primera víctima fue un amigo de 25 años que tuvo la ocurrencia de pasar a visitar a Marc cuando éste se encontraba en pleno delirio. Marc lo apuñaló con un cuchillo de cocina y se disponía a beber su sangre cuando se le ocurrió que los vecinos podían haberle visto. Muy razonablemente, lo que hizo fue cargar con el cadáver, meterlo en el coche en el que llegó la víctima y llevárselo a Kansas City (EEUU), donde abandonó el vehículo en un aparcamiento. Es lo que hacen todos los que sospechan que los vecinos les están viendo. Después volvió a su casa en taxi. Con tanta tarea de hábil ocultamiento, no tuvo tiempo de comer ni beber.
Animado por tan buenos resultados, Marc volvió a fumar PCP y oyó de nuevo las voces. Siempre tan natural, fue a visitar a un amigo que vivía con su mujer, su madre y un hermano, a ver si pillaba algún bocado. Le dijeron que el amigo estaba dormido y se marchó, pero aprovechó para robar un cuchillo de la cocina, porque había olvidado llevar el suyo.
Para pasar el rato, siguió fumando y oyendo voces. Esta vez las voces le dieron un plazo concreto: "Si no comes carne humana, morirás en seis o siete horas".
Como se ve, el tiempo apremiaba. Marc puso la alarma de su reloj para saber el tiempo que le iba quedando y se fue a acechar la casa del amigo. De madrugada, salió el hermano, de 22 años, y Marc lo apuñaló por la espalda con el cuchillo robado en la cocina. La víctima se subió a su coche e intentó huir, pero estaba muy malherida y chocó contra un poste. Marc pensó que el accidente atraería gente y decidió huir, pero esta vez tuvo una idea: le arrancó al muerto parte de la camisa ensangrentada, con intención de ir chupando sangre y ganar tiempo.
A eso de las 7 de la mañana, Marc engatusó a un chaval de 16 años y le invitó a su casa a fumar Marihuana. Se lo llevó al sótano y allí le pegó un tiro. Por fin pudo beber sangre a placer, lamiéndola del suelo. Le dieron ganas de vomitar, pero aún tenía que comer si quería salvar la vida. Intentó comerse una pierna cruda, pero tuvo problemas de dureza y subió a la cocina a freirla. Una vez frita, se comió casi toda la pierna.
Mientras pasaba todo esto, la madre de Marc estaba en la casa, durmiendo y sin enterarse de nada. Cuando la madre se levantó y se marchó a trabajar, Marc cogió un hacha, bajó al sótano y troceó meticulosamente el cadáver para tener carne en la nevera y no verse obligado a matar más. Como pueden comprobar, la experiencia le iba volviendo más metódico.
Dos días después fue detenido cuando paseaba tranquilamente por la calle, convencido de que todo estaba solucionado. Ahora está siendo juzgado y el jurado ha podido ver y oír su declaración en vídeo (¿Por qué demonios no declara en persona? ¿Hay problemas con la camisa de fuerza?).





Las mujeres de los ogros

Juanma
. De algo ha servido la condena a treinta años impuesta a Michelle Martin, la ex mujer del torturador belga Marc Dutroux: otra esposa cómplice de torturas y asesinatos similares ha denunciado a su marido, el francés Michel Fourniret, que hasta el momento ha confesado haber asesinado a nueve mujeres.
Monique Olivier, de 55 años, decidió denunciar los crímenes de su marido, escarmentada por la pena que le ha caído a la ex mujer de Dutroux. Y tenía mucho que denunciar.
La historia, además de aterradora, es rocambolesca. Hay incluso un tesoro, supuestamente amasado por un grupo terrorista, del que Fourniret se apoderó tras asesinar a la mujer de un ex compañero de cárcel, que era su "propietario". Tras hacerse con el botín, Fourniret invirtió parte del mismo en la compra de una finca en las Ardenas, a 12 kilómetros de la frontera entre Francia y Bélgica. Con esta base de operaciones tan conveniente, inició a finales de los ochenta una carrera criminal, como asesino en serie, que pone los pelos de punta.
Monique, su mujer, le atribuye una docena de asesinatos, y él ha confesado nueve hasta ahora, pero la policía va a reinvestigar hasta 30 muertes y desapariciones sin resolver, por si tuviera relación con algunas de ellas.

