www.adeguello.net / revista bimensual de crítica de crímenes / número 6- noviembre 2004

Criminal del mes

Los reos argentinos ayudan a sus colegas

Esther. Si en la candidatura al premio Moriarty repiten los médicos, en el premio al criminal del mes vuelven a estar los reclusos argentinos. Los chicos consiguen cometer un montón de delitos a pesar de estar entre rejas. Al secuestro virtual hay que sumarle ahora la cobertura telefónica a sus colegas delincuentes.
Las bandas informan a los reos sobre cuándo y dónde va a ser su próximo golpe, y los reclusos se dedican a colapsar las líneas telefónicas de las comisarías de policía cercanas, los bomberos, los servicios de urgencias de la zona,... a la hora señalada. (Nos quitamos el sombrero). Los reclusos denuncian falsos atracos en lugares remotos para que los agentes pierdan el tiempo, falsos incendios, falsos accidentes,...
En un gran número de cárceles ya han empezado a tomar medidas contra la utilización delictiva del teléfono. En algunos centros se ha anulado el acceso a los números de los servicios de emergencia y se ha programado una grabación que anuncia al interlocutor que va a recibir una llamada que proviene de la cárcel. En lo que va de año se han denunciado 3.000 secuestros virtuales, la mayoría realizados desde los teléfonos de las prisiones.
Los secuestros virtuales revolucionan el hampa
(Adegüello, marzo 2004).