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Tres
detenidos por patético secuestro exprés
Esther.
Este caso es uno de los secuestros exprés más penosos que
se conoce. Para hacerlo peor habría que llamar a la policía
y decirle quien eres y donde estás.
Un gallego y dos británicos secuestraron supuestamente a Renee Lisa
S., una ciudadana canadiense, en Estoril (Portugal), el 4 de julio a las
diez de la mañana. La metieron en un coche y llamaron a su marido,
desde un móvil, pidiéndole un rescate de 500.000 euros que
debía ser entregado en Vigo (España). El marido denunció
los hechos a la policía portuguesa, aportando la matrícula
del vehículo, que resultó ser un coche alquilado en España
por el gallego (dió sus datos reales).
La secuestrada contactó posteriormente con su padre, que estaba
en Canadá, desde Cáceres (con los agentes rastreando las
llamadas del móvil).
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La
policía detuvo a los secuestradores en Vigo
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De todas formas, como
se suponía que la entrega del rescate se realizaría en Vigo,
lo único que hizo la policía es esperar en las vías
de entrada de la ciudad a que apareciera el vehículo alquilado. Apareció
a la 1 de la madrugada, y los agentes detuvieron a los presuntos secuestradores
y liberaron a Renee.
Al parecer, el marido de la víctima había contactado con los
detenidos en verano para que le consiguieran dos autobuses que debían
trasladar a unos turistas canadienses de Galicia a Portugal con motivo de
la Eurocopa.
La mujer de uno de los detenidos ha negado las acusaciones, alegando que
se trata de una encerrona y que lo del secuestro en una mentira urdida por
los canadienses para evitar pagar lo que deben, según contó
a El Faro de Vigo.
Según ella, les debían 17.000 euros por los autobuses.
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