La caza
Era un hombre metódico. Según sus propias declaraciones, "necesitaba cazar vírgenes dos veces al año". Antes de salir "de caza" (la expresión que él usa), cavaba las tumbas para las futuras víctimas. Secuestraba jovencitas con la ayuda de su mujer, que actuaba como gancho para ganarse la confianza de las niñas y lograr que subieran al coche. Se las llevaba a la finca, las violaba, las estrangulaba y después las enterraba en las fosas ya preparadas, de unos tres metros de profundidad.
Si resulta difícil comprender la conducta de estos secuestradores, torturadores, violadores y asesinos, más incomprensible todavía resulta la actitud de sus mujeres, que por lo visto no participan de los placeres de la tortura pero están dispuestas a transigir e incluso colaborar en los desahogos de sus maridos. ¿Cómo reacciona una mujer normal cuando su marido le dice "Tengo en el sótano dos niñas para torturarlas. Prepárales comida"?
Recordemos que Michelle Martin dejó morir de hambre a dos niñas de ocho años que Dutroux no podía atender por estar preso. Y se quedó callada, tan tranquila. Si alguna vez tuvo ocasión de comportarse decentemente sin miedo a las represalias de su marido, fue ésa, cuando el marido no podía hacerle ningún daño, ya que estaba en la cárcel. Eso fue lo que hizo la mujer de Fourniret, aprovechando que éste estaba detenido en Bélgica por intentar secuestrar a una chica de 14 años.


Cronología
1966. Condena por exhibicionismo.
1973. Nueva condena por exhibicionismo.

1984. Es condenado a siete años de prisión por violar a una chica de 13 años. En la cárcel conoce a Jean Pierre H., un delincuente que controla un botín en oro acumulado por el grupo terrorista Acción Directa, que actuó en Francia en los años setenta y ochenta.
1987. Sale de la cárcel gracias a varias reducciones de condena. Va a buscar a la mujer de Jean Pierre, la asesina y se apodera del tesoro, con el que compra una finca con castillo.
1989. Comienza la serie de secuestros y asesinatos, ayudado por Monique, que actuaba como gancho en los secuestros.
Junio de 2003. Es detenido en Bélgica por intentar secuestrar a una chica de 14 años.
Junio de 2004. Al conocerse la sentencia del caso Dutroux, su mujer ve las orejas al lobo y aprovecha para denunciar sus crímenes.




Sacerdote ordena asesinatos con mensajes divinos

Esther. Helgo Fossmo, un sacerdote luterano sueco, de 32 años, ha sido condenado a cadena perpetua en julio por convencer a una de sus amantes, la niñera de la casa, para que asesinara a su mujer. El método de persuasión utilizado por Helgo consistía en enviar mensajes divinos al móvil de la niñera, Sara Svensson, de 27. Helgo se hacía pasar por Dios y le ordenaba que matara a su mujer, Alexandra de 23, y al marido de otra amante, Daniel Linde.
Tras numerosos mensajes, Sara decidió acatar las órdenes divinas. Se cargó a Alexandra de un disparo y dejó a Daniel malherido. La niñera ha ingresado en un centro psiquiátrico, tras ser considerada como una enferma mental.
Helgo ya había sido juzgado en 1999 por el asesinato de su primera mujer, que apareció ahogada en la bañera. En esa ocasión fue declarado inocente.
Parece que ahora Helgo quería evitarse una nueva imputación criminal y decidió convencer a la niñera trastornada. Pero, ¿cómo pensaba explicar en un juicio lo de los mensajes divinos que se demostró provenían de su propio teléfono móvil?, ¿pensaba acaso convencer al juez de que Dios se comunicaba con los mortales por medio de su teléfono?... demasiado retorcido para tanta ineptitud.





