Más de ochenta años de cárcel para la Envenenadora de Melilla
Morir por deudas de compradores compulsivos
Robo de bebés ucranianos
Plan urbanístico para asesinar a alcalde
Asesinos en serie japoneses matan a su familia

Abogados chantajistas

Víctima firma contrato de arras poco antes de morir
Madre hay una sola
El presunto Asesino de la Costa declara su inocencia
México busca al "mataviejitas"
Secuestrada y casi asesinada por un topetazo
Fantasmas y comida japonesa
Embalsamador y dentista implicados en venta de cadáveres
Asesinos y morosos
Relacionan a depredador sexual con seis desapariciones



Más de ochenta años de cárcel para la Envenenadora de Melilla

Esther. Paqui es un recuerdo del pasado. Una de esas asesinas tradicionales que envenena en solitario sin enredar a amantes ni a matones a sueldo en sus crímenes. Una asesina en serie autosuficiente cuya historia es similar a la de cualquier otra colega de siglos pasados, salvo por la circunstancia de que conoció a su amante por internet. La Envenenadora de Melilla era como casi todas su colegas un ama de casa, y madre abnegada, que cuidaba de su aparentemente enfermiza familia al tiempo que los exterminaba.
Francisca Ballesteros
Francisca Ballesteros, Paqui, ha sido condenada en septiembre a 84 años de cárcel por envenenar a su marido y a dos de sus hijos y por intentarlo con el tercero. La Audiencia Provincial de Málaga en Melilla la declaró culpable de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, por la muerte de su hija Sandra, dos delitos de asesinato con alevosía, por la muerte de su marido y su hija Florinda, y un delito de asesinato en grado de tentativa, por su hijo Antonio.
La Envenendora de Melilla declaró que le estuvo dando Colme (un medicamento indicado para dejar el alcohol compuesto de cianamida cálcica) a su marido, Antonio González, hasta que falleció, porque bebía y la maltrataba física y, sobre todo, psicológicamente. También dijo que suministró la misma medicina a sus hijos Antonio y Sandra para que no sufrieran por la desaparición de su padre. En cuanto a la muerte de su hija Florinda, que falleció en 1990 cuando tenía seis meses, no dio ninguna explicación.
Los investigadores sólo habían encontrado rastros del medicamento en el cadáver de Sandra porque se elimina totalmente del organismo a las 6 o 12 horas. También encontraron Colme en una botella de agua que la niña tenía en la mesilla de noche de su habitación cuando fue trasladada al hospital.
Ballesteros es una valenciana de 36 años que vivía en Melilla con su marido y sus dos hijos.
En el verano de 2003 conoció a varios hombres a través de internet, y en noviembre de ese mismo año su marido y sus hijos ingresaron en el hospital por una intoxicación que la envenenadora achacó a unas fumigaciones. Ese mismo mes viajó a Tenerife para conocer a uno de los ciberamantes y dos meses después, en enero de 2004, falleció su marido Antonio, un funcionario que por entonces tenía 42 años y con el que llevaba 17 años casada. Se atribuyó su muerte a un infarto de miocardio. Pero las desgracias no dejaron de sucederse en la familia y el 4 de junio de 2004 falleció su hija Sandra, de 15 años, al poco de ingresar en el hospital con síntomas de intoxicación y poco después ingresaba también en el hospital con los mismos síntomas su hermano Antonio, de 12 años, que fue el único que se salvó.
Algunos familiares de Paqui deben estar de su parte porque asistieron al juicio e incluso se enfrentaron con los parientes del marido, así que tal vez no hay más muertes sospechosas en la familia y a lo mejor Paqui no ha matado a ningún otro pariente sanguíneo.

La fogosa y el ciberamante
El amante tinerfeño de la envenenadora, Cesáreo A.P., declaró en el juicio que pensaba casarse con Paqui y que desconocía que ésta estuviera casada y tuviera dos hijos. La mujer se hacía llamar "fogosa" en el chat de internet en el que se conocieron en agosto de 2003. Cuatro meses después Paqui viajó a la isla para encontrarse con él. El apodo debía ser afortunado y tras un primer encuentro en un hotel de Tenerife el hombre le pidió que se casara con él, según su declaración. La envenenadora accedió, pero le dijo que primero debería volver a Melilla para vender una propiedad. La mujer le había contado a Cesáreo que su marido y su hija habían fallecido en un accidente de tráfico. El hombre sólo sospechó de la sinceridad de Fogosa cuando durante una conversación telefónica pudo oir como alguien la llamaba "mamá".

