Roba millones de euros en diamantes de un banco belga

Se llevó 120.000 quilates de diamantes
Andrea. Quien haya fantaseado alguna vez con el robo perfecto, uno de esos que salen en las películas de Hollywood, tan diferentes de los delitos normales, debe sentir cierta admiración hacia el autor del reciente robo de 120.000 quilates de diamantes, valorados en cien millones de euros, que fue perpetrado en marzo desde una caja de seguridad del banco ABN Amro de Amberes (Bélgica). El autor del delito fue claramente identificado por el personal del banco como Carlos Flomenbaum, un ciudadano argentino, alto, que desde hace un año era cliente habitual de la sucursal, y que fue el último en salir y el primero en entrar a la bóveda de cajas de seguridad antes de que se descubriera el robo.
El problema para la policía y el banco es que el principal sospechoso resultó ser un ciudadano argentino que perdió su pasaporte hace más de un año en Israel, de lo cual hizo la correspondiente denuncia, y que nunca ha estado en Bélgica. Con esta aclaración sobre el pasaporte, la policía se ha quedado sin pista alguna sobre el ladrón.
Retrato robot del ladrón que decía ser argentino
Pero claro, este tipo de robo, que asegura la jubilación anticipada, no está a la altura de delincuentes comunes e impacientes. Para empezar, tienes que tener tiempo y dinero, como lo tuvo el misterioso autor del robo, para abrir una cuenta en la sucursal del banco ABN Amro, donde los comerciantes de diamantes de la ciudad guardan sus piedras más valiosas. De esta forma, el hombre, siempre bien vestido, que se presentó como representante de una joyería argentina, consiguió la confianza del personal que lo veía llegar puntualmente cada día a las 15.00 y 17.00 horas para hacer depósitos y retiros de su caja de seguridad. Hasta que después de un año repitiendo la misma rutina, el 2 de marzo llegó el momento del dar el gran golpe.
El banco no ha revelado como este hombre, no muy hablador, pero de generosas propinas en especie y chocolates, según el personal, consiguió salir con semejante botín de una entidad que basa su prestigio en las medidas de seguridad. Se cree que el banco ha preferido no revelar sus fallos ni asustar a otros clientes del corazón de la industria del diamante. ABN Amro advierte también que al ladrón no le será fácil vender su botín, pues uno de ellos es conocido por ser de gran tamaño y otro grupo tiene un tinte azulado. En todo caso, se ha ofrecido una recompensa de dos millones de euros a quien dé alguna pista.
Mientras algunos culpan a la policía belga por no tener en línea los antecedentes de pasaportes robados, seguro que este misterioso ladrón tendrá algo de paciencia para esperar a que se olvide la noticia antes de ponerse a vender los diamantes
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