Cómo no contratar asesinos en Moscú


Juanma.
Milovan Ristic no tiene buen ojo para elegir asesinos a sueldo. Contrató a uno para que matara a su mujer y a su suegra, y a un segundo asesino para que matara al primero y así borrar su pista. Pero los dos asesinos le delataron a la policía sin cumplir sus encargos.
Milovan es un yugoslavo que emigró a Rusia a mediados de los noventa. Allí se casó con una rusa llamada Oksana y obtuvo la ciudadanía rusa. Pero no parece que estuviera muy enamorado de su esposa. Más bien andaba detrás de la farmacia que ésta poseía en Moscú y del piso donde ambos vivían.
Tras engatusar a la mujer para que le firmara una cesión de poderes, Milovan se registró como propietario del piso y la farmacia. A continuación, se dispuso a librarse del peso muerto, incluyendo a la suegra en la liquidación "para que no hiciera preguntas molestas".
Recurrió a un conocido y le ofreció 50.000 dólares por decapitar a la madre y la hija. Para cobrar, el aspirante a asesino debía presentarle una fotografía de las cabezas cortadas. Pero el contratado fue derecho a la policía y contó todo el plan.

Trampa policial
La policía decidió tenderle una trampa. Entró en contacto con la esposa, que al principio se negó a creer la historia, y se las llevó a ella y a su madre a un escondite, donde las maquillaron para que pareciera que les habían pegado sendos tiros en la cabeza. "Crear dos falsas cabezas cortadas que parecieran de verdad era imposible", dijo el portavoz de la policía. El asesino tendría que improvisar un poco. Le llevó a Milovan una fotografía de los falsos cadáveres y le dijo que no había tenido valor para cortarles la cabeza. A Milovan le bastó con que estuvieran muertas y le pagó los 50.000 dólares al asesino.
Al día siguiente, la policía preguntó a Milovan por su mujer y su suegra, y él dijo que se habían ido de vacaciones. Entonces lo detuvieron por organizar asesinatos y Milovan acabó confesando.
Pero aquí no se acaba la historia. Otro hombre se presentó en una comisaría y denunció que Milovan le había contratado para asesinar al primer asesino, que casualmente era amigo suyo. Le había ofrecido 25.000 dólares por el trabajo, con el que el pérfido yugoslavo creía que se perdería su pista.
Por lo menos, esto ha valido para saber lo que cuesta en Moscú contratar un asesinato que no se cometerá: a 25.000 dólares por cabeza. Los que se llegan a consumar deben de salir algo más caros.
Lo más triste del asunto es que la mujer, la farmacéutica Oksana, asegura que sigue amando a su marido (que además de canalla es un incompetente) y todavía le cuesta creer lo que éste había maquinado.





Doctor Semen sin licencia por conducta inmoral

Esther. Estaba sentada en el sillón dental con la boca abierta, cuando el dentista le dijo: "Y ahora, tráguese esto". Entonces, le puso una jeringuilla en los labios y dejó caer un líquido viscoso y blanquecino. A Lisa Carpenter, una nortemericana de 33 años, le pareció que la sustancia ingerida era semen y en cuanto salió de la clínica fue a contárselo a su marido, que le quitó la absurda idea de la cabeza, según su versión.
Al parecer, sí era semen. El semen del doctor John Hall que, según todos los indicios, está obsesionado con la idea de mujeres tragándose sus espermatozoides. Por culpa de esta fijación, el Colegio de Dentistas ha revocado su licencia en agosto, alegando conducta inmoral y acoso sexual de pacientes.
La policía comenzó a investigar el caso en noviembre de 2003, a raíz de las denuncias de dos empleadas de su clínica en Cornelius (Carolina del Norte). A las trabajadoras les resultaba extraño que Hall obligara a las pacientes a ingerir el contenido de unas jeringuillas que guardaba en el cajón de su mesa. Las dos mujeres le entregaron a la policía cinco de las jeringuillas del dentista. Los agentes, por su parte, confiscaron otras cinco, que también contenían líquido blanquecino, en un registro posterior efectuado en la consulta. El fluido resultó ser el semen del Dr. Hall, y una jeringuilla casi vacía contenía su semen y saliva de Lisa Carpenter, la paciente con el sentido del gusto más desarrollado.
Seis pacientes, entre ellas una niña de 14 años, le acusan de haberles hecho tragar semen. La más veterana, una mujer de 40 años, lo reconoció por el olor, pero el médico le dijo que estaba loca y como tenía la boca anestesiada desechó la idea. Además, otra paciente le acusa de echarse encima de ella, mientras estaba tumbada en el sillón dental, y de moverse de forma sexual.
El abogado del Dr. Hall, por su parte, alega que el dentista guardaba su semen en jeringuillas porque está tomando una medicina contra la caída del cabello que tiene efectos secundarios sobre la calidad de los espermatozoides. (La verdad es que este argumento no hay quien se lo trague).