La envenadora de Melilla confiesa tres asesinatos (Adegüello, julio 2004)

 


Envenenamientos
Se dice que el veneno es el arma de los cobardes porque no te manchas de sangre, ni tienes que pelearte y ni siquiera es necesario revelarle a la víctima que tú eres su verdugo. Se calcula que sólo un cinco por ciento de los asesinatos se cometen con veneno, pero seguramente es el responsable de muchos más crímenes que pasan por muerte natural. La administración prolongada de pequeñas cantidades de veneno suele hacer que la víctima enferme poco a poco y que finalmente su médico certifique que ha fallecido por alguna enfermedad: insuficiencia hepática, ataque al corazón, gastroenteritis aguda,...
El Dr. Cream mataba a mujeres
Los hay de muchos tipos: Los que reducen la capacidad de oxigenación de la sangre (cianuro, monóxido de carbono,...), Los corrosivos que perforan el estómago (gas mostaza, cloroformo,...), los que causan lesiones en distintos órganos (arsénico, antimonio, estricnina, mercurio,...) En realidad, hay un montón de sustancias que administradas de manera incorrecta acaban causando la muerte: comidas muy saladas y unas pastillas hipertensivas, disueltas en las tazas de café, acabarán algún día con la vida de ese molesto marido hipertenso.
Es un arma muy común entre los médicos. A finales del siglo XIX, por ejemplo, el doctor Thomas Neill Cream daba píldoras (de estricnina) "para el cutis" a las prostitutas londinenses. Lo que le divertía era verlas retorcerse de dolor. Sufrían horribles espasmos, se les ponía una mueca en la cara y se les arqueaba la espalda hasta que fallecían por asfixia o fallo cardíaco.
De todas formas, el veneno es el arma por excelencia de las mujeres y él de la mayoría de las asesinas en serie.

Mujeres venenosas
Con esto de matar, como con muchas otras cosas, todo es empezar. Una vez superado el tabú de quitarle la vida por primera vez a otro ser humano, que resultaba molesto o incómodo, es difícil seguir aguantando y no matar a otra gente que nos molesta. Por lo general, la envenenadora empieza matando al marido o a sus propios padres (para heredar) y si le sale bien la cosa y no la cogen, suele seguir matando a todo aquel que se interponga a su bienestar e intereses.
Una de las asesinas españolas que alcanzó más notoriedad en su tiempo fue otra valenciana, Pilar Prades Santamaría, La Envenenadora de Valencia. Tenía una carrera muy prometedora, pero se cruzó en su camino un médico que no quería ver morir a su esposa y finalmente sólo consiguió matar a una mujer. Prades se hizo famosa por sus gritos desesperados clamando por su inocencia y porque fue la última mujer condenada al garrote vil en España (en 1959). Era una empleada de hogar, de 1,50 metro de estatura, que empezó a trabajar en casa del doctor Manuel Berenguer. Al poco tiempo, la cocinera empezó a padecer fuertes dolores de estómago de origen desconocido e ingresó en un hospital, pasando la envenenadora a ocupar su lugar en los fogones. Y poco después fue la esposa del médico la que sufrió la misma dolencia y fue también ingresada en el hospital. El doctor Berenguer empezó a sospechar de la nueva empleada y descubrió que la dueña de la casa, en la que ésta había trabajado con anterioridad, había fallecido de una dolencia similar. Lo puso en conocimiento de la policía y se descubrió que había sido envenenada con arsénico.
Cuando la detuvieron, Prades reconoció que le había dado "Diluvión", un hormiguicida que contenía esta sustancia, pero dijo que no pretendía matarla, que la quería mucho y que sólo quería que se quedara descansando un par de semanas en la cama porque trabajaba demasiado.

La británica, Mary Ann Cotton

Mucho más prolíficas fueron Lydia Sherman, La Reina del Veneno, y su colega británica Mary Ann Cotton. Sherman dedicó su vida al asesinato de maridos y familiares. Se cree que liquidó a 42 personas en Estados Unidos, aunque ella "sólo" confesó 11. El primero fue su marido Edward Struck, un ex policía en paro al que envenenó con arsénico en 1864. Le siguieron sus seis hijos y sucesivos maridos, con sus familiares incluidos. En 1872 la condenaron a cadena perpetua.
La británica es otra envenenadora destacada con 21 asesinatos: su madre, dos maridos, dos amantes, su mejor amiga, sus diez hijos y otras cinco personas. También les daba arsénico y en los certificados de defunción solía decir que la causa había sido "fiebre gástrica". La detuvieron en 1872 en West Auckland y fue condenada a la horca.

