La caspa fue su perdición
Roba un coche de bomberos y llama a la grúa
Ladrones dejan rastro de condones
Roba un banco antes de su inauguración
Cutrerio lleva a ladrón a la cárcel
Más tontos imposible



La caspa fue su perdición

Perdió 25 escamillas con su ADN
Esther. Andrew Pearson, un británico de 40 años, tiene caspa y no se molesta en comprar un champú adecuado. El hombre atracó un banco de Hull (noreste de Inglaterra), en junio de 1993, en compañía de dos colegas y de dos pistolas y un bate de béisbol. Pero Andrew se dejó atrás la media que le cubría la cara con 25 escamillas de caspa que revelaron su ADN. En noviembre de 2004 le han condenado a 15 años de cárcel por atraco y posesión de armas.



Roba un coche de bomberos y llama a la grúa

Juanma.
Un californiano de 36 años con varias copas de más tuvo un problema de razonamiento en noviembre. Si el coche se te queda atascado en el barro y da la casualidad de que dicho coche dispone de radio, lo lógico es usarla para llamar a la grúa, ¿no?. Pues no, al menos en este caso, ya que el coche era de bomberos y el hombre lo acababa de robar.
La grúa llegó acompañada por la policía, y el hombre está ahora acusado de robo de vehículo y de conducir borracho.
Según parece, el pobre hombre se había peleado con su mujer y llevaba dos días sin parar de beber y yendo de un lado para otro en su Chevrolet. En estas condiciones, le falló el embrague y acabó con el coche atascado en el barro de una carretera, cerca de una estación de bomberos voluntarios donde no había nadie en aquel momento. El hombre entró por el garaje de los bomberos en busca de un teléfono para pedir ayuda y, al no encontrarlo, se llevó uno de los camiones -con su escalera, su manguera y todo lo demás-, dispuesto a desembarrancar él solito su automóvil. Repitiendo paso a paso la maniobra anterior, consiguió hundir también el coche de bomberos en el mismo barro, a escasos cinco metros de su propio coche. Pero ahora disponía de radio y podía pedir ayuda.
Cuando llegaron la policía y los bomberos, encontraron el coche del beodo lleno de botellas de cerveza y folletos de Toxicómanos Anónimos.




Ladrones dejan rastro de condones

Esther. Dos adolescentes arrancaron una máquina de preservativos de la pared con un pico y se la llevaron a un lugar apartado, pero la mercancía se les iba cayendo por el camino dejando un sospechoso rastro. La policía siguió los condones y se los encontró con la recaudación de la máquina, que ascendía a un euro. Si es que España debe ser el país donde más se habla de sexo y menos se practica. La máquina de tabaco... ahí seguro que hay un buen botín.



Roba un banco antes de su inauguración


Andrea.
Michael Donald Marshall, de 39 años, está acusado de robo, aunque quizás deberían añadir negligencia, ya que antes de robar un banco es necesario informarse un poco, etapa que Marshall claramente no cumplió al entrar al Bank of America y amenazar con que tenía una pistola para que le dieran dinero. Lo que no sabía es que el banco ni siquiera había sido inaugurado y, por lo tanto, no había fondos en metálico con que satisfacer sus demandas. Otro detalle curioso es que solo exigió a los cajeros 500 dólares, suma que no parece ser suficiente para arriesgar una condena de cárcel ni para escapar a algún país soleado si te sale bien el robo. Le detuvieron en noviembre en Kennesaw.



 
Cutrerio lleva a ladrón a la cárcel

Esther.
El problema de Derek Anthony Sterns fue que decidió economizar con la factura telefónica y llamó al teléfono móvil de un amigo desde la casa que acababa de robar en Lake Ridge (Virginia, EEUU). Resulta que el amigo de Derek era también amigo del propietario de la vivienda y, después de hablar con el presunto ladrón, llamó a al dueño y le preguntó: "¿qué hace Derek en tu casa?"
Derek había robado objetos valorados en 2.300 dólares USA y le detuvieron en diciembre en su casa.


 



Más tontos imposible

Juanma.
Una pareja de Florida, de 17 y 18 años, llegó a su casa en diciembre y descubrió que habían entrado ladrones. Inmediatamente, llamaron a la policía, como hace casi todo el mundo en estas circunstancias.
Cuando llegaron los agentes, la pareja explicó que les habían robado unos 100 gramos de Marihuana, y que necesitaban recuperar la hierba porque tenían pensado venderla.
La policía no se mostró cooperativa con las pobres víctimas. Antes bien, detuvo a la pareja por posesión de Marihuana con intención de venderla. Se les ha fijado una fianza de 17.500 dólares. Todo les pasa por confiar en las autoridades.
No lo achaquen todo a la inexperiencia juvenil. En Pensilvania, un ciudadano de 63 años, Joel C., fue detenido en noviembre también por posesión de Marihuana, que estaba desparramada por el suelo de su coche. La policía había parado el vehículo porque Joel iba circulando sin dar importancia al hecho de llevar sólo tres neumáticos. Tal vez Joel no sea exactamente tonto. Lo que está claro es que él no llevaba la maría para venderla.
¿Pero qué me dicen del candidato de Cass County, Nebraska? Éste merece que digamos su nombre completo: Kevin Martzett, de 39 años, ni muy joven ni muy viejo, fue detenido en noviembre por atraco; según la policía, además de quitarle el dinero a la víctima, la obligó a ir a un banco y cobrar por él un cheque del gobierno, extendido a nombre de "Kevin Martzett".




 

 


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