Simula un secuestro para no compartir gastos

Esther. Las cárceles están llenas de personas que en un momento dado tuvieron una idea genial para tener más dinero. La ecuatoriana Marianela Rosario B.Z. forma ahora parte de este colectivo. Sus familiares denunciaron en julio que había sido secuestrada y tres días después la joven apareció maniatada en un descampado de Rincón de la Victoria (Málaga). La policía había detenido horas antes a su amante y, cuando la encontraron, también la detuvieron a ella, aunque insistía en la historia del secuestro.
Tras la denuncia de los familiares, los agentes se dedicaron a investigar sobre la vida de Marianela, que parece la protagonista mala de un culebrón. Según parece, la joven llegó a España en 1998 y se casó con un español con el que tuvo un hijo. Después, se separó y se puso a trabajar en un club de Marbella en el que conoció a su nueva pareja, Francisco C.P. Se fueron a vivir juntos, y Francisco pagaba todos los gastos. Pero, tras enterarse de que Marianela iba a cobrar una indemnización de 6.000 euros por un accidente de tráfico, le pidió que pagara parte de los gastos. Al parecer, Marianela urdió entonces el plan perfecto para no tener que soltar ni un céntimo: convenció a Andrés Gerardo R.S., un colombiano de 21 años que era su amante desde hacía tiempo, para fingir un secuestro y no tener que compartir gastos con su pareja. Más absurdo imposible.
Así pues, Marianela pasó su cautiverio en casa de su amante, hasta el día en que le tocó ir al descampado. Ese mismo día, la policía detuvo a Andrés Gerardo, tras concertar una cita con los familiares de la joven en la que iba a darles datos sobre su paradero. Había dejado a la chica atada en el campo y quería asegurarse de que la encontraran enseguida. Los amantes acabaron confesando y han sido detenidos por simulación de delito.





Sacerdote fallece en Chile por encargo satánico

Andrea. De piedra se quedaron los feligreses que asistían en julio a la misa de cinco de la tarde, en la catedral de Santiago de Chile, cuando el sacerdote Faustino Gazziero fue atacado por un chico de 25 años, vestido de negro, que lo degolló antes de que pudiera repartir las hostias. Como el atacante, Rodrigo Orias, es muy metódico, no olvidó mojar sus manos con la sangre del muerto y exclamar "¡por Satanás!", para después intentar suicidarse sin éxito.
Al parecer, Orias había dejado Coihaique, la ciudad de provincias en la que vivía, y a su familia, con la que casi no se hablaba, para ir a la capital a cumplir con los designios de Satán. Aunque él afirma que todo fue idea suya, la jueza encargada del caso seguía dos pistas. La primera es que el asesino, adoptado al nacer, fuera en realidad hijo del cura, cosa que el ADN ha desmentido. Esta hipótesis surgió porque el sacerdote italiano residió un tiempo en la misma ciudad donde vivía Orias. La otra es que el asesino siguiera órdenes de sus superiores en la secta satánica a la que supuestamente pertenecía.
Otro elemento es que en Coihaique se habían investigado una serie de suicidios de jóvenes de la zona, cosa que hasta ahora no se ha podido relacionar con las sectas satánicas, pero que parece probar que allí la gente se aburre mucho.
De momento, y aunque el apellido Orias significa "demonio de los astrólogos y adivinos" según la última edición del Diccionario Demoníaco, no se ha comprobado que tenga la marca 666 en ninguna parte de su cuerpo.