Las Fabricantes de Ángeles de Nagyrev
El caso más fascinante de envenenamientos masivos es el de Nagyrev, un pueblo situado al sudeste de Budapest que a principios del siglo XX no tenía hospital, ni consultorio, ni médico y todas las cuestiones sanitarias estaban en manos de la matrona, Julius Fazekas. La hitoria es una especie de locura envenenadora a gran escala. Durante la Primera Guerra Mundial los hombres de Nagyrev luchaban en el frente y el pueblo estaba rodeado por campos de concentración de prisioneros enemigos. La falta de varones locales hizo que las mujeres se dedicaran al coleccionismo de amantes prisioneros. A partir de entonces, los soldados (maridos y novios) que volvían heridos se encontraban con una fría acogida y con sus mujeres haciendo cola en la puerta de la matrona que dispensaba arsénico a tutiplén.
Las esposas empezaron con los divorcios rápidos, vía viudedad, y acabaron matando a los que les resultaban molestos: padres, hijos, vecinos, suegras,... El primo de la matrona era el encargado de firmar los certificados de defunción, así que aunque sorprendían los índices de mortalidad del pueblo todo parecía correcto. Entre el asesinato de Peter Hegedus en 1914 y 1929, se cree que medio centenar de mujeres, las Fabricantes de Ángeles, mataron a más de un centenar de personas. Todo terminó con la detención de Ladislaus Szabo después de que un hombre la denunciara por haberle envenenado el vino. Szabo implicó a otra amiga que, a su vez, acusó a la matrona. Vigilaron los movimientos de esta última y finalmente detuvieron a 38 mujeres acusadas de un centenar de asesinatos. La matrona se suicidó con arsénico cuando la iban a detener. De las 26 que fueron a juicio, 8 fueron condenadas a pena de muerte, 7 a cadena perpetua y el resto a diferentes penas de cárcel.


 





Morir por deudas de compradores compulsivos

Andrea.
El matrimonio formado por Emmanuel y Patricia Cartier ha sido condenado en octubre a 15 y 10 años de reclusión, respectivamente, por el asesinato de su hija Alicia y el intento de asesinato de sus otros cuatro hijos en Beauvais (Francia). El motivo del crimen fueron las deudas, pues la pareja debía más de 300.000 Euros en créditos de consumo e intereses, por su afición a pedir préstamos para satisfacer sus caprichos. Los anuncios en TV y prensa, que ofrecen prestar dinero con sólo llamar por teléfono, atrajeron desde siempre la atención de los dos padres. Al terminar el servicio militar, Emmanuel solicitó su primer crédito para comprarse un equipo de música. Doce años más tarde, los Cartier tenían seis cuentas bancarias, 21 créditos y 15 tarjetas bancarias, y los 2.600 euros que ganaban en total, Alicia como auxiliar de enfermería y su marido en una fábrica metalúrgica, se hacían escasos para pagar los gastos normales y las cuotas de los préstamos. Incluso pedían préstamos adicionales para poder ir pagando sus deudas.
Compran todo lo que anuncian en la tele
El dinero lo gastaban en la familia; la pareja decía adorar a sus hijos y no escatimaban gastos en demostrarlo. Cada niño tenía su propio televisor y juego de vídeo para que, según la madre, " no hubiera celos entre ellos". Pero ante la acumulación de cuotas impagas, el 18 de Agosto de 2002 Emmanuel Cartier no puede evitar enfrentarse a la realidad, y se da cuenta de que no podrán seguir con su modo de vida; su única posibilidad, para que no les embarguen todos sus preciados bienes, es acogerse a un plan de sobreendeudamiento, lo que le impediría poder pedir más préstamos por el resto de su vida. Ante este panorama, la pareja decide que no merece la pena vivir, pero para no dejar solos a sus hijos deciden que la única solución es morir todos juntos.
El método escogido para el asesinato- suicido familiar fue la inyección de insulina, sustancia potencialmente mortal, que Patricia consiguió de la residencia donde trabaja. El sábado la familia cena hamburguesas, su comida preferida, antes de inyectarse la insulina que sólo resultó mortal para su hija Alicia. Como despedida, y para no perder la costumbre, los Cartier habían pedido un último préstamo con el que comprar ropa nueva; no podían dejar que sus hijos pasaran al otro mundo con la ropa de todos los días.






