Esther.
Gaetano Badalamenti ha muerto
de un ataque al corazón, a los 80 años, en la prisión
norteamericana de Devens (Massachusetts) el pasado 30 de abril. Este "jefe
de jefes" de la Mafia Siciliana había sido condenado a 47
años de cárcel en 1987 por tráfico de drogas. En
2002, Badalamenti también fue condenado a cadena perpetua en Italia
por el asesinato en 1978 de Giuseppe "Peppinno" Impastato, un
presentador radiofónico que bromeaba en su emisora con la vida
de algunos mafiosos. En octubre de 2003, estuvo también implicado
en Italia, junto con el ex primer ministro Giulio Andreotti, en el juicio
por el asesinato del periodista Mino Pecorelli, que murió en 1979.
Badalamenti nació en Cinisi (Palermo) en 1923. Junto con Luciano
Liggio y Stefano Bontade formó el triunvirato que dirigió
la Cosa Nostra siciliana durante años. El crecimiento del clan
rival de Salvatore "Toto" Riina, que se se acabó convirtiendo
en el nuevo "jefe de jefes" de la mafia, le obligó a
salir de Italia en los años setenta. Estuvo un tiempo en España
y Brasil, y posteriormente se fue a Estados Unidos.
Gaetano
Badalamenti
En Norteamérica
Gaetano Badalamenti se convirtió en uno de los jefes de la "Pizza
Connection", la banda que distribuyó heroína y cocaína
a través de pizzerías entre 1979 y 1984. Durante estos años
se calcula que el clan mafioso importó a Estados Unidos varias toneladas
de droga valoradas en más de 1.600 millones de dólares USA.
Las investigaciones para desarticular la banda comenzaron en 1979 con la
muerte de Carmine Galante, un capo del clan Bonnano, al que dispararon en
un ojo en un restaurante de Brooklyn. Galante había intentado monopolizar
el tráfico de drogas, gravando con una tasa de 5.000 dólares
al kilo de heroína introducida en el país.
Las pesquisas llevaron a las pizzerías italianas en las que había
un gran trasiego de cajas de cartón y bolsas de plástico en
manos de gorilas. En 1983 los agentes consiguieron la autorización
para pinchar los teléfonos de las pizzerías. Grabaron cien
mil conversaciones, muchas de ellas intrascendentes. Los mafiosos utilizaban
un código no formal para comunicarse, que dificultó las investigaciones.
En una de las conversaciones grabadas, Badalamenti decía: "Al
tío de las camisas lo conocí hace cuatro años...hay
un diez por ciento de acrílico...pero existe un pequeño problema...hay
otro tío que tiene los buenos trajes..." Las camisas eran heroína
barata, en este caso con un diez por ciento de pureza, y los trajes eran
heroína pura. Esta jerga también confundía a los mafiosos
menos avispados como Pietro Alfano, sobrino de Badalamenti. Alfano se encargaba
de la contabilidad de la banda y cuando no entendía algún
mensaje en clave, preguntaba directamente su significado: "¿Qué
es una camisa pequeña?" Todas las conversaciones quedaron grabadas.
Alfano y Badalementi fueron detenidos en Madrid en abril de 1984.
Ha muerto
José Giovanni, poeta del crimen
Juanma.
El 24 de abril murió en Lausana a los 80 años José
Giovanni, que comenzó su carrera como gángster corso en
París y Marsella -llegó a estar
José
Giovanni
condenado a muerte y
le indultaron tres días antes de la ejecución- y la acabó
como uno de los maestros de la serie negra. Estando en la cárcel
empezó a escribir novelas -Un tal La Rocca, Alias Ho,
El samurai...-que más tarde fueron llevadas al cine por Claude
Sautet, Jean-Pierre Melville y otros directores franceses. De ahí
pasó a ejercer de guionista y a partir de 1966 empezó a dirigir
películas como Último domicilio conocido o El gitano,
que no fueron tan brillantes como sus secas y estremecedoras novelas, de
una dureza inigualable, porque la dureza no estaba en las escenas de violencia
sino en el carácter de los personajes, inspirados en gente real que
él había conocido personalmente y en situaciones que él
mismo había vivido. Nadie ha descrito el hampa como él, y
sus antihéroes -interpretados en el cine por Lino Ventura, Jean Gabin,
Yves Montand y Alain Delon- harían quitarse el sombrero a los mismísimos
Sepulturero Jones y Ed Ataúd Johnson, los únicos policías
de ficción capaces de enfrentarse a ellos. Los discípulos
de De Quincey levantamos una copa de vino en su honor.
Cartas
al director
Auschwitz
en Irak
He visto en la prensa las fotos de las torturas en Irak y me han
recordado inevitablemente a Auschwitz. Al igual que Bush, algunos
nazis también dijeron en su día que sólo se
enteraron del exterminio cuando vieron las fotos. Hasta la ministra
de Justicia alemana ha comparado los métodos de Bush con
los de Hitler. ¿Se condenará algún día
a los autores de este tipo de asesinatos? Charo, Burgos.