Francia encarcela al clan pederasta de Outreau

Esther. Thierry Delay y su esposa Myriam han sido condenados en julio a 20 y 15 años de cárcel, respectivamente, como organizadores de una red de pederastas en Outreau (Francia). Thierry ha sido considerado culpable de violar a nueve niños, abusar sexualmente de seis, prostituir a sus cuatro hijos y de corrupción de otros doce menores. Su esposa ha sido condenada por violar a siete niños, abusar sexualmente de diez, por prostituir a sus hijos y por corrupción de 11 niños.
Su vecino David Delplanque y su pareja, Aurelie Grenon, han sido condenados a seis y cuatro años de cárcel, respectivamente, por violar a los hijos del matrimonio Delay. Otros dos hombres han sido condenados a penas de cárcel por violación de niños y hay cuatro personas más condenadas por abusos sexuales a menores. Los otros siete acusados han sido declarados inocentes.
Las investigaciones se iniciaron en diciembre de 2000. Los trabajadores de los servicios sociales pusieron en alerta a la policía sobre la posibilidad de que el matrimonio Delay estuviera abusando de sus hijos. A raíz de las declaraciones de los menores y de los organizadores del clan, la policía francesa detuvo a 18 personas, 6 mujeres y 12 hombres, de entre 24 y 67 años. Entre los acusados había un alguacil y su mujer, un sacerdote, un taxista y un panadero y su mujer. Todos ellos eran vecinos del matrimonio Delay. Según los testimonios de los niños y de los principales implicados, el clan pederasta había abusado sexualmente de 18 menores, de 3 a 12 años, entre 1995 y 2000.

Acusados inocentes
En mayo, con el inicio del juicio, Miriam y Aurelie se retractaron de sus declaraciones anteriores, exonerando de culpa a los restantes implicados. Su nueva versión conmocionó a la opinión pública y ha llegado a plantear un debate sobre la necesidad de reformar el sistema judicial galo. Algunos de los acusados estaban en prisión a la espera de juicio, uno de ellos se había suicidado y los que quedaban en libertad se habían convertido en los parias de Francia. La mayoría se habían quedado sin trabajo y habían perdido la custodia de sus hijos. Sólo los Delay y los Delplanque reconocieron su implicación en los hechos y las restantes acusaciones se basaban en sus declaraciones y en los testimonios de los menores. Mientras los psicólogos consideraban que las declaraciones de los niños eran fiables, los médicos no encontraban evidencias de que se hubieran producido abusos sexuales.
A los pocos días, Myriam volvió a cambiar su versión y mantuvo las acusaciones sobre los demás integrantes del clan pederasta. Sus cambios de declaración han sembrado serias dudas sobre la posibilidad de que se haya condenado a inocentes, basándose fundamentalmente en testimonios falsos.





Ángel del Infierno se caga de miedo en la cárcel

Juanma. El canadiense Yves Trudeau, apodado "Apache", de 58 años, es todo un angelito. De hecho, fue uno de los fundadores del capítulo de Laval de los Hell's Angels, en la zona de Montreal. Después se dedicó a asesinar por encargo de los Ángeles, que también actuaban como subcontrata de otras organizaciones. Destacó en esta tarea: durante los años 70 y primeros 80, mató a sangre fría a 43 personas: a tiros, estrangulando, con bombas... Un especialista que se tomaba su trabajo con entusiasmo.
Pero en 1986, el capítulo de Laval se había vuelto tan destructivo e incontrolable que otras bandas de motoristas decidieron hacer un escarmiento. Citaron a los de Laval y les tendieron una emboscada. Cinco fueron ametrallados en un primer encuentro y otro fue asesinado más tarde. Los seis cadáveres fueron arrojados al río San Lorenzo, atados a bloques de hormigón.
Trudeau tuvo suerte. Se perdió la cita porque estaba en un centro de desintoxicación. Al enterarse de que sus ex compañeros iban a por él, tuvo una idea brillante: declararía contra los Hell's Angels y a cambio obtendría beneficios judiciales. Y tanto que los obtuvo: se le acusó sólo de 43 homicidios, lo cual quiere decir que había matado a las 43 personas "sin intención".
Le cayó cadena perpetua, pero a los siete años obtuvo la libertad condicional, como pago por sus informes. Bajo nombre supuesto, trabajó en centros sociales y continuó con sus labores de confidente. En 2000 se quedó sin trabajo y pasó a vivir de la beneficencia.