Robo de bebés ucranianos

Se cree que les matan para trasplantes
Andrea. El informe de una misión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) reconoce que en Ucrania existe una red de robo de bebés para utilizar sus órganos. A finales de 2000, en una maternidad de Jarkiv desaparecieron dos bebés y el personal le dijo a sus padres que habían nacido muertos. Poco después se encontraron fetos y cadáveres de recién nacidos, cuyos órganos habían sido extraídos, en los cubos de la basura del hospital. En esa misma maternidad se han confirmado cinco casos de desaparición de recién nacidos, pero también hay casos similares en Lviv y Kiev.
Según una ONG ucraniana, entre 2001 y 2003 pueden haber ocurrido hasta 300 desapariciones de bebés. El informe de PACE afirma que estos hechos deben ser obra de una banda criminal, pues parece poco probable que lo hayan hecho personas aisladas.
Los órganos de los niños pueden haber sido utilizados para transplante a otros niños y para extraer células madre del cordón umbilical, que pueden utilizarse para regeneración de órganos y tejidos.
Confirmando esta hipótesis, dos fiscales de la ciudad de Mariupol iniciaron hace unas semanas un proceso contra los médicos de una clínica privada por realizar transplantes ilegales a clientes adinerados.






Plan urbanístico para asesinar a alcalde

Asesinato por especulación urbanística
Esther. La especulación con un derecho fundamental, él de la vivienda, ha llegado ya a tal extremo en España que hasta hay mafiosos que se dedican a la eliminación de alcaldes por encargo para la recalificación urbanística de terrenos, según la policía.
Seis personas han sido detenidas por conspiración para asesinar a Salvador Miralles Albesa, alcalde de Torrelles de Foix (Barcelona), y por tenencia ilícita de armas. La historia empezó el 6 de octubre con la desarticulación de una banda de narcotraficantes. El jefe del grupo, Sebastián B.S., tenía cámaras de seguridad en su vivienda porque no se fiaba de sus visitas, y en ellas quedaron grabadas las conversaciones para asesinar al alcalde, según los investigadores. Al parecer, fue Sergio A.G, de 35 años, quien encargó el asesinato del alcalde a dos hombres, a cambio de 50.000 euros. Sergio es el hijo de Isidre A.T., de 59 años, propietario de un terreno de 15.000 metros cuadrados que está calificado como equipamientos deportivos en el actual plan urbanístico de Torrelles de Foix. Según la policía, el propietario, que ha quedado en libertad con cargos, confiaba en que con la muerte del alcalde sus terrenos serían recalificados como urbanizables en el nuevo plan. De momento, se desconoce si había tenido contactos con otros políticos municipales para tener tan claro lo de su recalificación con la muerte del primer edil.





Asesinos en serie japoneses matan a su familia

Andrea.
Futoshi Matsunaga, de 44 años, y su cómplice y novia Junko Ogata, de 43, han sido condenados en septiembre a morir ahorcados por el asesinato de cinco personas en Fukuoka (Japón). Las víctimas, entre las que se incluían dos niños, eran parientes de Ogata y compartían la vivienda con la feliz parejita, que los retenía para sacarles dinero. Además, alguna de las víctimas fueron obligadas a desmembrar los cuerpos de miembros de su familia.
Como la policía no ha encontrado restos de los crímenes, la única prueba son los testimonios de Ogata y de una joven de 21 años, la única que pudo escapar y que asegura haber sido retenida contra su voluntad y torturada con electricidad.
Algunos fueron electrocutados
Matsunaga lo niega todo. Dice que no tenía razón para matarlos porque eran su fuente de ingresos, y que los asesinatos los debió haber cometido Ogata por su cuenta.
Matsunaga y Ogata empezaron su relación en 1982 y tres años más tarde la mujer se fue a vivir con él. El 1994 la pareja se instala con la testigo y su padre, quien muere a causa de maltratos. Dos años más tarde obligan a la familia de Ogata a vivir con ellos. Sus padres, hermana, su cuñado y dos sobrinos fueron asesinados entre diciembre de 1997 y junio de 1998, estrangulados o electrocutados. Aunque los abogados de Ogata insistieron que ella colaboró con su novio porque éste la dominaba, el juez también la condenó a muerte.






Abogados chantajistas

Andrea.
Ted y Mary Roberts, un matrimonio de abogados ha sido acusado en septiembre de chantajear a cuatro hombres con los que la mujer había tenido relaciones sexuales en San Antonio (Texas, EEUU). El marido enviaba a los ex amantes de su mujer una carta comunicándoles que estaba en proceso de divorcio y que pensaba solicitar al juez una orden para investigar posibles demandas contra ellos, debido a la cual sus esposas y familiares se enterarían de la infidelidad. Al parecer, la misma Mary Roberts escribió las cartas porque, según su marido, le daba vergüenza pedírselo a una secretaria. Los chantajeados llegaron a "acuerdos privados prejudiciales", por los que la pareja se embolsó unos 123.000 dólares USA.
Los Roberts, que pueden recibir penas de hasta 29 años de cárcel y una multa de 100.000 dólares USA, no pierden el tiempo y han demandado al periódico Express-News por publicar las cartas y llevarlos a la bancarrota. Por su parte, el periódico se defiende diciendo que estas cartas no eran privadas ya que, en teoría, Ted Roberts las iba a presentar en el juzgado. Irónicamente, fuentes judiciales informan no estar seguras de que este tipo de chantaje infrinja el código de ética de abogados.






 
Víctima firma contrato de arras poco antes de morir

Esther.
Ya no hace falta tener un montón de dinero para que te asesinen o secuestren, en España con tener piso propio ya basta. Los investigadores creen que el asesinato de la psicóloga Ana Permanyer es un nuevo crimen inmobiliario orquestado por una vieja conocida de la policía, Mari Carmen B.L., que supuestamente pretendía ahorrarse un dinerito en la compra de un piso.
La psicóloga desapareció en setiembre de 2004, tras acudir a una cita en Barcelona con su inquilina Mari Carmen B.L. para enseñarle una plaza de garaje de su propiedad. Su cadáver apareció diez días después en un descampado de Sitges (Barcelona), con unas bolsas de plástico en la cabeza. La autopsia reveló que había fallecido por asfixia, entre ocho y diez horas después de su desaparición. La inquilina presentó entonces un contrato de arras firmado por la fallecida el día de su desaparición, por el que le vendía por 600.000 euros el piso en el que residía, un garaje y un trastero, de los cuales 400.000 euros ya habían sido entregados a la dueña, según su versión.
La policía detuvo en septiembre a Mari Carmen B.L., de 48 años, y sus amigos Joan S.B., de 79, y Anabel T.P., de 42, acusados del asesinato de la psicóloga. Dicen que la jefa del grupo es Mari Carmen, que ya había sido detenida en 1998. Entonces permaneció nueve meses en prisión por el asesinato de su segundo marido, Josep Campi, un propietario de un cámping de Lleida que falleció tiroteado por unos asesinos a sueldo. En aquella ocasión el juez la dejó en libertad por falta de pruebas.


 





Madre hay una sola

Andrea.
La policía de Buffalo (EE.UU.)ha confirmado en septiembre que unos restos humanos encontrados en agosto pertenecen a Madeline Irena, de 46 años, quien fue supuestamente asesinada por su hijo de 15, Angel Rosa. El retoño había enterrado a su madre en el jardín de casa, usando un saco de arroz que ella misma compró, para mantener hundida la maleta que contenía los restos del cuerpo. La policía, que encontró el recibo de la compra en los pantalones de la mujer, cree que el menor contó con la ayuda de un ex convicto llamado Edwin Gimenez, detenido en calidad de cómplice. El hombre fue quien convenció a Angel para que asesinara a su madre.
Una vez que se había desecho de la mujer, Gimenez violó al hermano menor de Angel, de quien asegura ser el padre biológico. La policía desconoce los detalles de esa demanda de paternidad, pero cree el hombre planeaba llevarse a los dos hermanos a Nueva York.
Poco después del crimen, Angel le dijo a su hermana mayor, residente en Puerto Rico, que su madre se había ido a un retiro espiritual, pero a sus vecinos les dijo que había desaparecido.






El presunto Asesino de la Costa declara su inocencia

Esther.
"Soy inosente, soy inosente", grita casi todos los días Tony King, el presunto Asesino de la Costa, a su llegada a la Audiencia Provincial de Málaga, donde se le está juzgando por el asesinato de Sonia Carabantes en agosto de 2003.
Es un acusado del tipo escandaloso. Negó haber matado a la joven y explicó que inicialmente reconoció el crimen porque le torturó la policía. Según su declaración, la jefa que financiaba el grupo era "la puta" de Dolores Vázquez y su ex amigo Robert Graham era un profesional. (Vázquez fue durante un tiempo la principal sospechosa de la muerte de Rocio Wanninkhof, otra de las supuestas víctimas de King. El abogado de la mujer ha anunciado que va a presentar una querella por el insulto).
María Teresa desapareció en 2000
Tony King añadió que existe una conexión entre la muerte de Rocío Wanninkhof en 1999, la desaparición de María Teresa en 2000 y la muerte de Sonia en 2003. (El presunto asesino está acusado de la muerte de Sonia y Rocío, y María Teresa Fernández es una joven que desapareció en Granada). El juez que investiga desaparición de María Teresa no dio credibilidad en su día a las declaraciones de King sobre el caso.
En cuanto a la muerte de Sonia, el presunto Asesino de la Costa dijo que esa noche había bebido mucho alcohol en la feria de Coín, que además se tomó una pastilla para conciliar el sueño y que veía doble cuando cogió el coche. Según su versión, dio marcha atrás con el vehículo, oyó un golpe y al bajar vio a Sonia Carabantes en el suelo sobre un charco de sangre. Dijo que entonces le golpearon en la cabeza y que sólo recuerda haber estado en el asiento trasero de su coche, junto a la joven herida, y una zona rocosa donde escondieron el cadáver.