Nueva condena por pederasta
Pero ahora ha sido condenado de nuevo, en julio, esta vez por abusar sexualmente de un chaval de 13 años, al que previamente emborrachaba. La condena es de cuatro años, pero como su libertad era condicional, ahora tendrá que cumplir la cadena perpetua que se le impuso por los asesinatos (perdón, por los homicidios).
El juez que le ha condenado esta vez dijo al dictar sentencia: "Ha matado usted más gente que todo el ejército canadiense en la Guerra del Golfo".
Pero no parece que su cadena perpetua vaya a durar mucho. A su edad, ya no es tan duro como antes, y en la cárcel no va a ser bien recibido, dada su doble condición de chivato y abusador de niños. Se le mantendrá aislado 23 horas al día, pero eso no le tranquiliza. En el juicio se puso llorica y aseguró que si no le hacían regresar a la prisión no volvería a hacer nada malo en el resto de su vida y que sólo quería cuidar de su anciana madre de 84 años.
Sólo nos queda una inquietud: en Canadá, un país que pasa por tener un sistema social de los más avanzados, un país que tiene más prestigio mundial que ningún otro, ¿la policía y los jueces tienen tanta necesidad de confidentes que no vacilan en poner en libertad a un asesino múltiple de semejante calibre? ¿Hay que esperar que la justicia se haga en la cárcel y por eso han revelado ahora su nombre auténtico y su historial? Pues vaya avances, oiga.





Madre agresiva defiende el honor de su hija

Esther. Hay madres que protegen a su prole con uñas y dientes, pero lo de Leah Leishman es exagerado. El hombre que quiera mantener una relación sentimental con su hija tendrá que pensárselo mucho, porque hay muchas suegras insoportables pero, afortunadamente, como esta australiana casi ninguna.
En junio Leah secuestró y torturó al amigo de su hijo de 13 años, durante dos horas, porque sospechaba que tenía deseos libidinosos con su hija de 11 años y que, posiblemente, quería acostarse con la menor o, tal vez, violarla. La madre fue a buscar al niño al colegio y se lo llevó a un lugar apartado del jardín de su vivienda de Melbourne, donde le dio puñetazos, le pegó con un bate de béisbol, le pintó la palabra "mentiroso" en la cara con un rotulador y trató de hacerle la circuncisión con una cuchilla de afeitar y de quemarle con un mechero. El niño fue liberado por el marido de la agresora.
Leah se ha declarado culpable en agosto de los delitos de robo de niños, detención ilegal, daños intencionados y amenazas.
Da la impresión de que no va ser fácil para la hija de Leah encontrar novio en el futuro. Es posible que Leah, que vive en el barrio de Frankston, se haya quedado un poco trastornada, tras la situación de pánico que se vivió en el vecindario a principios de los noventa con los crímenes de Paul Charles Denyer, El Asesino de Frankston.





Mata a sus abuelos y olvida lista con los pasos del crimen

Esther. "Matar, llaves, dinero, joyas". Una nueva lista se convierte en prueba de la premeditación de una metódica criminal. La lista estaba escrita en el brazo de Holly Harvey, de 15 años, que se olvidó de ducharse después de matar presuntamente a sus abuelos en Atlanta. Al parecer, los progenitores le habían prohibido consumir drogas y ver a su amante lesbiana, Sandy Ketchum, de 16.
El 2 de agosto por la noche Sandy y Holly acuchillaron a sus abuelos, Carl y Sarah Collier, en el dormitorio. Carl consiguió huir de la habitación, pero la nieta había cortado el teléfono y le persiguió con un cuchillo hasta rematarlo en la cocina. Ambos cuerpos presentaban más de 15 puñaladas. Al margen de su lista, Holly también dejó un poema con la inapropiada frase "todo lo que quiero hacer es matar".
Las chicas huyeron en el vehículo de los abuelos, y la policía las detuvo esa misma noche en casa de unos amigos. Las siguieron gracias a las llamadas telefónicas que realizaron durante la huida, en las que comunicaban a sus amigos que se encontraban en la carretera 16 con dirección a la costa de Georgia.
La policía ha calificado a Holly como fría, cruel, engreída y manipuladora. Según el teniente Bruce Jordan, Holly es la persona más insensible y fría que ha entrevistado. La nieta se rió en la cara de cada uno de los 25 agentes que fueron a detenerla.