Testigos y peritos
Tanto los forenses como la policía descartaron la posibilidad del atropello, aducida por el acusado, porque la joven no tenía fracturas en las piernas y porque el vehículo no tenía fibras ni señales típicas de un atropello. Además, la autopsia reveló que Sonia había sido golpeada brutalmente antes de fallecer estrangulada (calculan que recibió más de 40 golpes). El hecho de que el cadáver apareciera desnudo con el sujetador roto y la camiseta enrollada al cuello indicaría que la adolescente fue víctima de una agresión sexual, según los forenses, que no pudieron corroborar esta hipótesis con la autopsia debido al estado de putrefacción del cuerpo cuando fue encontrado.
Tony King
Por otro lado, los psicólogos que se entrevistaron con el presunto Asesino de la Costa dijeron que es un psicópata que conserva su capacidad de comprender lo injusto del hecho y de actuar según dicho entendimiento. Lo que le haría imputable.
En cuanto a los testigos, María Luisa Gallego, su pareja cuando se produjo el crimen, declaró que King no estuvo con ella la noche que mataron a Sonia y que llegó a casa malherido a primera hora de la mañana diciendo que había sufrido un accidente de tráfico.
También declaró la empleada de un lavadero de coches de Mijas (Málaga) que dijo que en agosto de 2003 el acusado le dejó un coche con unas marchas rojas en el asiento trasero que tardó siete horas en limpiar. A pesar de la exhaustiva limpieza, la policía dijo que identificó manchas de sangre en el asiento trasero.

La acusación
Según el ministerio Fiscal, Sonia volvía a casa sola de la feria de Coín sobre las 5 horas de la madrugada del 14 de agosto de 2003, cuando la atacó Tony King por motivos sexuales. Después la trasladó a un lugar apartado en el maletero de su coche, la estranguló con una camiseta y ocultó su cuerpo entre unas rocas.
El fiscal pide 34 años de cárcel y 300.000 euros de indemnización por asesinato, detención ilegal y agresión sexual, y la acusación particular eleva en 10 años esta petición y dobla la indemnización.

Tony King, el culebrón de la costa (Adegüello, enero 2004)
Tony King estrena abogado y declaración (Adegüello, mayo 2004)
King acusa a su ex amigo de otra desaparición (Adegüello, julio 2004)




México busca al "mataviejitas"

Andrea.
Jorge Mario Tablas Silva ha sido condenado a 61 años de cárcel por el asesinato de dos ancianas de Ciudad de México. El hombre, de 54 años, se disfrazó de enfermera para conseguir entrar en las viviendas de sus víctimas, María Eugenia Guzmán Noguez y Luz Estela Viveros Padilla, de 70 y 76 años de edad. En ambos casos el móvil del crimen fue el robo.
Pero los crímenes contra viejitas no terminan con la detención de Tablas; en septiembre, en un plazo de 24 horas, se han encontrado otros dos cadáveres de ancianas posiblemente asesinadas. La primera fue descubierta en Viaducto Piedad sin signos de violencia y todavía se admite la posibilidad de que fuera una muerte natural. La segunda mujer, Guadalupe Oliveira, de 85 años de edad, fue localizada, tras avisar sus vecinos a la policía, en su vivienda de la Unidad Habitacional Tlatelolco con visibles lesiones. Por el desorden que imperaba en la vivienda la policía cree que se trata de un robo.
Han matado a decenas de mayores desde 2003
Estas dos muertes se suman a los 36 asesinatos contra personas de la tercera edad ocurridos desde 2003, de los cuales se han resuelto ya ocho, según la PGJDF, Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. La prensa cree que los crímenes son obra de un asesino, el "mataviejitas" y la PGJDF, junto al Instituto Nacional para Adultos Mayores, ha alertado a la población frente a esta ola de violencia, y repartirá 500.000 folletos para que los mayores estén informados y no les pille por sorpresa.
Con la información de vecinos de las víctimas se ha elaborado un retrato robot de sospechosos: en algunos casos serían mujeres entre 1.70 y 1.75 metros de estatura, tez morena clara o blanca y cuyas edades oscilan entre 45 y 50 años de edad. Esas personas usan engaños, como el disfraz de enfermera de Tablas, para inspirar confianza a las mujeres y así poder entrar a sus domicilios. Las autoridades creen estos delincuentes escogen a personas de la tercera edad como víctimas porque creen que es más fácil quedar impunes.






Secuestrada y casi asesinada por un topetazo

Juanma.
Un pequeño accidente de tráfico estuvo a punto de costarle la vida a una chica de 25 años, que fue secuestrada por el conductor de una grúa que intentó asesinarla dos veces.
De momento, no se conoce la versión del supuesto agresor, por lo que el siguiente relato de los hechos se basa única y exclusivamente en la denuncia de la joven.
Se lió cuando la grúa chocó con un coche
Ocurrió el 20 de octubre en Villafranca del Penedés (Barcelona). El conductor de la grúa, Adolfo J.H., de 28 años, se despistó y chocó con el coche que conducía la chica. Cundo los dos salieron a hacer el parte para el seguro, Adolfo dijo que se había dejado el seguro de la grúa en el taller, y propuso a la chica que lo acompañara para consultar los datos y completar el informe. Al llegar al taller, Adolfo cambió la historia. La grúa no tenía seguro. Propuso a la chica falsear los datos, dando los de otro vehículo. Pero la chica se negó. La culpa no la había tenido ella y ya estaba perdiendo demasiado tiempo. Eso fue su perdición. Adolfo se puso nervioso y de pronto sacó una pistola. Amordazó a la mujer y la ató a una silla. Así la tuvo seis horas.
Al cabo de este tiempo, Adolfo la metió en su coche y fue con ella a una gasolinera a comprar tabaco. Y por fin, tomó una decisión. Había que matarla.
Primero intentó estrangularla, pero afortunadamente no tenía mucha práctica en el asunto. La víctima perdió el conocimiento y Adolfo la creyó muerta. Cundo iba a meterla en su coche, la chica volvió en sí. Entonces, Adolfo cogió la pistola y disparó.
En el último instante, algo le hizo desviar el tiro. Adolfo, dándose cuenta de lo que estaba haciendo, se arrepintió y cambió de actitud. Desolado, pidió perdón a su víctima, le entregó la pistola y le dijo que, si quería, lo matase. La joven, en un alarde de entereza, le dijo que necesitaba atención médica por el intento de estrangulamiento y, de paso, que no vendría mal que a Adolfo lo viese también un médico.
Convencido y hecho polvo, Adolfo llevó a la joven al hospital de Villafranca y la dejó en la puerta. Él se marchó. La chica fue atendida por las lesiones en el cuello y el choque nervioso que, lógicamente, padecía.
Adolfo fue detenido seis días después y ha ingresado en prisión. Según parece, no tiene antecedentes, ni policiales ni por problemas psicológicos. Y sin embargo, aquí tenemos a un gruista que tiene una pistola (les aseguramos que en España no es corriente) y que no vacila en secuestrar y hasta matar por un percance de mínima importancia. Afortunadamente, no ha dado aún el salto a profesional. Pero cualquiera le lleva la contraria en una cuestión importante.






Fantasmas y comida japonesa

Andrea.
Christopher y Yoko Chung, propietarios del Amura Japanese Restaurant de Orlando (EE.UU.) se niegan a instalarse en un edificio de Church Street Station porque dicen que el lugar está embrujado. La cuestión es que habían firmado un contrato de alquiler para instalar allí su negocio. Al enterarse los propietarios del problema, les ofrecieron llevar a un exorcista para que "purificara" el lugar, pero los Chung se negaron, por lo que se presentó una demanda en septiembre por incumplimiento de contrato por 2,6 millones de dólares USA.
Han visto a un pianista fantasma
Los Chung alegan que hay varios testimonios de contratistas y subcontratistas, que trabajaron en el lugar, reconociendo la existencia de las apariciones. Aparentemente, el local había sido antes un burdel y los gritos que se oyen corresponderían a los hijos de prostitutas. También se habría visto el reflejo de un hombre delgado tocando el piano.
Para empeorar las cosas, Cristopher Chung es testigo de Jehová y dice creer en los espíritus y seres del más allá. Sin embargo, los dueños del edificio, que se declaran respetuosos de las creencias de los demás, alegan que, con o sin fantasmas, un contrato debe cumplirse por lo que, además de la demanda por daños y perjuicios, sus abogados han pedido al juez que determine si realmente hay fantasmas en su edificio y que, en caso de haberlos, investigue si estos interferirían con el funcionamiento normal del restaurante. No sea que a los fantasmas les guste el sushi y no quieran compartirlo con los comensales.