Las "listas" de los criminales
Dejar una lista con los pasos a seguir para la comisión de un delito puede ser un serio contratiempo a la hora de declararse inocente ante un tribunal. La "lista de la compra" de John George Haigh (El Doctor Ácido), elaborada un día antes de cargarse a Olive Durand-Deacon, una rolliza mujer de 69 años, sigue siendo la más famosa. "Gran tonel de aceite, bomba de mano, guantes de goma, delantal y 200 litros de ácido sulfúrico", eran los objetos incluidos en su lista que necesitaba para disolver a Olive, que se convirtió en un charco de lodo gris. Algunos huesos, tres cálculos biliares y la dentadura postiza soportaron la acción del ácido.
Pero la más explícita sigue siendo la lista de Ernest Walker que decía: "1. Llamar a la agencia y pedir un recadero, 2. Esperarlo en la puerta de la calle, 3. Invitar al chico a pasar, 4. Llevarlo abajo, 5. Ofrecerle asiento, 6. Darle un golpe en la cabeza, 7. Meterle en la caja fuerte, 8. Dejarlo atado, 9. A las 10.30, tortura". Los británicos siempre han tenido fama de metódicos.




Argentina busca a forense que mató a su ex mujer

Esther. El ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires ofrece una recompensa de 30.000 dólares USA por cualquier información que permita la captura de José Nicolás Chaín, un ex médico forense de la policía bonaerense que ha sido condenado a cadena perpetua por mandar matar a su ex mujer.
La víctima, Ana María Domínguez, estuvo casada con Chaín hasta 1997. Desde que se separó tuvo que soportar numerosas agresiones y amenazas por parte de su ex marido, que contaba con la ayuda de Carlos Martínez Sayavedra (se cree que entre los dos le cambiaron la cerradura de la casa, le tiraron ácido al coche de su nueva pareja...)
Tras un juicio por la manutención de su hija, que ganó la fallecida en 2000, parece ser que Chaín decidió cargársela y le pagó 1.000 pesos argentinos (280 euros) a su compinche, para que entrara en su casa de Luján y la asfixiara con la almohada.
El tribunal Oral de Mercedes (Buenos Aires) condenó a Chaín y a Sayavedra a cadena perpetua. Pero el médico no acudió a oír el veredicto, estaba en libertad gracias a una resolución del tribunal de Apelaciones de Mercedes y, como parece que se le habían puesto las cosas feas, decidió desaparecer. Sayavedra, por su parte, acudía al juicio desde la prisión.
El abogado de la acusación particular ha manifestado que piensa iniciar un juicio político contra el tribunal de Apelaciones porque uno de los jueces fue socio del abogado de Chaín.
Parece mentira que a un ex forense de la policía no se le haya ocurrido una forma más discreta de liquidar a sus enemigos.




Campamento de verano, escuela de delincuentes

Juanma. La policía rusa desmanteló en julio un campamento de verano en la isla de Sajalín, en el mar de Ojotsk, al este de Siberia, donde un grupo de ex presidiarios había montado una escuela para jóvenes delincuentes.
Los directores de este curioso campamento enseñaban a los chavales las artes y técnicas del robo y el atraco, además de los principios básicos de la profesión. La policía descubrió material impreso con indicaciones sobre las diversas maneras de cometer delitos, información sobre la jerarquía del mundo del crimen y consejos para el caso de ser detenido por la policía.
Al parecer, el campamento era gratuito. Disponía de cafetería y un generador diesel. Los treinta acampados eran adolescentes que habían tenido problemas con la ley, incluyendo algunos que habían estado encerrados por robo y otros delitos.
Una llamada telefónica anónima informó a la policía de que docenas de jóvenes estaban viviendo en un campamento clandestino en un bosque cerca del río Kamenka. No se sabe si era el único campamento de este tipo o si existen otros similares. Se especula con la posibilidad de que los organizadores pretendieran formar una o varias bandas juveniles altamente profesionales y quedarse con parte de los ingresos de los aplicados chavales.
El portavoz de la policía no sabe aún cuál será exactamente la acusación contra los monitores, aunque supone que será algo parecido a corrupción de menores. No obstante, según la ley rusa, se tendría que demostrar que estaban incitando a los chicos a cometer actos antisociales, y no simplemente informándoles de las cosas de la vida.