Embalsamador y dentista acusados de vender muertos

Roban huesos, piel y grasa de muertos
Esther. Nuevo escándalo en Estados Unidos con la venta de trozos de cadáveres. Por allí está prohibida la comercialización de cuerpos humanos, pero cada vez son más frecuentes los implantes de muerto, así que de algún lado tendrán que sacarlos.
El fiscal de Brooklyn ha dicho en octubre que, de momento, los principales sospechosos son Joseph Niceli, de 49 años, y Michael Mastromarino, de 42. El primero es un famoso embalsamador y el segundo, un dentista de Manhattan al que le quitaron la licencia en 2000 por la denuncia de un paciente. (Era adicto a la cocaína y los narcóticos y apareció tirado en el baño de su consulta con una aguja hipodérmica clavada, mientras estaba atendiendo a una paciente a la que tenía anestesiada). Se cree que ambos robaban huesos, piel y grasa de los cadáveres que caían en sus manos (los huesos eran utilizados para implantes dentales y reconstrucciones y la piel y la grasa, para operaciones estéticas y quemados). También se sospecha que falsificaban autorizaciones de los familiares y que, en algunos casos, llegaron a falsificar también las causas de defunción para poder vender trozos de un muerto que había padecido una enfermedad inapropiada para un transplante. Se cree que podían sacar más de 7.000 dólares USA por muerto.
El mercado de cadáveres se revitaliza (Adegüello, mayo 2004)
Enfermeros acusados de matar por dinero de funeraria (Adegüello, noviembre 2004)






Asesinos y morosos

Había un cadáver de un bebé en una bolsa de deportes
Andrea. La policía de Marsella (Francia) se llevó una desagradable sorpresa cuando acudieron en octubre a desalojar a los inquilinos morosos de una vivienda. El piso estaba vacío pero en el balcón encontraron una bolsa de deporte, en cuyo interior estaba el cadáver en estado de descomposición de un bebé. Al día siguiente, otro macabro hallazgo, los cuerpos de dos niños en el maletero de un coche, aparcado a las afueras de la estación de trenes de dicha ciudad. Los sospechosos eran los inquilinos morosos y propietarios del coche: Jean-Paul Steinjs, de 36 años y Marie-Hélène, de 26, padres del bebé; los otros dos niños eran fruto de una relación anterior de la mujer. El hombre era un timador que se dedicaba a estafar a la seguridad social y empresas de seguros, aunque también conseguía ingresos extras pidiendo préstamos a sus familiares.
La pareja fue localizada gracias a la llamada del administrador del hotel Ibis en Salon-de-Provence, lugar escogido por la pareja al huir de Marsella. El hombre sospechaba de ellos, pues ya llevaban 15 días sin salir del hotel, comiendo del menú, y todavía no habían pagado un euro, por lo que decidió llamar a las autoridades para saber si eran unos estafadores.
Al ser detenido, Steinjs dijo que los niños habían muerto por una intoxicación al comer alimentos en mal estado, pero después confesó que los había envenenado a todos. Los motivos que le llevaron a acabar con la vida de los menores no están muy claros, pero el descubrimiento por parte de Marie-Hélène de que su marido no era el empresario de éxito que decía ser es una de las hipótesis consideradas.






Relacionan a depredador sexual con desapariciones


Esther.
Policías de Gran Bretaña y de la República de Irlanda sospechan que Robert Lesarian Howard está detrás de la desaparición de seis mujeres entre 1981 y 2001 y han retomado las investigaciones.
En octubre, Howard, de 61 años, ha sido declarado inocente en Belfast (Irlanda del Norte) de convencer a la hija de una ex pareja para que mintiera en el juicio en el que le acusaban de la desaparición de Arlene Arkinson en 1994. Lo último que se sabe de Arlene, una niña de 15 años, es que Howard, que es un delincuente sexual habitual, se ofreció a llevarla en coche a su casa a la salida de una discoteca de Donegal (Irlanda del Norte). Un juzgado de Belfast le declaró inocente por falta de pruebas en junio, pero se sospechaba que había convencido a la hija de su ex pareja para que mintiera en el juicio. Por su parte, la familia de la desaparecida cree se debería haber informado al jurado de las condenas previas del delincuente.
En la actualidad, Robert Howard cumple condena en Gran Bretaña desde 2003 por estrangular a Hannah Williams, una niña de 14 años que desapareció en Londres en 2001 y cuyo cadáver fue encontrado en una fábrica de cemento de Kent. Pero la biografía criminal del británico es mucho más larga y se remonta a 1957. Con 13 años le llegó su primera condena por robo. En 1965 le condenaron nuevamente por intentar abusar sexualmente de una niña de 6 años en Londres haciéndose pasar por médico. En 1969, le volvieron a condenar por el intento de violación y estrangulamiento de una mujer en Durham. Tras quedar en libertad se fue a la República de Irlanda, y en 1974 le condenaron a 10 años de cárcel por violar a una mujer de 58 años en Cork. Siete años después salió de la cárcel y su historial delictivo aparece en blanco entre 1981 y 2001, años en los que estuvo viviendo entre Gran Bretaña y la República de Irlanda.




 

 


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