El FBI localiza a escritora prófuga por su libro

Esther. Su primera novela, "Amor Prohibido", se convirtió rápidamente en un Best Seller del año 2002 con 250.000 ejemplares vendidos en quince países. Es una historia sobre dos amigas que viven en Jordania. Una de ellas se enamora de un católico y su familia la mata. Anunciaban que era una historia real que había sucedido cuando Norma Khouri, la escritora, era adolescente y residía en ese país. Los problemas surgieron cuando la autora empezó a conceder entrevistas y a narrar sus terribles experiencias vividas en Jordania y la liberación que experimentó cuando se fue. Porque al final se descubrió que Norma sólo vivió en Jordania hasta que cumplió tres años. Entonces, se trasladó a Chicago con su familia, donde residió libremente hasta los treinta.
Y poco a poco fueron saliendo a la luz todas las supuestas mentiras de Norma. En una entrevista en el New York Times dijo que le gustaría mandar un ejemplar a su familia, pero que no podía porque en Jordania revisaban el correo y el libro sería confiscado. (El libro se vende libremente en las tiendas jordanas). Norma también explicó en una televisión de Australia, país en el que reside actualmente, que el libro está basado en dos crímenes que sucedieron allí, pero la policía australiana dice desconocer la existencia de ningún crimen similar al descrito en la novela.
El caso es que Norma ha armado tanto escándalo que ha conseguido que el FBI la localizara y ahora siguen sus pasos. En 1999 su madre la denunció por registrar fraudulentamente la casa familiar a su nombre y avalar un crédito con la vivienda. Al parecer, Norma nunca devolvió el dinero del crédito, pero el banco no pudo embargar la casa porque no era legalmente la propietaria. Además, un año antes, en 1998, la escritora había sido detenida por pegar a su suegra y de amenazarla de muerte.




Asesinato reabre la polémica sobre los videojuegos

Esther. Warren Leblanc, de 17 años, mató supuestamente a su amigo Stefan Pakeerah, de 14, a martillazos y cuchilladas en un parque de Leicester (Gran Bretaña).
La familia de Stefan ha iniciado una campaña en julio para la prohibición del videojuego "Manhunt" (La caza del hombre) alegando que el presunto asesino era aficionado a este juego y que la muerte de su hijo fue una fiel representación del comportamiento de los protagonistas de "Manhunt". El juego consiste básicamente en matar personas y en conseguir más puntos cuanto más repulsiva sea la muerte.
A raíz de la campaña, numerosos centros comerciales han retirado el videojuego de sus estanterías, pero, a su vez, han aumentado las ventas.
Este crimen ha reabierto de nuevo la vieja polémica sobre la prohibición de juegos y películas violentas que, según algunos, incitan a los jóvenes a delinquir. El abogado norteamericano Jack Thompson, famoso por perseguir a lo que él considera como medios de comunicación inmorales, ha mostrado su intención de intervenir en el caso.
Pero en agosto la policía de Leicestershire se ha encargado de desbaratarles la campaña a la familia de Stefan, al afirmar que el móvil de crimen fue el robo y que el único que jugaba a Manhunt era la víctima porque sólo encontraron el juego en su ordenador. La familia, por su parte, dice que el juego estaba en el ordenador de su hijo porque se lo había prestado el presunto asesino, días antes de su muerte. La verdad es que da la impresión de que la hipótesis del robo se la han sacado de la manga para librarse de una nueva y tediosa campaña pro censura.
En su defensa, los fabricantes de Manhunt dicen que las personas violentas se suelen entretener con juegos de esta índole, pero esta agresividad suele ser previa al juego y, por lo tanto, no estaría desencadenada exclusivamente por éste.
En realidad, muchos asesinos en serie han jugado de pequeños a destripar animales para verlos por dentro y no por ello se prohiben los juegos de anatomía. Y en cuanto a los medios de comunicación, la propia Biblia empieza con el asesinato de Caín y nadie se ha planteado su prohibición, a pesar de que algún fratricida se la haya
leído.